El esperado “paso al lado” de Carles Puigdemont ha llegado este jueves, pocas horas después de que el Parlament le reconociera la legitimidad presidencial y cuando se cumplen 10 semanas de que las elecciones arrojaran un resultado suficiente para su reelección.
En una comparecencia ofrecida desde Bruselas a través de la redes sociales, el president cesado ha convocado a los diputados independentistas a Bruselas para fijar la nueva etapa y ha señalado a Jordi Sànchez como candidato a al investidura.
En el vídeo difundido, Carles Puigdemont ha explicado que este mismo jueves ha trasladado al presidente del Parlament, Roger Torrent, la retirada “provisional” de su candidatura a la investidura, y la propuesta de Sánchez en su lugar. “Ahora Madrid no tendrá excusa para continuar con la política de ocupación de nuestras instituciones”, ha justificado el de JxCat su retirada.
Poco después de la emisión del mensaje, fuentes de la presidencia del Parlament han anunciado que, tras la renuncia del aspirante, Roger Torrent abrirá una nueva ronda de contactos a principios de la semana que viene.
Ofensiva judicial internacional
El exmandatario catalán ha dedicado buena parte de su discurso a denunciar la “represión” del Estado central, que sitúa como consecuencia directa de la intervención de la Generalitat. “Pese a la derrota en las elecciones del 155 y de que el PP solo cuenta con 4 diputados, sigue gobernando Catalunya”, ha asegurado. “Han sido cuatro meses de represión para conseguir una rendición que no conseguirán”.
Ante ello, Puigdemont ha llamado a responder con política y desde los ideales pacifistas. “Nos toca a nosotros poner política allá donde los otros ponen violencia policial, judicial y política”, ha asegurado.
Puigdemont ha anunciado además que un equipo jurídico ha presentado una demanda contra el Estado español ante el Comité de Derechos Humanos de la ONU, por considerar que ha violado sus derechos como diputado. “Son decisiones que permiten el refuerzo del camino por una república catalana y la restitución de nuestras instituciones”, ha indicado.
Proceso constituyente desde Bélgica
El president cesado se ha referido también a sus planes en la capital belga, donde tiene previsto crear una serie de estructuras para internacionalizar el conflicto catalán, buscar apoyos para el movimiento independentista o diseñar un proceso constituyente para Catalunya. Para ello, su idea pasa por crear una estructura de “Gobierno republicano”, con seis miembros, y una asamblea de electos independentistas. Según sus planes, ambas estructuras se integrarán en el llamado “Espacio libre de Bruselas”, una entidad de tipo privado y sin vinculación orgánica con la Generalitat autonómica.
Con su renuncia, Puigdemont deja paso a que el bloque independentista invista a un sustituto y pueda, por fin, formar un nuevo Govern. Pero la operación no será tan fácil, ya que el elegido por Puigdemont para ocupar el lugar que, según el Parlament, le corresponde legítimamente es Jordi Sànchez, número dos en su lista, expresidente de la ANC y en prisión preventiva en la cárcel de Soto del Real. Por ello, deberá pedir permiso al juez Llarena para que le permita salir al pleno o bien para que vuelva a interpretar el reglamento, como ya hizo con motivo del pleno de Constitución, y le permita someterse a una investidura a distancia.
En su formación sin embargo no son optimistas respecto a las posibilidades de que Sànchez pueda someterse a una investidura. Por esta razón el entorno de Puigdemont ha diseñado también un plan C -el B es Sànchez-, que pasa por investir a Jordi Turull. El conseller cesado, sin embargo, también tiene sobre sí la amenaza de ser inhabilitado antes de que llegue el juicio, por lo que podría quedar fuera de la presidencia en unos meses. Precisamente la elección de los candidatos tiene como objetivo mantener el pulso con el Estado. “No renunciaremos, no nos rendiremos”, ha repetido Puigdemont.