El president de la Generalitat, Carles Pugidemont, ha comparecido este miércoles ante el primer pleno del Parlament tras la investidura para dar cuenta ante los diputados de la estructura y objetivos del nuevo Govern que este martes se reunió por primera vez. Según ha fijado Puigdemont, el Ejecutivo que acaba de formar tendrá como ejes prioritarios la agenda social, para la que se ha comprometido a utilizar “hasta la última competencia” autonómica existente, y llevar a Catalunya “a las puertas” de un nuevo estado en forma de república.
El nuevo jefe de Gobierno se ha abierto a pactos más allá de las fuerzas independentistas, consciente de que el acuerdo de estabilidad firmado con la CUP podría no ser suficiente para sacar adelante toda la labor legislativa que la mayoría independentista tendrá ante sí en la legislatura entrante. “Tenemos un acuerdo con la CUP”, ha recordado, “pero no nos conformamos ni autolimitamos para llegar a tantos acuerdos como sea posible con otros”.
El primer primer proyecto de ley donde el Govern podría encontrarse sin mayoría es el de presupuestos, un asunto en el que no está claro que los cupaires estén obligados a apoyar según el pacto de investidura, tal como han reconocido diversas voces de Junts pel Sí. Para sortear esta situación, Puigdemont ha prometido mantener un “clima de diálogo permanente” con el resto de los grupos parlamentarios, recogiendo el guante lanzado en la sesión de investidura por el líder socialista Miquel Iceta, quien conminó al president a llegar a acuerdos puntuales en materias diferentes al proceso soberanista.
En lo relativo a la independencia, el gran asunto que ocupará a un Govern autodefinido como “de transición”, Puigdemont ha vuelto a remitirse ante la Cámara al plazo temporal de 18 meses para culminar su proyecto de gobierno, después de haberse mostrado en sus últimas intervenciones flexible en los plazos.
El nuevo president ha desgranado también la nueva estructura ejecutiva, repartida en 13 carteras y tres grandes áreas. La primera de ellas, la de Bienestar, encabezada por la mujer fuerte de Convergència, Neus Munté, de la que colgarán Eduación, Salud y Cultura. La segunda, la económica, encabezada por Oriol Junqueras como vicepresidente y cuyo cometido será “consolidar la recuperación y garantizar la creación de empleo de calidad”. Bajo la vicepresidencia del republicano estarán las carteras de Agricultura, Bienestar, Trabajo y Familias, Territorio y Empresa.
Por último, el independiente Raül Romeva estará al frente de una cartera de nueva creación, la de Exteriores, Transparencia y Relaciones Institucionales, cuyo objetivo de internacionalizar el proceso soberanista es considerado por los independentistas una de las claves de esta nueva etapa. Romeva será además el encargado de desplegar la ley de Transparencia, aprobada durante la pasada legislatura. Bajo su área de gobierno estarán las consejerías de Gobernación, Interior y Justicia.