“Queremos que la gente llene las urnas para votar y las calles para defender su voto”

La CUP acaba de cerrar uno de los plenos más esperados de la legislatura. Los anticapitalistas se sienten en buena parte responsables de la aprobación de las dos leyes que perseguían desde hace meses, como también de la convocatoria del referéndum que lograron introducir en la agenda del Govern tras una costosa batalla.

La diputada Eulàlia Reguant, que dejará el escaño a partir del 1 de octubre para dedicarse exclusivamente al Ayuntamiento de Barcelona, llama ahora a “defender” el referéndum y su resultado en la calle, y presiona a Ada Colau para que abra los colegios electorales.

Usted es concejal del Ayuntamiento de Barcelona. ¿Qué cree que hará el Gobierno de Colau el día 1 de octubre?

Yo no sé qué hará, pero espero que Colau se ponga al lado del proceso democrático en el que se quiere consultar a la gente. No entendería que un gobierno que se llama “del cambio” legitime a las instituciones que provienen el régimen del 78 y que niegan derechos básicos como el de autodeterminación. No lo entendería y nosotros, aunque siempre hemos sido críticos con los gobiernos del cambio, creemos que si quieren seguir teniendo este nombre, deben ponerse del lado de los que quieren sacudir los pactos del 78.

¿La CUP puede hacer algo si la alcaldesa Colau se niega a ceder los espacios?

La CUP puede hacer lo que está en sus manos y lo que ha hecho siempre: movilizar y generar movimiento en la calle para presionar a las instituciones. Esto no lo hará la CUP sola, lo hará otra mucha gente. Pero para nosotras es muy difícil dialogar con alguien que dice ser fuerza del cambio pero que no se posiciona ante el proceso popular y democrático más importante de los últimos años.

¿Quiere decir que si Colau no cede los locales no podrá contar con la CUP para lo que queda de legislatura?

No es que no pueda contar con la CUP, es que cualquier proceso que impulse el Ayuntamiento nos los miraremos mucho más, porque nos lo creeremos menos. Venimos de diferentes decisiones, como las modificaciones presupuestarias que una la aprobamos y la otra facilitamos que se aprobase, y todavía no hemos visto los resultados de esos acuerdos. Aquí también nos asaltan dudas sobre el papel que juega el PSC, si es el PSC quien está marcando la agenda y si marca también la agenda en otros procesos de transformación en el Ayuntamiento de Barcelona.

La CUP acabó una intervención diciendo “nos vemos en la calle”. ¿Acabaremos viendo plazas llenas de gente en Catalunya?

Puede ser porque nosotros creemos que más allá de votar el día 1 de octubre hace falta que la gente defienda el referéndum y su resultado de la manera que siempre se han defendido alrededor del mundo estos procesos: estando en la calle, visualizando la fuerza y la voluntad popular de la gente. Hay que llenar las urnas de votos pero también las calles para defender ese voto. Puede ser que el día 1 por la noche, el 2 o los días siguientes la gente esté en la calle ocupando las plazas y empezando a construir este proceso constituyente desde la base.

¿No tuvieron un sentimiento agridulce viendo cómo en la aprobación de dos leyes tan importantes como la del referéndum y la de transitoriedad faltaba la mitad del hemiciclo y por lo tanto una parte muy importante de la población no estaba en ese momento representada en el Parlament?

Un sentimiento agridulce por el hecho de que fuerzas como el PP o Ciudadanos se fuesen y no estuviesen no lo tuvimos. Ya sabemos quiénes son y qué derechos defienden en realidad porque, pese a que hablen de democracia, ya hemos visto a lo largo de estos años qué han hecho. Pero sí que es cierto que todavía en algunos momentos lamentamos que el PSC se comporte exactamente igual y demuestre que es también un partido del régimen. El régimen no es solo el PP o la Monarquía. El régimen es también todos aquellos partidos que son herederos del 78 y, por lo tanto, el PSOE es régimen como lo es el PP.