El president de la Generalitat ha rectificado y finalmente acudirá a la apertura de los Juegos del Mediterráneo de Tarragona, que se celebra este viernes y en la que participará el rey Felipe VI. Pese a que desde el Govern se valoró inicialmente plantar al jefe del Estado, Quim Torra ha comparecido y ha anunciado que acudirá a Tarragona, pero que será este el último acto en el que participará con Felipe VI.
Según ha explicado el president, la decisión final de acudir se explica por el “compromiso” de la Generalitat con la ciudad de Tarragona y con sus Juegos, que han sido financiados en parte desde la administración autonómica. Pese a esto, Torra ha anunciado que será el último acto en el que participe con el monarca, al que tampoco se le invitará desde la Generalitat. Además el president entregará al rey los informes del Síndic de Greuges sobre la violencia policial, según ha anunciado, y renunciará al cargo de vicepresidente de la Fundación princesa de Girona.
“Vivimos momentos de gran excepcionalidad”, ha asegurado Torra, quien ha denunciado que “el rey de España no ha pedido perdón después de salir a apoyar la violencia ejercida contra dos millones de catalanes”. “Se lo hemos pedido de todas las maneras posibles pero ocho meses después, Felipe VI no ha dado ni una palabra de consuelo a los catalanes”, ha remarcado.
Durante los últimos días Torra había amagado con no acudir a la inauguración de los Juegos, aunque desde el Govern han escabullido informar sobre la decisión. “El equipo de la presidencia continúa trabajando en esta cuestión, aún no ha sido decidida la asistencia, les informaremos tan rápido como tengamos una respuesta”, aseguró la consellera portavoz, Elsa Artadi, el pasado martes.
Pese a esto, en el Govern ha pesado más la idea de acudir al evento, importante para la ciudad de Tarragona y el territorio circundante. “Estaremos presentes. Nunca más echar al Govern de Catalunya”, ha acabado explicando Torra, pese a que a primera hora de la mañana su equipo daba por hecho que no asistiría al acto con el rey.
La actitud errática del Govern en esta cuestión tiene que ver con su incomodidad por la presencia del monarca en la ceremonia. El independentismo considera que, en su discurso del 3 de octubre, el rey envió al Gobierno y Congreso españoles un mensaje de máxima contundencia sobre Catalunya. La propia Artadi aseguró que Felipe VI había “avalado” la violencia ejercida contra los votantes y había abierto la puerta a la aplicación del 155. Este viernes, Torra lo ha explicado en los mismos términos.
Finalmente este miércoles Torra envió una carta al jefe del Estado, firmada junto a los últimos dos presidentes de la Generalitat, Carles Puigdemont y Artur Mas, en la que le reclamaba una reunión para tratar sobre la situación en Catalunya. Torra le reclamaba también que promoviese un diálogo político entre su gobierno y el presidido por Sánchez, mientras ponía negro sobre blanco la repetida petición de que rectifique respecto a su discurso del 3 de octubre y envíe un mensaje a los votantes catalanes que fueron objeto de la violencia
La Casa del Rey se limitó a reenviar la carta al Gobierno, indicando que los asuntos políticos son competencia de éste y no de la jefatura del Estado. Felipe VI eludió así contestar con nada más allá del acuse de recibo, y escurriendo la invitación de Torra a aprovechar su viaje oficial a Tarragona para recibirle.