La jueza tumba el recurso de la Fiscalía y permite a Jordi Cuixart salir de prisión para trabajar
Aval judicial a las salidas laborales que la prisión de Lledoners (Barcelona) autorizó al presidente de Òmnium Cultural, Jordi Cuixart. La jueza de vigilancia penitenciaria, en contra del criterio de la Fiscalía, ha dado su visto bueno a la aplicación en Cuixart del artículo 100.2 del reglamento penitenciario, que flexibiliza el régimen penitenciario de los internos en condiciones similares a la semilibertad.
Es la primera vez que la Justicia se pronuncia sobre el 100.2, que la Generalitat ha impulsado para que todos los presos del procés puedan salir unas horas de prisión entre semana y que había generado duras críticas por parte de la Fiscalía. El aval de la jueza no es definitivo, pues la Fiscalía puede volver a recurrir ante la Audiencia de Barcelona, si bien abre el camino para confirmar la semilibertad de los condenados por sedición.
El auto de la magistrada titular del juzgado de vigilancia penitenciaria 5 de Catalunya, Maria Jesús Arnau, vuelve a constatar que la jueza tiene una visión opuesta a la de la Fiscalía sobre aspectos esenciales de la reinserción penitenciaria. Frente al “arrepentimiento” y a la “reeducación para aprender a respetar la ley” que la Fiscalía exigía a Cuixart antes de permitirle ir a trabajar, la jueza recuerda que el “pensamiento e ideología” independentista de Cuixart es “legítimo” dentro del ordenamiento jurídico.
Es más, la magistrada vuelve a arremeter contra los fiscales por pretender que Cuixart se someta a un tratamiento penitenciario específico sobre el delito de sedición. No solo porque no existe –hace décadas que no hay presos por sedición en España– sino porque, a criterio de la jueza, dicho programa propuesto por los fiscales “se basa en realidad en cambiar o modificar el pensamiento y la ideología” de Cuixart, algo que “atenta contra los más elementales derechos fundamentales” y es contrario a la Constitución y a la normativa penitenciaria.
La Fiscalía esgrimía el lema popularizado por Cuixart 'Ho tornarem a fer' [lo volveremos a hacer] como un riesgo de reincidencia y por lo tanto para frenar sus salidas pero, por el contrario, la jueza lo ve irrelevante para decidir sobre su salida de prisión al tratarse de un “una mera expresión de un pensamiento político”. La magistrada menciona en este sentido los informes de los psicólogos de Lledoners, que especifican que Cuixart enmarca el 'Ho tornarem a fer' “no como referencia a un alzamiento tumultuario [es decir, una sedición] sino como voluntad de continuar reivindicando el derecho a decidir de Catalunya de forma pacífica y no violenta”.
La jueza valora que el trabajo y el voluntariado son positivos para la reinserción de Cuixart, una vez comprobado que reconoce los hechos por los que fue condenado y “asume las responsabilidades y consecuencias de sus actos”. Agrega que Cuixart tiene buena conducta y realiza “satisfactoriamente” todas las actividades en las que participa en prisión, como el fomento de la lectura entre los otros internos o dar talleres de teatro y cerámica. También presenta bajo riesgo de reincidencia y de huida para no cumplir la pena, aspectos que contribuyen al aval del 100.2
Afea además la magistrada a los fiscales que pretendan “extender” la condena penal de nueve años de prisión del líder de Òmnium a situaciones donde, con la ley en la mano, tiene derecho a permisos y beneficios penitenciarios. Y recuerda además que el Tribunal Supremo, en la sentencia del procés, ya descartó impedir a los presos del procés acceder a cualquier beneficio penitenciario antes de cumplir la mitad de la pena como pretendía la Fiscalía.
La única medida que solicita la magistrada a la prisión de Lledoners es un informe semanal para evaluar la aplicación del 100.2 en Cuixart para constatar si se mantiene el bajo riesgo de reincidencia y de quebrantamiento de la condena y valorar “la procedencia de continuar” con la flexibilización de su régimen penitenciario.
En el caso de Cuixart, la aplicación del 100.2 se ha traducido en salidas de lunes a viernes de prisión para ir a trabajar a la empresa de embalajes que dirige y en la realización de labores de voluntariado en un centro social de Badalona (Barcelona). Por la noche y los fines de semana el líder de Òmnium vuelve a prisión. Las cárceles catalanas han aplicado el 100.2 a los otros ocho presos del procés salvo a Jordi Turull y Josep Rull –a los que se le concederá este mismo jueves o en los próximos días.
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