El líder de Podemos, Pablo Iglesias, se ha reunido este viernes con el president de la Generalitat, Carles Puigdemont, solo unas horas después de dar por rotas las negociaciones de investidura a tres. Durante el encuentro Iglesias ha expuesto al dirigente catalán su compromiso firme con el referéndum de independencia, que todavía condiciona las negociaciones que puedan quedar con el PSOE. “Defendimos, defendemos y defenderemos el referéndum”, ha asegurado el líder de Podemos ante Puigdemont.
En una reunión que ha durado cerca de una hora y media, y calificada por ambos como “muy cordial”, los dos líderes han utilizado el momento como símbolo para mostrar las posibilidades de pasar del bloqueo al entendimiento. El buscado buen tono servía a Iglesias para probar la capacidad de llegar a acuerdos que tendría el gobierno que propone para España, mientras que Puigdemont lo usaba como constatación de que el Govern está dispuesto a negociar siempre que se le tienda la mano.
Fuera de lo simbólico, la complicidad creada el Palau venía originada por una de las cuestiones que han creado discordia en la reunión de la mañana en Madrid: el referéndum en Catalunya. Con objetivos diferentes –como Iglesias ha recodado, desea un nuevo encaje constitucional de Catalunya en España– la coincidencia respecto a la necesidad de dejar la decisión en manos de los catalanes es plena. Así se lo han mostrado mutuamente en el encuentro, en el que Iglesias ha asegurado al president que en ningún caso renunciará al derecho a decidir durante las negociaciones. “Le he explicado que nosotros cumplimos nuestra palabra”, ha asegurado Iglesias tras la rueda de prensa posterior a la reunión, “dijimos que nos parecía fundamental escuchar la voluntad de la mayoría catalana y hemos defendido siempre un referéndum”.
El fin de la mesa a tres en Madrid ha permitido al secretario general de Podemos hacer una defensa del referéndum cerrada como pocas veces desde las elecciones del 20 de diciembre. Lejos del “estamos dispuestos a escuchar otras propuestas”, con el que Iglesias y otros líderes de la formación morada habían evitado durante las últimas semanas marcar la cuestión como línea roja, este viernes Iglesias ha considerado que “el derecho a decidir solo se puede concretar con un referéndum”, y lo ha marcado como irrenunciable para la fórmula de gobierno que propone. Después de los resultados del 20-D, asegurar Catalunya como el principal granero de votos ante unas nuevas elecciones pasa por disputar la bandera del referéndum a los independentistas.
“Solo hay dos opciones de gobierno viable”, ha asegurado, “la gran coalición o el gobierno progresista”. El de Podemos confía en que los independentistas de ERC y CDC se abstengan ante un eventual pacto entre los suyos y el PSOE. Mientras, en la mesa que de diálogo que se mantiene abierta entre En Comú Podem y el PSC, Xavier Domènech trata de convencer a Miquel Iceta de la necesidad de un referéndum, pese a las reiteradas negativas tanto del PSOE como del propio Iceta. El primer secretario de los socialistas catalanes confía más bien poco en la fórmula descentralizada que ha llevado la mesa específica sobre Catalunya a Barcelona.
Por su parte, la portavoz del Govern, Neus Munté, ha asegurado que siempre estarán abiertos a entrar en una negociación para llegar a un referéndum acordado. Tras mostrarse confiada de que Iglesias no renunciará al referéndum, Munté ha asegurado que el Govern catalán tiene un mandato democrático surgido del 27-S, por lo que pase lo que pase respecto a la investidura española su compromiso respecto a la hoja de ruta independentista seguirá. El president de la Generalitat había mostrado especial interés en este encuentro. Según recordaban fuentes de Presidencia el martes cuando se anunció la reunión, Iglesias es el único líder estatal que defiende un referéndum para Catalunya, algo que es valorado por el Govern catalán.
La sinuosa posición sobre el referéndum
La formación de Pablo Iglesias ha recorrido un particular camino, no exento de meandros, desde su nacimiento hasta la actual defensa del referéndum para Catalunya. Si bien siempre ha defendido el derecho a decidir de forma genérica, durante la campaña autonómica Iglesias defendía la necesidad de un proceso constituyente de marco estatal para poder realizar un referéndum sobre la independencia en Catalunya.
Esta postura cambió en la campaña de las generales, debido principalmente al impulso de su alianza con En Comú, que defiende que la vía del artículo 92 de la Constitución habilitaría a celebrar una consulta en Catalunya. El referéndum apareció como un punto específico en el programa de generales de Podemos y, en un acto celebrado en Barcelona el 9 de diciembre, en plena campaña, Iglesias lo fijó como imprescindible para obtener su apoyo parlamentario.
El del referéndum volvió a ser una de las condiciones de Iglesias en los días inmediatamente posteriores a las elecciones del 20 de diciembre, pero se fue rebajando a lo largo de las negociaciones. En la formación preocupaba que el referéndum se viese como el obstáculo que había impedido el acuerdo, por lo que los líderes de Podemos y de En Comú aseguraron que nunca había sido una línea roja y que, aunque ellos consideraban que el referéndum era la mejor solución, estaban dispuestos a escuchar otras propuestas.