El rey Felipe VI y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, han participado este viernes en el foro empresarial Barcelona New Economy Week BNEW, que ha celebrado su jornada de clausura en Barcelona donde han entregado premios a empresas de la nueva economía. El jefe del Estado ha aprovechado su turno de palabra para pedir a las autoridades y los agentes económicos que España traslade al mundo “una imagen de unidad” para dar un entorno estable a la economía, así como seguir apostando por la “competitividad y la excelencia productiva”.
“En nuestro país, gracias a la transformación de nuestro tejido productivo durante los últimos años, contamos con un sector empresarial sólido y potente, con una gran proyección internacional y muy capaz de hacer frente a situaciones adversas”, ha asegurado el rey que ha trasladado su apoyo al sector de la nueva economía. En un discurso pronunciado en catalán y castellano, Felipe VI también ha lanzado un guiño a la ciudad que acoge el evento, al asegurar que “Barcelona puede y debe aspirar a tener un papel destacado en el desarrollo de la nueva industria; puede y debe seguir siendo este centro de referencia en innovación del sur de Europa”.
El rey ha elogiado además la iniciativa empresaria lanzada por el Consorcio de la Zona Franca, que ha alabado como una apuesta por la revolución tecnológica que abre las puertas al futuro. De hecho el monarca ha visitado también un vivero de empresa de impresión 3D en la Zona Franca de Barcelona. “Es importante ser conscientes de que el mundo se encuentra en constante transformación, y de que, para salir fortalecidos de esta crisis, hay que hacer una apuesta decidida por la nueva economía”, ha dicho, para asegurar a continuación que “una de las tecnologías más disruptivas en la manera en la que las empresas van a ser capaces de transformar los modos de producción es la de la impresión en tres dimensiones”.
El evento BNEW ha sido la ocasión elegida por la Casa Real y el presidente del Gobierno para enviar una imagen de unidad entre ambas instituciones, después de la polémica suscitada por la ausencia del monarca en la ceremonia de entrega de despachos a los nuevos jueces, celebrada en la capital catalana justo hace dos semanas. El Gobierno optó entonces por que el rey no acudiera a ese acto al considerar que era poco conveniente por el momento político, cuando se esperaba la inminente inhabilitación de Quim Torra y las protestas en la calle que le sucedieron. Pero esa decisión del Gobierno fue aprovechada por el presidente del Poder Judicial en funciones, Carlos Lesmes, para atizar un supuesto enfrentamiento entre el rey y la Moncloa.
Finalmente este viernes se ha producido la imagen del desagravio entre el jefe del Estado y el del Gobierno y, a la vez, ha vuelto a Barcelona después de que en julio pasado tuviera que replantear su viaje por la situación de pandemia, que le obligó a cambiar la capital catalana por una visita al monasterio de Poblet, en Tarragona.
Con todo, pese a que desde la Casa Real y la Moncloa han tratado de enviar una imagen de normalidad institucional en la vuelta del rey a la ciudad, tanto el movimiento independentista como la Generalitat y el Ayuntamiento de Barcelona se han encargado de recordar que en Catalunya la oposición a la monarquía reúne a capas muy amplias. Por su parte las entidades soberanistas han convocado protestas en las inmediaciones de la estación de França, donde se celebraba la entrega de premios, en las que se han lanzado consignas contra el rey y a favor de la independencia.
A estas protestas en la calle se ha sumado el plantón dado por todos los miembros del Govern y, también, por la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau. Para esta última el rey debe dar explicaciones sobre la salida del país de su padre, el rey emérito, que a su juicio debe responder a la justicia en la investigación judicial abierta contra él. Mientras el independentismo continúa reclamando a Felipe VI que se retracte del discurso pronunciado el 3 de octubre de 2017, que interpretan como de aval al 155 y al inicio de la causa judicial contra los exmiembros del Govern.