Los exconsellers de Interior y Territorio en prisión provisional, Joaquim Forn y Josep Rull, se sumarán este martes a la huelga de hambre que desde el sábado mantienen en la prisión de Lledoners sus compañeros de Junts per Catalunya (JxCat) Jordi Sànchez y Jordi Turull. Los cuatro presos de la lista de Carles Puigdemont ayunarán de forma indefinida para protestar contra el bloqueo que, a su juicio, practica el Tribunal Constitucional a sus recursos de amparo.
En un comunicado, ambos exconsellers han denunciado, como hicieron Sánchez y Turull, que el Constitucional les impide el acceso a la Justicia europea al no resolver sus recursos de amparo sobre su prisión provisional y su suspensión como diputados. El Constitucional ha respondido este mismo lunes que la “complejidad” de los recursos y su trascendencia al tratarse de derechos fundamentales obliga a llevar a cabo al tribunal una “labor minuciosa” de estudio. En el caso del amparo solicitado por Sànchez contra la prisión provisional ordenada por la Audiencia Nacional, el Constitucional admitió a trámite en febrero de este año el recurso presentado en noviembre de 2017 , y todavía no lo ha resuelto.
“La injusticia que padecemos, la lesión de nuestros derechos fundamentales y la arbitrariedad judicial con que somos tratados nos legitiman para tomar esta decisión a pesar de ser sabedores del impacto que puede tener sobre nuestros organismos”, han expresado Rull y Forn. En línea con sus compañeros, los exconsellers han sostenido que inician el ayuno indefinido “después de haber reflexionado, de entender qué supone y asumir los riesgos y consecuencias”.
Rull y Forn han recalcado que la huelga de hambre “no es una protesta para pedir ningún trato de favor ni discriminación positiva”, sino “la única alternativa de que disponemos en prisión para hacer más visible la discriminación y la conculcación de nuestros derechos fundamentales”. “No renunciaremos nunca a un juicio justo, este es el objetivo de nuestra huelga de hambre”, han zanjado.
Pese a su ayuno, los cuatro presos de JxCat seguirán sujetos al régimen penitenciario, lo que implica mantener los horarios y las actividades, incluida su presencia en el comedor de la cárcel durante las comidas. Los médicos del centro monitorizarán cada dos días el estado de salud de los cuatro internos mediante el control de su presión, su peso y analíticas de sangre, entre otras pruebas.