Los terroristas del 17A se obsesionaron con volar la Sagrada Familia: hicieron 43 búsquedas en 25 minutos

8 de agosto de 2017. Faltan ocho días para que estalle la casa de Alcanar donde los terroristas de Barcelona y Cambrils fabricaban sus explosivos. Ese día desde el teléfono móvil de uno de los integrantes de la célula se realizan 43 búsquedas en Google sobre la Sagrada Familia en un lapso aproximado de 25 minutos. La incesante actividad en la red de la célula los días previos a los atentados, unido a la cantidad de explosivos de la casa de Alcanar, ha llevado a los investigadores a no tener dudas de que los terroristas preparaban una gran masacre con furgonetas cargadas de bombas y granadas de mano. El plan quedó abortado por el estallido del chalé de Alcanar.

“Sagrada Familia 2017” y “Sagrada Familia como está construida” son de las frases introducidas en el buscador que han recuperado los Mossos d'Esquadra de un teléfono móvil encontrado en Alcanar, cuya caja fue encontrada en el domicilio de Ripoll de Mohamed Hicamy, abatido la madrugada del 18 de agosto en Cambrils.

Las búsquedas sobre el templo de Gaudí no se quedaron aquí: los jóvenes yihadistas también intentaron averiguar información sobre los cimientos del templo y la parada de metro que pasa por debajo. “Sagrada Familia metro station”, fue buscado 38 veces en sólo doce minutos.

El hecho de interesarse por el modelo arquitectónico del templo y las infraestructuras de su alrededor lleva a los investigadores a concluir que los terroristas “pretendían colocar los explosivos en puntos críticos” de la Sagrada Familia “con el fin de demolerla o causarle los máximos daños posibles”. Así lo indicó además Mohamed Houli, uno de los terroristas detenidos, en su comparecencia ante el juez, donde situó el templo como “uno de los posibles objetivos”.

Pero el templo de Gaudí no fue su única búsqueda. El análisis del teléfono móvil ha revelado que el 12 de agosto la célula amplió objetivos y pasó a buscar información sobre distintos locales de ocio y discotecas de Barcelona: la sala Razzmatazz –para emular el atentado en el Bataclan, según los investigadores–, la discoteca Pacha de Barcelona, el salón erótico Bagdad así como otras más genéricas como “las discotecas más grandes de Barcelona”.

Igual que otros terroristas como los que atentaron en la discoteca Pulse de Orlando en 2016, los yihadistas de Ripoll también tenían la comunidad LGTBI entre sus objetivos. Así se desprende de la búsqueda sobre “las discotecas gay de Sitges” o “las discotecas gay de Sitges más grande”. Otro de los locales en el punto de mira de los terroristas fue, según lo que buscaron en Google, la discoteca Colossos de Lloret de Mar.

Y ya fuera de Catalunya, el 13 de agosto las búsquedas del teléfono móvil alcanzaron las carpas de Benicássim que se celebraban seis días después, las discotecas de esta localidad castellonense así como “todos los festivales del 19/08/2017 en la comunidad valenciana”. Específicamente, buscaron información sobre el Rottotom.

Otro objetivo “muy probable” de atentado sería, según los Mossos, el campo del Barcelona F.C. por las “diversas combinaciones” de búsqueda que realizaron sobre él. “Todo sobre el betis vs barcelona” fue buscado cuatro veces, “los próximos partidos que se jugarán en el Camp Nou”, otras cuatro y “el Camp Nou sus entradas y salidas” un total de 43 veces.

Esto muestra, destacan los Mossos, que los terroristas tenían “un interés muy claro” para saber los puntos de acceso al campo y los próximos partidos que iban a disputarse, principalmente el que enfrentaba al Barça y al Betis el 20 de agosto. Pero no sólo indagaron sobre el Camp Nou; también buscaron sobre partidos del Girona y el Espanyol.

También buscaron información sobre mezquitas chiitas en Madrid y Barcelona (también objetivo del Dáesh), sobre líderes yihadistas y sobre el proceso de fabricación y de conservación de explosivos, que realizaron desde el 15 de julio. Estas últimas búsquedas iban orientadas a la fabricación de “la madre de Satán”, el explosivo que guardaban en Alcanar, y a su mantenimiento de la forma más estable posible plastificándolo y añadiendo cloroformo para aumentar su poder destructivo.

“Petróleo gas Alcanar”, “Cuál es el líquido más inflamable”, “coche bomba”, “inflamables de primera categoría” o “chaleco bomba” fueron otras de las consultas que realizaron y que se fueron intensificando a lo largo de los días. Además de los explosivos, buscaron, sólo dos días antes de los atentados, información sobre “semillas de ricinio”, un veneno altamente tóxico pero que no se localizó en la casa de Alcanar.

Mediante el teléfono móvil, además, los terroristas buscaron antes del 12 de agosto información sobre el alquiler varios vehículos, como autocaravanas, furgonetas y coches de mayores dimensiones que los habituales, como por ejemplo todoterrenos. Todo indica que querían llenarlos de los explosivos que estaban fabricando. Finalmente solo ejecutaron los atropellos previstos por el plan.