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Trapero revela que se ofreció para detener a Puigdemont y culmina su alejamiento del Govern

Trapero ha lamenta no haber dado una rueda de prensa para desmarcarse del Govern

Oriol Solé Altimira

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El major de los Mossos d'Esquadra, Josep Lluís Trapero, empezó la operación para alejarse del independentismo en general y en particular del expresident Carles Puigdemont en el Tribunal Supremo y la ha culminado en la Audiencia Nacional este miércoles. Pasaban pocos minutos del mediodía cuando Trapero ha revelado que él mismo se ofreció para detener a Puigdemont en caso de que lo ordenaran los jueces tras la Declaración Unilateral de Independencia del otoño soberanista de 2017.

Trapero ha relatado el episodio a preguntas de su letrada, Olga Tubau. Con apenas hora y media la defensa de Trapero ha tenido tiempo para contratacar el extenuante interrogatorio del fiscal que se alargó casi nueve horas entre el lunes y el martes. La puntilla ha sido el plan para detener al Govern. Y el nuevo detalle, no desvelado hasta ahora.

El major ha explicado que se ofreció para detener a Puigdemont durante una reunión del 24 de septiembre con dos de sus comisarios más cercanos, Ferran López, entonces número dos del cuerpo, y Joan Carles Molinero, en la que empezaron a planear el dispositivo de arresto del Govern en caso de orden judicial. “¿Entendéis que es razonable que le detenga yo?”, ha relatado Trapero que trasladó a López y Molinero.

Ambos comisarios, sin embargo, descartaron la idea del major porque sostuvieron era “mejor” que Trapero se quedara en la sede central de los Mossos en el complejo Egara, donde serían custodiados los consellers antes de pasar a disposición judicial. Trapero también ha reiterado que las indicaciones que dio a sus colaboradores para arrestar al Govern tenían que contemplar el eventual uso de un helicóptero y que los arrestos los llevaran a cabo altos mandos del cuerpo así como tener en cuenta una posible manifestación independentista que bloqueara los accesos al parque de la Ciutadella, sede del Parlament. 

Después de relatar que él mismo se ofreció para detener a Puigdemont en caso de que lo ordenaran, Trapero ha explicado otros dos episodios para sublimar su tesis de defensa consistente en demostrar su total alejamiento y hasta confrontación con el independentismo y con el Govern de cara al 1-O. En primer lugar, Trapero ha recordado que rechazó una oferta del president de al Generalitat, Quim Torra, y del conseller de Interior, Miquel Buch, para volver a liderar los Mossos en 2018.

Y unos meses antes, Trapero ha relatado, visiblemente molesto, que rechazó una oferta de JxCat para acudir a las listas electorales que le realizaron de forma interpuesta a través de su abogada, Olga Tubau. “Les dije que ni me llamasen, y no lo hicieron”, fue la respuesta del major ante la oferta de entrar en política. Así ha finalizado la declaración como acusado de Trapero, que se enfrenta a once años de cárcel por rebelión, en la Audiencia Nacional. El interrogatorio se ha alargado un total de once horas repartidas entre este lunes, martes y miércoles.

Por otro lado, Trapero ha desvinculado por completo de los hechos al resto de acusados, los exaltos cargos de la conselleria de Interior Cèsar Puig y Pere Soler y la intendente Teresa Laplana.  Trapero ha eximido a sus exjefes políticos de cualquier decisión operativa respecto al dispositivo del 1-O. “No pasó que diera una instrucción”, ha afirmado Trapero sobre Puig. Respecto a Soler, Trapero ha remarcado que no intervino “en ninguna comunicación” que hicieron los Mossos para presentar sus planes para impedir el 1-O primero a la Fiscalía y luego a la magistrada del TSJ catalán.

“No intervinieron de ninguna forma”, ha apostillado Trapero. Es más, el major ha detallado que en el ámbito donde Puig y Soler sí tenían competencias -adquisición de material y recursos humanos de la plantilla de Mosos- ambos altos cargos “satisficieron siempre las necesidades que expusimos desde el cuerpo”. Por ejemplo, Soler aprobó ampliar los horarios de los mossos para el dispositivo del 1-O.

Y Laplana, en palabras de Trapero, fue “los ojos” del control central de los Mossos en Economía ese día, y sus funciones fueron mediar, evaluar la situación e informar de la misma tanto a sus mandos como a la Guardia Civil. Pero no tenía ninguna competencia, ha remarcado Trapero, en el papel de las unidades de orden público de los Mossos para ayudar a la salida de la comitiva judicial del edificio.

“La salida de la comitiva y en qué condiciones se hacía dependía del máximo operativo de orden publico presente allí”, ha sostenido el major, que ha contratacado así al escrito de acusación de la Fiscalía, que acusa a Laplana de “negar intencionadamente las peticiones de auxilio que reclamaba la comitiva judicial”.

Laplana y el 20-S: “Es mí día de la marmota”

Una vez finalizada la declaración del major Josep Lluís Trapero, ha sido el turno de la intendente de los Mossos d'Esquadra Teresa Laplana, a quien la Fiscalía pide cuatro años de prisión por sedición en relación a la concentración del 20 de septiembre de 2017 en la conselleria de Economía. “Para mí el 20-S es como el día de la marmota desde hace dos años”, se ha confesado Laplana a preguntas del fiscal Pedro Rubira.

El fiscal, en un interrogatorio un tanto desordenado, ha preguntado a Laplana por detalles sobre cuántas veces habló con Trapero o Jordi Sànchez e intenta encontrar contradicciones en el relato de la intendente. “El 20-S estaba en una situación en la que realmente me cuesta procesar todo por los vértigos”, ha expresado Laplana, que ha estado de baja médica en los últimos años por dichos vértigos. . Según la intendente, Sànchez “ya podía decir misa que no tenía ninguna autoridad para condicionar la actuación policial, no era nadie para exigir ni entrometerse”.

En línea con lo declarado por Trapero, Laplana ha negado que ella fuera la jefa del operativo el 20-S en Economía, y explica que la intervención de las unidades de orden público de los Mossos no dependían de ella sino de sus propios mandos. “Yo era la representante de los Mossos, mi misión era informar de lo que veía a interlocutar con la Guardia Civil y mis mandos, no dirigir el operativo”, ha concluido.

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