Marchena aplaza la decisión sobre el careo entre López y Pérez de los Cobos por sus contradicciones sobre el papel de los Mossos el 1-O
El tribunal del juicio del procés, presidido por el magistrado Manuel Marchena, ha aplazado la decisión sobre si acuerda el careo entre el comisario de los Mossos d'Esquadra Ferran López y el coordinador del dispositivo policial para impedir el referéndum, Diego Pérez de los Cobos. La defensa del exconseller de Interior Joaquim Forn, que ejerce el penalista Xavier Melero, había pedido el careo para que los dos mandos policiales confrontaran sus versiones opuestas y contradictorias sobre el papel de los Mossos el 1-O.
En su declaración como testigo este miércoles en el juicio del procés, López, mano derecha del major Trapero en el cuerpo y luego jefe de la policía catalana bajo el 155, ha asegurado que Pérez de los Cobos “validó” el plan de los Mossos para impedir el 1-O: el dispositivo contemplaba en primer lugar que una pareja de mossos –el denominado “binomio” al que aludieron Trapero y otros mandos policiales– se personara en todos los colegios a primera hora del día de la votación para intentar cerrarlos. Si no tenían éxito, debían pedir apoyo de los antidisturbios de Mossos, Policía y Guardia Civil.
Por contra, en su declaración como testigo –y por lo tanto con obligación de decir verdad– Pérez de los Cobos no solo dijo desconocer cuál era el plan de la policía catalana para el 1-O, sino que negó que López le entregara el 29 de septiembre las pautas de actuación de los Mossos para cumplir con el auto del TSJC que instaba a los tres cuerpos a impedir la votación. Lo hizo precisamente a preguntas de Melero, que este miércoles ha pedido el careo. “No es cierto”, respondió Pérez de los Cobos el pasado 5 de marzo.
Pérez de los Cobos, coronel de la Guardia Civil y que el 1-O era director del gabinete de coordinación y estudios de la secretaría de Estado de Seguridad, llegó a tildar de “estafa” el dispositivo de los Mossos el 1-O. Sobre las pautas de actuación, concretó que no las tuvo hasta el 9 de octubre, cuando Trapero le remitió un informe sobre la actuación de los Mossos el 1-O. “Tengo pocas dudas de que si hubiera pedido las pautas no me las habrían entregado”, apostilló.
Según ha argumentado Marchena, tomar ahora una decisión “esencial y determinante” como es la del careo sería “prematuro” porque todavía no se ha “agotado el material probatorio”, esto es, las comparecencias de testigos y el análisis de documentos.