“Hemos venido para quedarnos”, grito unánime de los 'alcaldes del cambio'

Jordi Molina

Barcelona —

El run-run que hizo famoso Ada Colau en campaña se ha convertido hoy en una banda sonora multilingüe y multicultural. Un estruendo que ha cargado con fuerza contra el bipartidismo y que se ha comprometido con “la revolución democrática” surgida el 24-M. Cerca de 2.000 personas han visto como esta tarde, en medio de una crisis humanitaria sangrante, afloraba una red de ciudades hermanadas “por la rebeldía y la solidaridad”. Alto, claro, en catalán, en gallego, en euskera y en castellano de múltiples acentos, se ha escrito el primero de muchos capítulos de unos municipios que, más allá de convertirse en refugio, esperan ser la palanca de un cambio “que sólo ha hecho que empezar”.

La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, que ha firmado su mitin más enérgico desde que es alcaldesa, ha sido contundente: “Refugiados y refugiadas: ¡sed bienvenidas!”. Un guante que han recogido los alcaldes de Madrid, Iruña, A Coruña, Santiago de Compostela, Cádiz y Zaragoza. Colau, con la voz rota y con lágrimas en los ojos, ha leído cartas de ciudadanos barceloneses que se han dirigido al Ayuntamiento para ofrecer su casa de forma voluntaria para acoger refugiados. Después de recitar las misivas de solidaridad de la ciudadanía, la alcaldesa se ha preguntado que cómo era posible que, si lo hacían ellas, no lo pudiera hacer el Estado. Y ha gritado: “¡Vergüenza!”, entre cantos de “Sí que se puede, sí se puede”.

Mientras dentro del recinto transcurría el acto; fuera de la Estación del Norte cientos de personas se han reunido con velas reclamando una política de acogida a los refugiados más sensible y contundente. La plataforma Stop Madre Mortum había convocado la marcha y está previsto que mañana lidere una movilización bajo el lema “Aquí sí, Catalunya acoge”. La concentración popular ha tenido su eco en el acto, con alusiones constantes a los refugiados, y que ha servido para impulsar una red de ciudades refugio, tal como sugirió Barcelona esta semana ante la crisis humanitaria que vive Europa.

Por su parte, la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, ha animado a los ayuntamientos de todo el Estado a colgar una bandera de las casas consistoriales como señal de ciudades de acogida. “Barcelona, con Ada Colau a la cabeza, nos ha dado el ejemplo al declararse como una ciudad de acogida internacional, y la hemos seguido”. La representante de Madrid ha explicado que la precedían 25 años de gobiernos de derechas “en los que se ha despreciado la administración y se ha dado la falsa idea de que la única eficacia radica en la propiedad privada”. “¡Es falso! Lo más bonito que hay para trabajar es por lo público”.

La alcaldesa de la capital del Estado explicó que se sentía muy emocionada de estar en Barcelona, la ciudad que la acogió de joven, en plena lucha contra el franquismo. “Aprendimos a amar la ciudad, los barceloneses y los catalanes, y lo sigo haciendo”. Carmena ha puesto en valor alguna de las obras de su gobierno, como el paro de los desahucios que había oficiado su predecesora, Esperanza Aguirre, y ha insistido en que su ciudad quiere ser “la del abrazo” con Catalunya.

Desde tierras gallegas, el alcalde de Santiago de Compostela, Martiño Noriega, que ha hecho parte de su intervención íntegramente en catalán, ha contrapuesto la “competitividad de algunos” por delante de “la fraternidad de los demás”. “Somos la esperanza de millones de ciudadanos del sur de Europa que están siendo brutalmente agredidos”, explicó, antes de llamar a formar, también, una red de “ciudades rebeldes”. Su homólogo en la alcaldía de A Coruña, Xulio Ferreiro, ha añadido que “no cederán a ninguna presión y que seguirán siendo fieles a ellos mismos”.

El alcalde de Zaragoza, Pedro Santiesteve, ha cargado contra el bipartidismo y sus “decretos-ley anticonstitucionales” y defendió el 15-M como la escuela que les permitió llegar a las instituciones. “Nos hemos encontrado unos ayuntamientos envejecidos, con funcionarios desmotivados, con clientelismos muy arraigados”. Santiesteve ha insistido en acabar con los privilegios de una casta política que ha “dejado minado el territorio” y ha puesto algunos ejemplos de su intervención política, como la eliminación de los coches oficiales y la bajada de sueldos.

Badalona, tercera ciudad más importante de Cataluña en población, también ha tenido un peso importante en la cumbre. Dolors Sabater ha puesto en valor “la mediterránea como cuna de culturas” y ha lamentado el drama de los refugiados ante “la falta de respuesta de Europa”. “Hoy nuestro mar nos enseña la parte más cruda de la quiebra del mundo económico-político”, ha dicho. Sobre la crisis humanitaria, Sabater ha insistido que “una vez más es el pueblo quien toma la iniciativa, quien manda y quien debe dirigir los cambios”. La alcaldesa de Guanyem Badalona en Comú, que ha tenido unas palabras de recuerdo, muy aplaudidas, “para el xenófobo” Xavier García-Albiol, ha pedido también el compromiso de la ciudadanía en el derecho a la autodeterminación de los pueblos, que ha sido igualmente aplaudido por los asistentes y por el resto de alcaldes.

Desde Andalucía, el alcalde de Cádiz, José María González, ha recordado que los gaditanos consiguieron la victoria tras 20 años de gobiernos del PP, que han pasado factura, según ha señalado: “42% de paro o 275 millones de deuda”, ha dicho. “En las políticas les hace falta sur, porque han perdido el norte”, dijo el conocido popularmente como Kichi, que ha recogido el guante de adherirse a la red de ciudades refugio. “Tenemos derecho a trabajar sin que ello sea sinónimo de esclavitud”, selló uno de los alcaldes más aclamados de la tarde, con un constante tono poético.

Desde Iruña, Joseba Asiron, habló en nombre de los “euskaldunes minorizados” durante años en la capital navarra. El alcalde de EH Bildu se ha referido explícitamente al 27-S como un horizonte ilusionante para los catalanes y aseguró que “la libertad de Catalunya es la libertad de Euskal Herria y la libertad de todos los pueblos”.

Las alcaldesas y alcaldes han visitado Barcelona en el marco del primer encuentro municipalista de ciudades que apuestan por un cambio en las políticas públicas y que la ciudad acoge entre hoy y mañana. Tal y como han recordado los diferentes alcaldes invitados, el objetivo del encuentro es liderar un cambio de políticas para mejorar la calidad de vida de la ciudadanía y combatir la pobreza y las desigualdades, “apostando por una administración más transparente y con participación ciudadana y por un modelo económicamente, social y ambiental sostenible”.

El acto ha terminado igual que ha comenzado, con Ada Colau parafraseando el cantautor Jaume Sisa, como antes había hecho el teniente de alcalde Gerardo Pisarello: “Nuestra casa es vuestra casa si es que hay casas de alguien”. Pisarello, que ofició el acto, ha hablado en catalán, en gallego, euskera, y castellano para recibir a los llamados “alcaldes del cambio”, en acto emotivo y lleno de simbolismo que dibuja un nuevo escenario de relaciones entre ciudades.

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