Una rebelión “por motivos racistas o de discriminación de todo lo referente a los ciudadanos españoles por razón de su nacimiento en España”. Así define Vox el proceso soberanista en el escrito de acusación que el partido ultraderechista ha presentado ante el Tribunal Supremo este viernes, al que ha tenido acceso este diario. Un escrito de 60 páginas en las que el partido, que ejerce la acusación popular de la causa, vuelve a erigirse como principal azote de los independentistas catalanes.
El “racismo” independentista, junto a la condición de autoridad pública de los exconsellers, son los dos motivos para agravar las penas de los dos delitos de rebelión y uno de organización criminal y malversación de los que acusa Vox a los líderes soberanistas.
En consecuencia, el partido ultraderechista pide 74 años de cárcel para el exvicepresident Oriol Junqueras y los otros cinco exconsellers en prisión preventiva y 62 años de cárcel para Jordi Sànchez, Jordi Cuixart y Carme Forcadell. De forma alternativa, en vez de los 50 años por dos delitos de rebelión, Vox pide condenar a los exconsellers y a los 'Jordis' y a Forcadell a 30 años de cárcel por dos delitos de sedición.
Vox, que tiene el cierre de fronteras en su programa político, basa la agravante de racismo en tres artículos, uno de Oriol Junqueras, otro del expresident de la Generalitat Jordi Pujol y otro del dramaturgo Albert Boadella, referente de colectivos contrarios a la secesión como Tabarnia. El exvicepresident, según Vox, escribió en 2008 que “los españoles tienen más proximidad genética con los portugueses que con los catalanes y muy poca con los franceses”.
Respecto a Pujol, Vox recupera unas supuestas declaraciones del expresident en las que aseguró que “el hombre andaluz no es un hombre coherente, es un hombre anárquico y destruido”, mientras que de Boadella destaca la “descripción” que hizo del nacionalismo catalán: “Un goteo de odio a España durante 35 años, dos generaciones que se han educado en el odio”.
Sobre la violencia necesaria para acusar por rebelión, Vox asegura que durante el proceso soberanista “han sido permanentes los actos y manifestaciones” convocados por Òmnium y la ANC “orientados a fomentar, provocar y ejecutar actos de violencia y a impulsar y movilizar el mayor sector de población que fuera posible”. Y pone como ejemplo las manifestaciones de la Diada de 2015, 2016 y 2017. Por otro lado, Vox coincide con la Fiscalía en calificar de “incendiaria convocatoria” la protesta frente a la conselleria de Economia del pasado 20 de septiembre, un “levantamiento violento” que repetirían, junto a los exconsellers, el 1-O.
La votación del pasado mes de octubre es, a criterio de Vox, un punto “imprescindible” de la “estrategia golpista” por la que los soberanistas, según el partido ultraderechista, “continuaban manteniendo una falsa esperanza de independencia entre aquellos ciudadanos que luego emplearán la violencia para intentar culminar el proceso”
Las penas solicitadas por Vox suponen multiplicar por tres y por cuatro las reclamadas por la Fiscalía que ha pedido 25 años de prisión para Junqueras, 17 para Forcadell y los 'Jordis' y 16 para los exconsellers acusados de rebelión. Y son hasta ocho veces más altas respecto a las solicitadas por la Abogacía del Estado por sedición –12 años de prisión para Junqueras, once y medio para los cinco exconsellers que siguen en prisión, diez para Forcadell y ocho para los 'Jordis'. Con estos abanicos de penas y delitos deberá decidir la sala del Tribunal Supremo que juzgará a los líderes del 'procés', aunque las calificaciones de las acusaciones se pueden modificar al final de la vista oral.
Entre los testigos solicitados por Vox destacan, entre otros, el expresidente del Gobierno Mariano Rajoy; la exvicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría; el exministro de Hacienda Cristóbal Montoro; el exministro del Interior Alfredo Pérez Rubalcaba; la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau; el presidente del Parlament, Roger Torrent; el expresident de la Generalitat, Artur Mas; y la periodista Pilar Rahola.