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CRÓNICA

Yolanda Díaz, la baza de los comuns para rearmarse ante el PSC

Colau y Díaz, durante una visita de la vicepresidenta a Barcelona.

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Hubo un momento en que los comuns no tenían claro si Pablo Iglesias les sumaba o más bien les complicaba la vida. En cambio, cuando se les cita a Yolanda Díaz todo son halagos. Al menos hasta ahora. Con la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, hablan un par o tres de veces por semana, sobre todo cuando encima de la mesa ha habido negociaciones tan complejas como la de la Ley de Vivienda. También la relación con la presidenta del grupo parlamentario de En Comú Podem en el Parlament, Jessica Albiach, es muy fluida. El triángulo que forman las tres está funcionando muy bien, aseguran en el partido.

¿Por qué los comuns tienen puestas tantas esperanzas en que Yolanda Díaz sea un revulsivo para ellos? Cuando se les pregunta responden que son varios motivos. El primero es que los sondeos señalan que el liderazgo de la vicepresidenta segunda puede ir a más. Como en otros territorios, en Catalunya uno de sus puntos débiles es la fuga de votos hacia los socialistas. Los estrategas de los comuns señalan que Díaz polariza menos que Iglesias y eso les puede ayudar a rescatar electores que en las últimas contiendas se han pasado, o para ser exactos han regresado, al PSC. 

En el partido de Colau han examinado las notas que obtiene la vicepresidenta en los sucesivos sondeos del CIS y en especial entre los votantes que se autoubican en partidos de izquierdas. Entre los electores de Unidas Podemos obtiene un 7,4 y entre los de los comuns un 5,7. Es la política mejor valorada por sus propios votantes. Además, consigue un 6,3 entre los socialistas y un 6,5 entre los de Más País, una fuerza que en Catalunya solo se presentó en las autonómicas del 2017 sin lograr representación. Los comuns subrayan que incluso entre los de ERC obtiene un aprobado, con un 5,4.

La buena puntuación que Díaz logra entre el electorado de izquierdas hace pensar a los estrategas de los comuns que su candidatura les permite rearmarse ante el PSC, con el que son socios en el Ayuntamiento de Barcelona pero con el que se disputan una mayor cantidad de votantes, no solo en la capital catalana, pero principalmente en la que es la joya de la corona de esta formación . “Ella tiene claro que Barcelona es una prioridad”, destacan en Catalunya En Comú. 

Otro de los motivos que esgrimen para defender su confianza en Díaz es que, según los comuns, a la vicepresidenta no hay que explicarle qué significa tanto la plurinacionalidad del Estado como la de la propia organización. Ayuda y no poco que su jefe de gabinete sea Josep Vendrell. El exdiputado es un interlocutor directo y por lo tanto ya no hace falta pasar por varios teléfonos para coordinar estrategias. Vendrell, además de conocer perfectamente la política catalana está acostumbrado a negociar y a aguantar la presión, también la que a menudo procede de las propias filas. Si Díaz es poco amiga de polarizar, Vendrell todavía lo es menos. 

El rechazo de Díaz a la ampliación del aeropuerto de El Prat, con visita incluida a la zona de La Ricarda (en el partido aseguran que no estaba previsto que el día antes la ministra de Transportes anunciase que se descartaba el proyecto) o la presencia en la última campaña de las catalanas son dos ejemplos que citan en el partido de Colau para subrayar la implicación de la vicepresidenta en la estrategia de los comuns. El objetivo, añaden, es que como mínimo pueda desplazarse a Catalunya cada dos meses. 

Barrios prioritarios

Los comuns pronostican que su presencia puede dar mayor protagonismo al partido y a la vez reforzarle en los barrios de Barcelona donde han detectado que el PSC está en condiciones de recuperar más voto en las próximas municipales. Entre ellos están los de Nou Barris, el Bon Pastor o Sant Martí. Según los datos demoscópicos que están analizando, la vicepresidenta obtiene una buena nota (5,7) entre segmentos que se definen como clase trabajadora y eso, junto a una mayor presencia de la alcaldesa, puede ayudarles en estas zonas.

Pese a que en los últimos meses han arreciado las críticas a la gestión de Colau por parte de varios estamentos económicos y lobis influyentes de la capital, los comuns rebajan la percepción de insatisfacción con el gobierno de la ciudad y a la pregunta de si hoy podrían mantener el resultado de 2019 cuando empataron en concejales con ERC aunque los republicanos ganaron en votos, contestan que sí. Faltan dos años para las siguientes, una eternidad en política, y aunque Colau no ha aclarado si repetirá o no como candidata, en su equipo aseguran que tiene ganas de continuar.

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