Los seis Mossos d'Esquadra condenados por el homicidio de Juan Andrés Benítez han admitido que mataron al vecino del Raval sólo para evitar la cárcel. De hecho, los agentes están “moralmente convencidos” de que su actuación fue correcta, según ha dicho su abogado. Este lunes se ha cerrado el capítulo judicial (un acuerdo de conformidad entre las partes no puede recurrirse) de un caso que ha terminado con un final beneficioso para los acusados: se exponían a penas de hasta 14 años de prisión si se celebraba el juicio y han terminado sin pisar la cárcel y con una suspensión de empleo y sueldo de sólo dos años. La indemnización de 150.000 euros a la familia de la víctima correrá a cargo de la Generalitat, de forma subsidiaria.
Por contra, el sentimiento en la concentración de los amigos de Benítez y los vecinos del Raval este lunes por la tarde en la calle Aurora ha sido de decepción ya que temen que el pacto contribuya a la impunidad policial. Además de las consecuencias políticas y policiales de la sentencia, el caso Benítez deja, como mínimo, cinco preguntas.
¿Por qué las acusaciones han preferido el pacto al juicio?
¿Por qué las acusaciones han preferido el pacto al juicio?Ninguna acusación quiere arriesgarse a perder un juicio. Esta premisa ha terminado siendo fundamental en este caso y explica el pacto 'in extremis'. La Fiscal, Elena Contreras, que pedía 11 años de prisión, había expuesto que, ante la “duda” sobre las cuatro “concausas” que provocaron la muerte de Benítez, era preferible un pacto con los Mossos.
De las cuatro causas apuntadas por la Fiscalía sólo dos eran atribuibles a los Mossos: la reducción desproporcionada y el estrés generado en Benítez por la misma. Las otras dos eran una enfermedad cardíaca de Benítez y que la víctima había consumido cocaína. La defensa de los Mossos podía usar la variedad de factores para sembrar la duda al jurado y que el caso terminara con una absolución.
Con todo, hasta este lunes la acusación popular se mantenía como el único escollo para el acuerdo entre las otras partes (por eso las defensas de los Mossos querían expulsarles del caso). Pero la Asociación Catalana para la Defensa de los Derechos Humanos (ACDDH) ha terminado por aceptar un pacto antes que exponerse a la posibilidad de que los agentes acabaran absueltos. Lo ha hecho con críticas hacia la Fiscalía, a quien ha acusado de “dejar de remar” en su misma dirección a las puertas del juicio.
Sólo los amigos de Juan Andrés Benítez y la campaña Justicia Juan Andrés se han desmarcado del acuerdo, ya que para ellos resultaba “imprescindible” la celebración de un juicio público para “luchar contra la impunidad policial”. También han acusado de pactar sin consultarles a la ACDDH, a quien la campaña había confiado de manera informal su representación en el proceso al carecer de personalidad jurídica para hacerlo por ella misma. La ACDDH, que hasta este lunes se había coordinado con la campaña, ha negado los reproches.
La jornada de este lunes ha concluido con el riesgo de que los movimientos sociales de Barcelona dejen de confiar en los cauces legales que ofrece el sistema para intentar hacer justicia, en un momento en el que precisamente algunos Mossos d'Esquadra empezaban a desfilar por el banquillo de los acusados después de complicadas fases de instrucción. Los amigos de Juan Andrés se han quedado llenos de decepción y rabia.
¿Qué hará la Generalitat con los Mossos condenados?
¿Qué hará la Generalitat con los Mossos condenados?La Generalitat había dejado en suspenso el expediente que había abierto a los Mossos acusados hasta que hubiera condena, que ahora deberá reabrir por imperativo legal. Precisamente la condena pactada este lunes es muy dura, aunque termine sin la entrada en prisión de los agentes: los condenados han reconocido que propinaron dos patadas y cinco puñetazos en la zona superior del cuerpo de Benítez, seis puñetazos y golpes de rodilla en sus extremidades inferiores, así como “varias patadas” en la parte lateral izquierda inferior del cuerpo del fallecido.
Los condenados han admitido que su actuación fue desproporcionada y que sólo autorizaron la atención médica a Benítez cuando cayó inconsciente, pese a que el fallecido estuvo suplicando y jadeando por lo menos 12 minutos. Tampoco había mando policial alguno que coordinara la reducción de Benítez.
La conselleria de Interior tiene ahora que decidir qué hace con los agentes y cómo concluye el expediente que les abrió. Dentro de siete años terminará la condena que les impide patrullar por la calle. ¿Qué decidirá la Generalitat? ¿Dejará a los condenados volver a patrullar por la calle una vez termine la pena?
¿Habrá cambios en el protocolo de reducción?
¿Habrá cambios en el protocolo de reducción?En la vista de conformidad de este lunes, el letrado de la Generalitat ha asegurado que la administración se compromete a revisar el protocolo de reducción “a personas alteradas”. Las asociaciones de Derechos Humanos pondrán la lupa sobre Interior para que cumpla lo que ha prometido en el Palacio de Justicia de Barcelona y revise los protocolos.
A día de hoy, en el Parlament está en discusión el uso de las pistolas 'taser' por parte de la policía catalana. Precisamente varios sindicatos policiales defienden su uso en situaciones como la que terminó con la muerte de Juan Andrés Benítez, mientras que las organizaciones pro Derechos Humanos rechazan este tipo de armas.
¿Servirá un curso de Derechos Humanos para unos Mossos convencidos de que actuaron correctamente?
¿Servirá un curso de Derechos Humanos para unos Mossos convencidos de que actuaron correctamente?Pese a la gravedad de los hechos reconocidos, uno de los abogados de los Mossos condenados ha dicho que los agentes están “moralmente convencidos” de que su actuación fue correcta. Con esta actitud encararán el curso sobre Derechos Humanos al que han sido condenados (uno de los puntos de la condena conseguidos por la ACDDH). “Un curso sobre Derechos Humanos resulta grotesco”, lamentaba una de las miembros de la campaña Justicia Juan Andrés.
¿El pacto contribuye a la impunidad policial?
¿El pacto contribuye a la impunidad policial?Los amigos de Benítez han salido visiblemente enfadados de los juzgados porque consideran no sólo que no se ha hecho justicia con el vecino del Raval, sino que el pacto contribuye a la impunidad policial. Por contra, el letrado de la ACDDH, Àlex Solà, ha considerado que la condena “asegura la no impunidad” de los hechos y que supone un aviso para todo el cuerpo. “Los Mossos que patrullan por la calle, más allá del respeto que tengan a los Derechos Humanos, hoy tienen un argumento para vigilar con lo que hacen”, ha valorado. Además, el letrado ha querido destacar que la condena supone un “destierro” de los agentes del barrio del Raval, ya que durante siete años no podrán acercase a 1.000 metros de la calle Aurora. Para los amigos de Juan Andrés Benítez no es suficiente. Ellos pedían justicia.