Los nueve presos del procés han comenzado este miércoles a abandonar las cárceles en las que han estado durante los últimos tres años y medio, después de haber recibido los indultos del Gobierno. Las prisiones de Lledoners, Wad-Ras y Puig de les Basses, entre las que se repartían los líderes independentistas, han recibido del Tribunal Supremo la interlocutoria que informaba de la aplicación de las medidas de gracia, lo que hace efectiva la libertad de los reos. Una comitiva encabezada por el president de la Generalitat, Pere Aragonès, y el vicepresident Jordi Puigneró ha recibido a los presos a las puertas de la prisión de Lledoners.
Los siete hombres reclusos en la prisión del centro de Catalunya han firmado las órdenes de excarcelación y se han despedido del resto de presos entre abrazos. Tal y como estaba previsto, a mediodía han cruzado la puerta de salida y se han reunido con sus seres queridos, que los esperaban fuera. Oriol Junqueras, Jordi Sànchez, Jordi Cuixart, Raül Romeva, Jordi Turull, Josep Rull y Quim Forn han dejado atrás la prisión sujetando una pancarta con el mensaje “Freedom for Catalonia” y una bandera independentista. Una vez afuera, los siete se han abrazado con sus allegados y los políticos que les esperaban.
“Salimos con el compromiso de hacer desde la política todo lo que nunca debió salir de la política. Porque no hay ideal más noble que el de la libertad del país, el de la independencia y el de la justicia social”, ha proclamado Oriol Junqueras tras su salida de la prisión. “Hasta el día de la victoria seguiremos trabajando con todos y sin excluir a nadie para hacer realidad el sueño de una república catalana”, ha añadido el líder de ERC, que ha asegurado que tras su liberación hay “nueve personas más trabajando ”por la libertad y la amnistía por los 3.000 represaliados de este país“.
Antes que él, el primero en tomar la palabra ha sido el presidente de Òmnium, Jordi Cuixart. “Hoy no es un día de renuncia sino un día en que los catalanes y las catalanas nos reafirmamos. Que nadie se equivoque, la represión no nos ha vencido ni nos vencerá. No existe el indulto que nos haga callar, no nos han hecho callar y no callaremos nunca”, ha proclamado Cuixart desde un pequeño escenario colocado fuera de la cárcel. “Si hoy los presos y las presas estamos afuera es porque el Estado no nos ha podido mantener más días adentro”, ha continuado, “seguiremos ejerciendo todos los derechos condenados por el Tribunal Supremo”.
Tras el presidente de Òmnium ha tomado la palabra el expresidente de la ANC, Jordi Sànchez, no sin antes representar el abrazo entre los dos primeros líderes encarcelados. “Pese a todo lo que la justicia española y el Estado nos ha hecho durante estos años salimos todos unidos, juntos, en pie, sin echarnos atrás. No aceptaremos ningún silencio a cambio de ningún indulto”, ha asegurado Sànchez, hoy convertido en secretario general de Junts. Sànchez ha asegurado que salen “determinados a ganar aquello que no pudimos acabar el 1 de octubre”.
Todos los presos han agradecido su apoyo a las personas que han estado a su lado tanto en los actos en torno a las prisiones como en las protestas celebradas durante los últimos años y, la mayoría, se han referido al 1 de octubre. El exconseller de Territori Josep Rull ha asegurado que el recuerdo del referéndum le ha ayudado a pasar este tiempo de encierro. “No somos nosotros quienes tenemos que pedir perdón, son los que pegaron a la gente por votar quienes deberían pedirlo”, ha asegurado Rull.
“Nos han dado unos indultos condicionados, revisables y parciales. Que sepan que nuestro compromiso para culminar lo que empezamos el 1-O no es condicional, ni revisable ni parcial”, ha proclamado Jordi Turull. “Salimos a hacer mucho trabajo”, ha apostillado Romeva, que ha afirmado que “si pensaban que nos aplacarían encerrándonos, se han equivocado de pueblo y de época”.
La expresidenta del Parlament, Carme Forcadell, ha sido la primera en salir y ha abandonado la cárcel de Wad-Ras a falta de pocos minutos para las 12 del mediodía. “Amnistía es lo que queremos y conseguiremos, no os preocupéis que lograremos el fin de la represión para todos los exiliados y represaliados”, ha señalado Forcadell, escoltada por el expresidente de la cámara catalana, Roger Torrent y la actual presidenta Laura Borràs entre otros cargos independentistas.
Forcadell, visiblemente emocionada, ha señalado que el indulto aprobado por el Gobierno es una “pequeña victoria” para lograr la “gran victoria” del independentismo. “Si no hubiésemos ganado elección tras elección, si no hubiésemos tenido victorias judiciales en Europa y si la gente no se hubiese movilizado no estaríamos hoy aquí”, ha remachado Forcadell.
La exconsellera de Treball, Dolors Bassa, ha sido la última en abandonar el recinto de Puig de les Basses (Girona) sobre las 12:15, acompañada de su familia y de una delegación del Govern. Con una sonrisa de oreja a oreja, Bassa ha agradecido el “apoyo” recibido durante estos tres años que ha pasado entre rejas. “Tantas veces de decir buenas noches y dejaros atrás cuando cruzaba la puerta de la cárcel, hoy por fin se abre”, ha afirmado la exconsellera.
“La represión no ha acabado, esto es un primer paso que abre la puerta a hacer las cosas con política y no judicializarla”, ha proseguido Bassa, en línea con el resto de discursos. “Hoy salimos 9 personas pero sigue habiendo mucha gente encausada”, ha remachado. Bassa ha pedido la retirada de las euro órdenes y ha finalizado su breve discurso recordando que el independentismo “tiene mucha faena por hacer”.
Tras la aprobación de las medidas de gracia en el Consejo de Ministros de este martes, los trámites se desencadenaron con normalidad. El rey Felipe VI firmó esa misma tarde los nueve reales decretos, uno para cada preso, por lo que este miércoles los perdones ha aparecido publicados en el Boletín Oficial del Estado (BOE). A partir de este momento el Tribunal Supremo, encargado de aplicar los indultos, ha podido realizar la correspondiente liquidación de la condena y ha comunicado a los juzgados de vigilancia penitenciaria la puesta en libertad de los presos, que a su vez lo han remitido a las cárceles.