El Ayuntamiento de Barcelona tenía que presentar mañana miércoles la primera propuesta de presupuestos municipales de 2023, pero la convocatoria se ha pospuesto sin una fecha alternativa en el calendario. La explicación de esta situación difiere según si se pregunta a los comuns, a ERC o al PSC.
Los de Ada Colau aseguran que el retraso se debe a que ERC ha “congelado las negociaciones” al negarse a asistir a una reunión convocada por los comuns, en la que se les iba a presentar la propuesta de presupuestos. Pero, para los de Maragall, la situación es distinta. Según ellos, dichas negociaciones nunca han llegado a empezar. Reconocen que se les convocó a una reunión y que declinaron ir, pero achacan el desplante a discrepancias sobre el formato del encuentro: los comuns pretendían que fuera bilateral, mientras los republicanos querían que fuera conjunta con el resto de grupos del consistorio.
“Queremos conocer los presupuestos con el resto de grupos y después decidir si negociamos o no, como es habitual, así que declinamos la reunión”, han asegurado fuentes de ERC. Los comuns, por su parte, aseguran que les quisieron presentar las cuentas antes que a los otros grupos porque “ERC es un socio preferente” en las negociaciones.
Aún así, los republicanos lamentan que se haya considerado que el hecho de que los presupuestos se hayan encallado sea culpa de ERC. De hecho, su portavoz, Jordi Coronas, ha pedido que se deje de usar a ERC “como excusa para intentar tapar las discrepancias entre Colau y Collboni”.
Los comuns niegan estas discrepancias, mientras que desde el PSC sí que aseguran que hay “desacuerdo” por el contenido de los presupuestos. Según fuentes socialistas consultadas por elDiario.es, la falta de consenso se basa en la bonificación a la tasa de terrazas, que el PSC quiere mantener, y en el hecho de que, según los socialistas, no se ha cerrado la lista de inversiones en los barrios ni el paquete de medidas anticrisis.
Según el PSC, estos desacuerdos son los que habrían llevado a aplazar la presentación de las cuentas y no la decisión de ERC de no asistir a la reunión. En cambio, desde los comuns niegan que haya discrepancias con el PSC y quieren minimizar los desacuerdos con el PSC. “Forman parte de las conversaciones normales de cualquier negociación de presupuestos”, según aseguran.
Igualmente, desde el entorno de Colau se muestran tranquilos, a pesar de haber aplazado la presentación de los presupuestos, y llaman a la calma. “La situación política está muy revuelta”, dicen los comuns, en referencia a los desacuerdos entre Junts y ERC en el Gobierno de la Generalitat. Aseguran entender que los republicanos “necesitan tiempo” para desencallar la situación y apuntan que no quieren “ninguna polémica con ERC”.
Las negociaciones quedan congeladas 'sine die' y ni comuns ni PSC aportan ninguna fecha para retomar las reuniones ni para presentar la primera propuesta presupuestaria. Aun así, los de Colau aseguran que “no viene de unos días” y se muestran seguros de que las cuentas municipales estarán listas antes de diciembre.