Ángel Gallego, el profesor de la Facultad de Letras de la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB) suspendido recientemente por abuso de poder y mala praxis docente, ha emitido un comunicado en Instagram en el que no pide disculpas ni admite las acusaciones. Al contrario, carga contra los alumnos. “Los estudiantes descontentos tienen derecho a responsabilizarme por su fracaso académico”, afirma en un texto que consta de siete puntos.
El docente, que ha sido apartado también de la coordinación de las Pruebas de Acceso a la Universidad (PAU) por parte de la Generalitat, ha publicado el comunicado días después de que se conociera la sanción recibida por parte de la UAB. El expediente que le abrió la institución, según desvelaron ‘Ara’ y TV3, se originó en una denuncia por acoso sexual que activó el protocolo, así como otras siete por acoso laboral, presiones y amenazas.
Gallego obvia todas esas denuncias en el comunicado y afirma que la “propuesta de sanción” no incluye ningún caso de acoso sexual. En esta línea, defiende que, salvo que se haya tenido acceso a su expediente, las acusaciones que recibe estos días en redes sociales se basan en información “parcial” y “distorsionada”.
Finalmente, en el punto 6 es donde carga directamente contra algunos de sus estudiantes, los que dice que tienen derecho a responsabilizarle de sus fracasos. “En un estado de derecho, hasta lo tienen de canalizar su frustración por otros medios, igual que yo lo tengo de permanecer en silencio, siendo inocente hasta que se demuestre lo contrario”, proclama.
Gallego ha sido suspendido un año y dos meses de empleo y sueldo por parte de la UAB, por una falta muy grave de prevalencia de la condición de empleado público y por dos faltas graves de abuso de autoridad. En una rueda de prensa posterior, la secretaria general de la universidad, Esther Zapater, llegó a pedir disculpas incluso a las denunciantes por no haber sabido darles la confianza suficiente ni haber actuado de forma más “ágil y eficiente”.
Tras registrar las denuncias, en primavera del año pasado, se optó por desdoblar clases y apartar al profesor de las alumnas que habían puesto la queja, pero no de la docencia. Al inicio del curso 2022-2023 Gallego estuvo de baja, pero hacía unas semanas se había vuelto a reincorporar al trabajo, lo que había generado mucha inquietud entre las denunciantes.
El suyo es el segundo caso conocido este mes de marzo de un profesor de esa universidad apartado por denuncias de acoso. El otro es el de Álvar Sánchez, catedrático de Física condenado por acoso sexual y que fue apartado de la docencia tras publicar eldiario.es su caso.
Estas noticias han provocado varias protestas en el campus de la Autónoma. La última, este mismo martes y precisamente contra Gallego.