A la Universitat de Barcelona (UB) se le empiezan a amontonar las sentencias que le obligan a incorporar como indefinidos a los falsos profesores asociados. Según los fallos judiciales a los que ha tenido acceso eldiario.es, trece docentes de la UB que acumulan contratos temporales año a año han recibido sentencias favorables en las últimas semanas. La cifra tiene todas las opciones para aumentar porque hay más de cincuenta casos en los tribunales y distintos juzgados han dictado sentencias en el mismo sentido favorable a los docentes.
Estos fallos abren un nuevo episodio en la lucha contra la precariedad de un colectivo, el de los profesores asociados, que supone el 42% del Personal Docente e Investigador (PDI) de la UB: 2.426 de 5.773 docentes. Muchos de ellos son los considerados falsos asociados, contratados bajo esta modalidad pese a que no cumplen con el requisito básico de esta categoría: tener un empleo reconocido fuera de la facultad para aportar su bagaje profesional a los estudiantes.
Citando la ley de Universidades de 2006, en su artículo 53, uno de los fallos, que afecta a cinco asociados, constata: “Los profesores asociados son especialistas de reconocida competencia que acrediten ejercer su actividad profesional fuera del ámbito académico universitario, lo que no sucede en este caso”. Es la constatación de facto de que se trata de falsos asociados, puesto que su único desempeño laboral es dentro del ámbito académico.
La sentencia, del Juzgado de lo Social nº 7 de Barcelona, obliga a la UB a establecer una relación laboral de carácter indefinido con estas docentes y reconoce a las demandantes que ejercen las mismas funciones que el resto de profesores de la institución. “Levantan actas, coordinan asignaturas (que a veces, incluso, carecen de profesor titular), hacen tutorías, ponen notas, efectúan labores investigadoras”, enumera la magistrada sobre estos cinco casos.
Con todo, la jueza acepta uno de los argumentos de la UB, que consiste en remarcar que los demandantes no tienen el título de doctor para ser adscritos a otras categorías docentes. Pero añade que esto deberá resolverlo la Universidad.
Contratos temporales para tareas permanentes
En otro fallo consultado por este diario, del Juzgado de los Social nº 28, el juez ordena igualmente que se considere indefinido al asociado que demandó a la UB. “La actividad no constituye la función ni la finalidad de la contratación temporal de los profesores asociados”, resume el texto, que deja muy claro que la concatenación de contratos temporales de este docente pervertía la normativa “para cubrir necesidades permanentes”. Este docente en cuestión encadenó contratos cada año desde 2006 hasta 2020, con un salario este último curso de 637 euros brutos.
La UB ha declinado aportar su versión a esta información, con lo que no ha indicado si recurrirá las sentencias a instancias superiores. Tampoco si tiene constancia de más sentencias. El actual equipo de gobierno de la institución se comprometió a reducir el número de asociados en situación precaria, pero desde el Comité de Empresa aseguran que no ha habido avances en este sentido.
Justamente en los últimos días ha visitado la universidad el nuevo ministro del ramo, Manuel Castells, que además proclamó de forma contundente que uno de sus objetivos de mandato era acabar con el uso de profesores asociados para tareas docentes estables. Castells escuchó las demandas de este colectivo y “fue muy receptivo”, según la presidenta del Comité de Empresa, Montserrat Mitjans. Se trataba de un primer encuentro dentro de una gira por distintos campus españoles para tomar el pulso de las necesidades del sector.
Mitjans reconoce comparte el diagnóstico que durante años ha hecho la UB, y es que la contratación de tantos profesores bajo esta categoría responde a que durante los años de la crisis económica no se podían ofrecer nuevas plazas. “No había otra opción y la universidad necesitaba profesorado para dar la clases, por eso se facilitó la mala contratación; ahora tienen que buscar soluciones”, exige.
500 euros por una dedicación del 75%
La situación de los asociados en la universidad española se ha denunciado durante años y, en algunos casos, incluso se han realizado huelgas para poner fin a su precaria situación. Ha ocurrido en la UB y en otros campus, como los de la Universitat Politècnica de València (UPV). Mitjans lamenta que en la universidad barcelonesa hay un gran número de profesores asociados cobrando menos de 500 euros por contratos de 180 horas presenciales, “el 75% de lo que sería un profesor a tiempo completo”. “Es un sueldo miserable”, incide.
Esta es la situación de Laia, otra de las profesoras denunciantes y que está pendiente de juicio por lo mismo. Esta docente, que prefiere no dar su nombre real, trabaja en la universidad desde 2011 y, pese a su categoría, nunca ha tenido un trabajo externo que no sea en la academia. Su contrato es de 12 horas semanales por 500 euros, pero denuncia que detrás de estás hay “muchas más de dedicación”, como la preparación de clases o las correcciones de exámenes y trabajos. “Los asociados que tenemos solo esta dedicación es imposible que podamos sobrevivir”, lamenta.