El expresidente de Catalunya Carles Puigdemont ha dicho este domingo que “nadie” le ha pedido que renuncie a su acta de diputado para facilitar la investidura del nuevo Gobierno catalán, e insistió en que el desbloqueo de la situación pasa por que se le deje delegar su voto.
“A mí nadie me ha pedido que deje el escaño. Me piden, y yo he pedido, delegar el voto, lo que se debería permitir para respetar el resultado de las elecciones del 21 de diciembre”, ha afirmado Puigdemont en una conferencia de prensa en Ginebra, donde esta tarde participa en un foro sobre derechos humanos. “Evidentemente, no hay obstáculos reglamentarios para que yo pueda delegar el voto, pero estamos ante una intervención de la Justicia en la vida legislativa catalana, cosa que es bastante impropia de un régimen donde debería haber separación de poderes”, agregó el exmandatario.
El expresidente aseguró que quien tiene la llave de desbloquear la situación en Catalunya es el Gobierno español, por lo que pidió que deje de intervenir. “Yo le pediría al Estado español más respeto y que dejara de interferir, un poco de más de respeto por la decisión de los catalanes”, insistió.
Preguntado sobre una supuesta propuesta de la CUP de poder pactar un candidato y facilitar su investidura si JxC acepta que haya una moción de confianza a mitad de mandato, Puigdemont declinó comentar y argumentó que confía plenamente en su equipo en Barcelona. No obstante, Puigdemont se reunirá este lunes en Ginebra con la exdiputada de la CUP Anna Gabriel, también huida de la Justicia española, y que se encuentra en Ginebra desde hace un par de meses.
Finalmente, cuestionado por la posibilidad de entrar en prisión, ha contestado: “Sí, desde el momento en que yo estoy a disposición de la Justicia belga y que hay la posibilidad de que puedan extraditarme”.
“Yo tengo esperanza y gran confianza en la Justicia europea y en la de los países europeos y voy a respetar sus decisiones (...) porque tengo una gran confianza en la separación de poderes y en las garantías de un trato justo que yo no puedo obtener en España”, ha afirmado Puigdemont a los medios. Consultado específicamente si está listo para ir a prisión, respondió afirmativamente: “Sí, desde el momento en que yo estoy a disposición de la Justicia belga y que hay la posibilidad de que puedan extraditarme”. No obstante, Puigdemont advirtió que si finalmente acaba en prisión, sería “un grave error que empeorará aún más la situación”.