El expresidente Jordi Pujol ha respondido ya al requerimiento unánime de comparecencia por parte del Parlament de Catalunya. Ha afirmado que está dispuesto a dar la cara, pero pide hacerlo después del 22 de septiembre, para asegurar que sus declaraciones “incidan lo menos posible” en los próximos acontecimientos políticos catalanes como la Diada del 11 de septiembre, el Debate de Política General o la aprobación de la ley de consultas -estos dos últimos previstos para la semana del 15 de septiembre-.
Con este gesto dilatorio, Pujol también conseguiría comparecer tras la declaración en la Audiencia Nacional de su hijo Jordi, prevista para el día 15. Ahora deben ser la presidenta del Parlament, Núria de Gispert, y el presidente de la Comisión de Asuntos Institucionales, Sergi Sebrià, quienes fijen una fecha definitiva.
“Esto [la posposición de la comparecencia] nos llevaría a buscar una fecha a partir del 22 de septiembre, bastante lejos todavía de otra fecha de muy fuerte carga política como será el 9 de noviembre”, asegura el expresident, en una carta que ha remitido a la presidenta del Parlament. Pujol ha recordado que no está obligado a acudir a la llamada -secundada por todos los partidos de la Cámara hoy mismo-, pero adelanta que lo hará a pesar de que no todos los que son citados acaban yendo.
Impulsan una comisión de investigación sobre fraude fiscal
ERC lanzó un mensaje claro ayer: si Pujol no accedía a comparecer antes del viernes, apoyarían la creación de una comisión de investigación sobre fraude fiscal en el Parlament. Y vista la poca prisa del expresident, los republicanos han cumplido con su promesa. Esta tarde la portavoz Gemma Calvet ha anunciado que registrarán la petición mañana junto con la CUP e ICV-EUiA.
Estas dos formaciones también se han mostrado contrarias al aplazamiento de la comparecencia de Jodi Pujol. La comisión de investigación servirá para analizar y investigar las distintas modalidades de fraude y evasión llevadas a cabo desde Catalunya, así como las práfticas corruptas efectuadas por dirigentes políticos.
Por su parte, PP y Ciutadans también han adelantado que plantearían la creación de una comisión sobre el caso Pujol. El único que ha dicho que esperará a escuchar las explicaciones del expresident ha sido el PSC, y CiU ya ha asegurado esta mañana que no firmaría nada con grupos políticos “que hablan desde la bilis”.
Sea como sea, la creación de esta comisión tiene asegurado ya un debate en el Parlament, puesto que se precisan sólo dos formaciones para forzarlo. Habrá que ver entonces si la propuesta cuenta con la mayoría de la Cámara.