Diez años de sombras en las actuaciones de los Mossos d'Esquadra
Con las detenciones de la Operación Pandora todavía recientes, los Mossos d'Esquadra cumplieron el pasado domingo diez años de despliegue en Barcelona en sustitución del Cuerpo Nacional de Policía (CNP). Las competencias de la policía catalana abarcan desde el orden público hasta la protección de los bienes y las personas. Coincidiendo con el aniversario, el cuerpo ha querido mostrarse como una policía de proximidad, cercana y eficaz en distintos medios de comunicación en sus ediciones del pasado fin de semana. Sin embargo, en esta década el cuerpo de los Mossos d'Esquadra también acumula varias actuaciones desproporcionadas. Personas sin ojo como consecuencia de una actuación policial, maltratos en las comisarías, una web para delatar manifestantes, seguimiento y represión de los movimientos sociales son sólo algunos de los puntos negros que tiene el expediente de los diez años de despliegue de los Mossos d'Esquadra en Barcelona. Estos son algunos de los más destacados:
1. Las balas de goma
Un total de siete personas han perdido un ojo por culpa de las balas de goma en Catalunya desde el despliegue de los Mossos. El caso más conocido es el de Ester Quintana, que perdió un ojo como consecuencia de una bala disparada por los Mossos durante la huelga general del noviembre de 2012. La presión de Quintana y las demás víctimas permitió que el Parlament prohibiera las balas de goma en noviembre de 2013. La Generalitat pasó de defender a ultranza los Mossos a reconocer su responsabilidad mediante el pago de indemnizaciones a las víctimas. Sin embargo, la administración sigue sin cumplir todo el plan de indemnización aprobado. El caso de Quintana también provocó la dimisión del director de los Mossos, Manel Prat, aunque en una comparecencia sin preguntas para anunciar su despedida, arguyera “motivos personales”.
2. Desalojo del 15-M de Plaça Catalunya
Otra de las actuaciones de los Mossos gravadas a golpe de porra en la memoria colectiva del tejido social de Barcelona es el desalojo del movimiento 15-M de la Plaça Catalunya de Barcelona el 27 de mayo de 2011. Los audios difundidos por el semanario La Directa mostraron algunas de las técnicas de los antidisturbios: “O generamos pánico o no los sacaremos de aquí”, dijo un responsable de los antidisturbios. El comisario Sergi Pla se hizo famoso por confesar a Jordi Évole que Gandhi también habría salido a porrazos de la Plaça Catalunya. Pla terminaría dimitiendo por frenar un informe sobre las cargas de los Mossos el 14-N, cuando Ester Quintana perdió un ojo.
La justicia condenó por una falta de lesiones dolosas al subinspector Jordi Arasa por su contundente actuación en el desalojo de la plaza, en la que propinó una treintena de golpes a David Fernàndez (por aquel entonces periodista y cooperativista y después diputado de la CUP en el Parlament).
3. Represión contra Aturem el Parlament
El 15-M también fue reprimido por los Mossos durante la protesta Aturem el Parlament. La Audiencia Nacional absolvió a los 19 manifestantes acusados de atentar contra altas instituciones del Estado porque consideró que los acusados “ejercieron el derecho fundamental de manifestación, sin que pueda imputarse ningún acto que pudiera significar un exceso o abuso”. El tribunal también cuestionó algunas de las pruebas periciales aportadas por la policía catalana. Sin embargo, Parlament, Govern y Fiscalía recurrieron y el Supremo revocó la absolución. Los condenados han solicitado el indulto.
4. Desalojos conflictivos
Otras actuaciones polémicas de los antidisturbios de los Mossos fueron en el desalojo de ocupaciones, como las del proceso anti Bolonia y de Can Vies, bajo gobiernos del tripartit y de CiU, respectivamente. El 18 de marzo de 2009 los Mossos decidieron disolver de forma violenta la manifestación que protestaba contra el plan Bolonia, en una intervención que terminó con un centenar de heridos. También fueron agredidos a golpes de porra varios periodistas gráficos que iban identificados con el brazalete de prensa. La operación se saldó con la destitución del director general de la policía, Rafael Olmos.
En el caso de Can Vies, además de las cargas contra los manifestantes que protestaban contra el desalojo del emblemático centro social barcelonés, la Audiencia Provincial tumbó los testimonios de los Mossos que sirvieron para condenar en primera instancia a tres jóvenes. El tribunal consideró “absolutamente vaga e imprecisa” la identificación de los detenidos que hicieron los Mossos, cuyo testimonio fundamentaba la sentencia que los enviaba a la cárcel. Además, otro juez ha imputado a un agente por propinar un golpe de porra a un joven que iba en bicicleta tras el desalojo.
5. Maltratos en las comisarías
Durante los diez años de despliegue también ha habido vulneraciones de los derechos de los detenidos por parte de los Mossos. El Supremo condenó en 2009 a cinco Mossos a penas de prisión e inhabilitación por delitos de tortura, maltrato, lesiones y detención ilegal a un hombre que detuvieron por error, y a quien llegaron a meter una pistola en la boca para hacerle confesar. No obstante, el Gobierno les indultó, lo que posibilitó su reincorporación al cuerpo.
También acabaron indultados los Mossos condenados en el caso Bikini, que sacó a la luz pública los abusos policiales en la comisaría barcelonesa de Les Corts y provocó la instalación de cámaras en la sala de cacheos de la comisaría. Tres agentes fueron condenados por detener ilegalmente a un hombre y golpearle e insultarle en comisaría, pero el indulto permitió que no entrasen en la cárcel.
No hizo falta el indulto en el caso de Yassir El Younoussi, fallecido el 31 de julio de 2013 en el área de custodia de la comisaría de los Mossos de El Vendrell (Tarragona). La jueza que llevaba el caso no vio indicios de infracción penal en los ocho Mossos y dos miembros del SEM imputados por un posible delito de homicidio imprudente.
6. Juan Andrés Benítez, muerto en el Raval
Una dura intervención de los Mossos d'Esquadra fue una de las causas de la muerte de Juan Andrés Benítez el pasado 5 de octubre de 2013, según reconoce la Audiencia de Barcelona. Más de dos años después, el juicio contra los Mossos acusados está pendiente de celebrarse. Ocho Mossos se sentarán en el banquillo para responder de la violenta reducción que sufrió Benítez. La fiscal pide 11 años de cárcel para seis de los agentes, a quien acusa de delitos de homicidio y contra la integridad moral. Solicita también un año y medio de cárcel para otros dos agentes imputados, por obstrucción a la justicia.
7. Web de delaciones
Tras la huelga del 29 de marzo del 2012, la conselleria de Interior puso en marcha una web de delaciones contra supuestos vándalos. Se colgaron en Internet 68 imágenes de manifestantes durante la huelga, a la espera de que los ciudadanos ayudaran a identificarlos para luego procesarlos. Sólo 22 de ellos fueron identificados, y ninguno acabó denunciado. Pocas semanas después de su inicio, los Mossos tuvieron que retirar la imagen de una de las personas que aparecía en la web al tratarse de un menor de edad. La web duró un mes, tras las críticas que recibió por parte de colectivos en defensa de derechos humanos, abogados y Síndic de Greuges. Sin embargo, CiU, PP y C's avalaron a la web en el Parlament.
8. Operación Pandora
La última operación policial de los Mossos se encuentra también cuestionada por los colectivos de defensa de los derechos humanos. La Operación Pandora, dirigida contra un supuesto grupo terrorista anarquista, ha comportado una veintena de detenciones en sus dos fases. Tras los arrestos de la semana pasada, el movimiento libertario acusó a la policía de querer “criminalizar” el movimiento anarquista y detalló que los agentes sólo incautaron libros, revistas, ordenadores, esprays y banderas. Acusan a la división de información de la policía catalana de idear una operación contra el movimiento libertario para buscar su reacción violenta.
9. Corrupción policial en el caso Macedonia
Los Mossos también aparecen en el caso Macedonia, que investiga una presunta trama de corrupción policial que ha destapado irregularidades tanto en la policía catalana como en la Guardia Civil y la Policía Nacional. Un informe del pasado mes de julio concluyó que los Mossos no investigaron indicios evidentes de corrupción y omitieron al juez datos clave que incriminaban en actos delictivos a un supuesto narco que actuaba como confidente policial.
Por esta causa, el titular del juzgado de instrucción número 1 de Barcelona mantiene imputados al subinspector de los Mossos Antoni S. y a cinco de sus subordinados en una unidad especial anticorrupción, acusados de proteger a supuestos narcos y a agentes de la policía catalana investigados por tráfico de drogas.