Será un Domingo de Pascua que los fans barceloneses de Quentin Tarantino no olvidarán. El director ha acudido a la capital catalana para presentar en España su debut como escritor de no ficción en ‘Meditaciones de Cine’ (Reservoir Books), un viaje a su infancia y el despertar de su vocación. El cineasta ha repasado buenos y malos recuerdos y, como a varias generaciones alrededor del mundo, ha confesado el horror que le supuso ver ‘Bambi’. “Fue la película que más me traumatizó”.
El oscarizado cineasta ha llenado el Teatro Coliseum de Barcelona, previo pago de entrada de entre 82 y 94 euros por parte de los asistentes, todos ellos seguidores a ultranza de la estrella estadounidense. Un teatro como los de antes, que conserva todavía la estética de un pasado que ya no volverá. Escenario ideal para que Tarantino, en conversación con el crítico Jordi Costa, trasladara a la audiencia a Los Ángeles de su niñez en los años 70. En la platea, 'colegas' de Tarantino como el catalán Albert Serra.
Ha sido una charla entre pequeños tragos de vino y referencias también a cineastas españoles que admira Tarantino, como Vicente Aranda. Al igual que en los 70, sin teléfonos ni imágenes que subir a Instagram: Tarantino ha obligado a los asistentes a enfundar sus móviles, que no se han podido usar durante más de dos horas. Tampoco ha permitido el director que fotógrafos profesionales inmortalizaran su visita a Barcelona. La estrella era él. Y así ha sido recibido, con vítores y aplausos. “Graciaaaas”, ha respondido el director.
Tanto el libro como la charla han versado sobre el despertar cinematográfico de Tarantino. Fue en el Nuevo Hollywood de los 70, entre películas de Serie B, las propuestas contraculturales que tuvieron como pionera a 'El Graduado' (1967) o los primeros éxitos comerciales de directores como Scorsese con 'Taxi Driver' (1976), una de las películas que Tarantino más ha elogiado en Barcelona.
“El cine de postguerra europeo era más adulto que el que se hacía en EE UU, que permanecía inmaduro en los 50 y 60 en un estilo muy familiar influenciado por Broadway”, ha explicado Tarantino. “No es hasta los 70 que el Nuevo Hollywood revoluciona la industria y hace un cine para adultos en EE UU, pero después de la revolución tienes que gobernar”. Y en ese cine para adultos se crio el pequeño Tarantino.
Ya de muy pequeño, Tarantino iba mucho al cine. La mayoría de veces con su madre, pero también acompañado de algunas de sus parejas. “Me crié en una casa con una madre soltera y dos compañeras de piso, una [de raza] negra y la otra mexicana”, ha rememorado el director.
La influencia de Floyd
Tarantino fue a ver ‘Bambi’ con su madre en una de sus reposiciones periódicas en los cines estadounidenses. “Vi muchas imágenes perturbadoras en los cines, pero no significa que fueran horribles, las contextualizaba en la historia aunque no las terminara de entender”, ha explicado el director, mostrando una tolerancia ya de pequeño a la violencia.
¿Qué cambió con la película del pequeño ciervo y su madre? “Solo sabía de ‘Bambi’ por los carteles bucólicos que la anunciaban. No sabía que me iba a adentrar en un bosque convertido en una distopía apocalíptica”. Y como él, millones de niños, lo que seguramente hace de ‘Bambi’ la película más traumática de la historia. Al menos a juicio de Tarantino.
De entre sus acompañantes adultos al cine, Tarantino ha recordado con especial cariño a Floyd, un hombre negro al que su madre alquiló una habitación a cambio de que sirviera de referente paterno a su hijo. Con él vivió su primera experiencia casi mística en el cine: en una sala de Los Ángeles con más de 800 personas, el Tarantino niño era el único blanco. Allí se proyectaban películas ‘Blaxploitation’, movimiento cinematográfico de los 70 que tenía a la comunidad afroamericana como protagonista. “No he sido el mismo desde entonces”, ha dicho Tarantino para destacar la influencia en sus películas de este tipo de cine.
“Floyd fue como mi Samuel L. Jackson en 'Jackie Brown', ha afirmado Tarantino, en referencia a su película de género ‘Blaxploitation’ y que más se aleja de sus populares escenas de violencia y sangre.
Sobre estas dos señas de identidad de su cine, Tarantino ha defendido que solo el cine “puede crear el clímax que se produce entre la pantalla y el espectador en las escenas de violencia”. “Ni el teatro, ni la poesía pueden mostrar la violencia o el sexo como lo hace el cine”, ha agregado.
Nueva película y nuevo libro
Tarantino ha dejado para sus fans barceloneses dos pequeños ‘trailers’. El primero, sobre la película que está preparando, 'The movie critic' (La crítica de cine) que empezaría a rodar este otoño y que, según la prensa estadounidense, tendría como personaje central a la crítica de cine Pauline Kael.
El director ha rehusado confirmar quién es el protagonista del film y se ha limitado a indicar que la película tratará sobre un crítico de cine “sobre el que la gente no sabe mucho”. “No será una venganza a los críticos”, ha apostillado con una carcajada.
Más concreciones ha dado sobre el que seguramente será su segundo libro. Si el primero aborda el cine de los 70, para su segunda obra de no ficción Tarantino quiere adentrarse en el cine europeo y asiático que lo cautivó en los 80. Sus fans que han llenado el Coliseum han salido con una sonrisa. Para ellos nunca hay suficiente Tarantino.