Antes de irse de vacaciones, el Presidente de la Generalitat, Artur Mas y el Presidente del Gobierno, Mariano Rajoy deberán dar explicaciones en público sobre los escándalos de corrupción que están sacudiendo los dos partidos. Terminar el ejercicio parlamentario, tanto en Catalunya como en el Gobierno del Estado, con la figura del presidente compareciendo en la cámara para defenderse de los diferentes procesos abiertos (Caso Palau y Caso Bárcenas) es todo un indicador del momento por el que está pasando la política.
El primero en hacerlo será Artur Mas. El President deberá dar explicaciones sobre las últimas informaciones que se han ido conociendo del Caso Palau, especialmente cuando el juez cerró la instrucción del caso, que ya está listo para ir a juicio. El juez del Caso Palau considera probado que Convergencia Democrática de Catalunya (CDC) cobró 5,1 millones de euros en comisiones ilegales de la empresa constructora Ferrovial a cambio de adjudicaciones de obras. Entre estas obras, según el juez, está la Línea 9 de metro, las obras de la cual se han tenido que parar por falta de presupuesto, y la construcción de la Ciudad de la Justicia. Según la instrucción, Ferrovial pagaba el 4% del presupuesto de la adjudicación a CDC.
El escrito del juez señala directamente a los tesoreros del partido y lamenta no haber podido averiguar cuáles son los “altos responsables” de la formación que gestionaban la trama. Alguien con suficiente poder dentro del partido y del gobierno de entonces para poder garantizar que la adjudicación sería para Ferrovial.
El cierre de la instrucción se produjo a mediados de julio y el miércoles el President dará sus explicaciones. PP, ICV-EUiA y Ciutadans habían solicitado formalmente que la comparecencia de Artur Mas fuera el pleno del Parlamento pero un acuerdo entre CiU y ERC en una reunión extraordinaria de la Junta de Portavoces impidió esta posibilidad y la comparecencia será ante la comisión.
Mas, que siempre ha presumido de dar explicaciones en público cuando es necesario, aprovechará su intervención, muy probablemente, para recordar las medidas anticorrupción que está preparando su Gobierno, con la ayuda de otras instituciones implicadas.
Mariano Rajoy, en cambio, sí que comparecerá en el Pleno del Congreso, pero lo hará en el Senado, ya que la Cámara Baja está en obras. Su turno será el jueves, un día después de que Artur Mas lo haya hecho en el Parlament. El presidente español ha intentado evitar como sea este extremo pero las informaciones que no paran de aparecer sobre el Caso Bárcenas y la acusación de los sobres que repartía el tesorero de la formación entre los mandatarios han provocado un daño sin precedentes a la imagen del partido, según diferentes encuestas, que cae en intención de voto. Rajoy, que como Presidente ha demostrado que es más amigo de esperar a que regrese la calma que no de salir a dar la cara, se ha visto demasiado presionado en este ocasión e intentará aprovechar su comparecencia para romper esta tendencia.