La fundación Arrels tendrá que ajustarse el cinturón un poco más este 2014 y aplazar el proyecto de incrementar el alojamiento estable para las persones que viven en la calle en Barcelona. La entidad cerró el año 2013 con 1.354 personas atendidas, 474 por primera vez, y con un déficit de 50.000 euros en su presupuesto de poco más de 3 millones de euros, de los cuales un 47% se ha destinado a vivienda. La falta de recursos y el elevado precio de los pisos en Barcelona obligará a la entidad a reducir este año el número de persones alojadas respecto al año anterior si no consigue más ingresos.
Según explica el director de Arrels, Ferran Busquets, en la presentación de la memoria de la entidad, “2013 no ha sido un año fácil y este 2014 tampoco lo será. Nos han faltado 50.000 euros para garantizar un alojamiento estable y 30.000 euros más para ampliar el servicio de duchas”. Durante el año pasado, Arrels alojó a 257 personas y sirvió 74.482 comidas. Gestionó 27 pisos con 67 plazas y facilitó alojamiento en habitaciones de alquiler, pensiones y en la Casa Pere Barnés, un equipamiento residencial concertado con 25 plazas que atiende a personas con una situación vital muy crítica. “Necesitamos 50.000 euros para garantizar alojamiento a 180 personas cada noche”, explican.
El objetivo de ampliar a las mañanas el horario de los servicios higiénicos también ha sido imposible de conseguir durante el 2013 por la falta de dinero a pesar del apoyo incondicional de los 3.825 socios y donantes que han seguido apoyando a la entidad a pesar de la crisis económica. Durante el año pasado, 465 personas sin techo utilizaron los servicios de duchas y de peluquería de la fundación, y 300 personas más usaron el servicio de lavandería. De hecho, la demanda de este servicio ha crecido un 160% durante el primer trimestre de este año.
Entre los retos conseguidos con mucho esfuerzo, la entidad social destaca la ampliación de los equipos de calle de 15 voluntarios a 36 y la puesta en marcha de un servicio de atención psicológica. Según los datos de la Red de Atención a Personas Sin Techo en Barcelona, más de la mitad de las 900 personas que duermen a la intemperie lo hacen en los distritos del Eixample, Ciutat Vella y Sants-Montjuïc. Arrels ha añadido a la lista de sus equipos de calle los distritos de Gracia, Sant Andreu i Sant Martí, y el objetivo de este 2014 es llegar a los 60 voluntarios y abrir un piso de calle en Ciutat Vella que dé alojamiento nocturno a personas sin ningún otro recurso.
Sobre los ingresos obtenidos, la procedencia es mayoritariamente privada y llega al 60% entre las cuotas de los socios, las donaciones puntuales y las aportaciones de residentes, fundaciones, empresas y entidades religiosas. El 40% restante, el que corresponde a las subvenciones públicas, es el que genera más problemas por el retraso en los pagos. Por eso, al margen de las intensas campañas de captación de fondos, Arrels sigue manteniendo su apuesta por los préstamos solidarios, una modalidad de financiación privada sin intereses y con retorno inmediato entre 6 y 12 meses como máximo.