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Opinión - Cada día un Vietnam. Por Esther Palomera

La resaca del 1-O pasa factura a tres pactos municipales del PSC

La reacción de los partidos independentistas y nacionalistas ante la actuación policial para desarticular el referéndum del 1-O está afectando a varios pactos municipales que habían dado la alcaldía al PSC. La posición mantenida por los socialistas ante los hechos del pasado domingo ha recibido airadas críticas de sus socios, que la consideran tibia, derivando incluso en la dimisión de concejales o la ruptura de acuerdos en ciudades como Tarragona, Mataró o Blanes.

En la capital tarraconense, el gobierno del PSC, liderado por el alcalde Fèlix Ballesteros, queda debilitado tras el abandono de un concejal del equipo de gobierno municipal miembro de Unió. El concejal de Cultura dimitió este miércoles por el “uso indiscriminado de la violencia” durante el 1-O. Pese a la salida del tercer miembro del pacto a tres junto al PSC y al PP, el alcalde se queda en minoría aunque asegura que el gobierno municipal está afianzado.

Aunque no afecta al pleno, también han dimitido como queja ante el alcalde cuatro personas pertenecientes al llamado “Senado de Tarragona”, un órgano consultivo con miembros reconocidos de la ciudad que asiste al Ayuntamiento en sus decisiones. También lo abandona el responsable del Concurs de Castells de Tarragona, el exconseller Josep Bargalló.

Algo similar ha ocurrido en Mataró con la salida de CiU del gobierno municipal. El PSC y su alcalde, David Bote, se quedan ahora en minoría y los convergentes no cierran la puerta a una moción de censura. Para ello necesitarán a ERC, Queremos, CUP e ICV. Un difícil acuerdo que, con todo, complica la gobernabilidad de una de las ciudades medianas que los socialistas recuperaron en 2015.

En Blanes, la condena a “la violencia extrema y gratuita” que hizo el alcalde no ha sido suficiente para que el PDeCAT y ERC se mantengan en el gobierno municipal. Tras la salida de los independentistas se queda el PSC en minoría con 4 de los 21 concejales del pleno. También en esta ciudad de la costa gerundense la ruptura del pacto y la minoría en la que queda el partido del alcalde da opciones a una moción de censura, para lo que, sin embargo, se necesitarían agrupar independentistas junto a concejales que no lo son.

Abandonos como los anteriores también se han producido en otras poblaciones más pequeñas, sobre todo en aquellas donde las actuaciones policiales causaron una mayor conmoción a sus vecinos. En Sant Carles de la Ràpita, donde a primera hora de la mañana del 1-O se vivieron graves incidentes, la concejala de Gobernación ha abandonado el grupo municipal del PSC. La edil Conxi Vizcarro denuncia que su partido “no se ha posicionado como esperaba”, después de que ella fuese testigo de las cargas que terminaron con 100 atendidos en el centro médico de la localidad.

El 155 y el PSC

Por otro lado, el eventual apoyo del PSOE a la aplicación del artículo 155 por parte del PP ha hecho que empiecen a sonar voces de alarma en el PSC. El alcalde de Terrassa, el socialista Jordi Ballart, ha explicado en una entrevista en el Diari de Terrassa que no podría defender la aplicación del 155. “Renunciaría a mi militancia y en consecuencia dimitiría de la alcaldía. Sería lo ético”, ha indicado Ballart.

Asimismo, en la misma entrevista Ballart ha asegurado que ha trasladado personalmente al secretario de organización del PSOE, Jose Luís Ávalos, la propuesta de impulsar una moción de censura contra el Ejecutivo de Mariano Rajoy que permita convocar un referéndum legal y acordado en Catalunya.