Nuevos datos sobre el impacto del coronavirus en las residencias de mayores. En Barcelona 162 de sus residencias de ancianos, esto es un 62%, han registrado casos positivos entre sus usuarios. Además, un 23% de los fallecidos con Covid-19 en la capital catalana -91 de 382- era una persona que vivía en una residencia, porcentaje similar al del resto de Catalunya. Así lo ha desvelado la alcaldesa, Ada Colau, que ha vuelto a reclamar a la Generalitat un mayor esfuerzo en estos centros para evitar los contagios.
Las cifras totales se traducen en realidades concretas. Una residencia de ancianos de Barcelona, Fundació Casa Asil, ha visto cómo morían 31 de sus usuarios desde el 11 de marzo sin saber si tenían o no coronavirus. Solo en seis casos han confirmado que fueran positivos. Un total de nueve familias, mientras tanto, quieren llevarse el cuerpo de su pariente fallecido, pero no pueden porque tiene que dar antes negativo en las pruebas de la COVID-19.
“Pese a nuestra insistencia, no se nos ha dado ninguna concreción de cuando se harán las pruebas”, lamenta esta residencia del barrio de Sant Andreu, en la que viven ahora un total de 103 usuarios. El centro se encuentra además al límite de personal, con 57 profesionales de baja con síntomas y a la espera de saber si tienen el virus. Su equipo médico al completo, formado por un facultativo, una responsable higienicosaitaria y cinco enfermeras, están en casa. “En dos casos se les ha podido hacer las pruebas y han dado positivo”, recalcan en un comunicado.
Hace unos días, la alcaldesa Ada Colau hizo una llamada a la Generalitat para que rescatase las residencias más afectadas, tanto a nivel de personal como para aislar a sus usuarios. Desde entonces, se han reubicado 160 ancianos en hoteles. En el caso de Casa Asil han sido 25. En cuanto a los profesionales, reciben refuerzos del ambulatorio Casernes y de Mutuam, pero aseguran que es “insuficiente”. Desde el Ayuntamiento se anunció hace unos días la incorporación de 900 voluntarios para ayudar en este frente.
Según detallan en el comunicado, que firma la Junta del Patronato de esta fundación religiosa, el cuerpo de Bomberos acudió el sábado a desinfectar las dependencias del asilo, para acondicionar algunos espacios seguros para los residentes sanos. Con todo, lamentan que “servirá de poco” si no son capaces de conocer si los residentes y los profesionales han dado o no positivo.