Collboni obsequia al rey con un tebeo de Ibáñez y recupera la relación de Barcelona con la Zarzuela

Felipe VI ha recibido este lunes el alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, en la primera audiencia entre la Corona y el consistorio de la ciudad en 17 años. La reunión ha tenido lugar a las 12 h en el Palacete Albéniz, en la montaña de Montjuic, y ha durado casi una hora y media. Fuentes municipales han explicado que el encuentro ha transcurrido en un tono cordial y que la reunión marca la recuperación de la “normalidad institucional” entre las dos partes. El socialista Jordi Hereu fue el último alcalde a asistir a la audiencia con el Rey, entonces Juan Carlos I, en 2006.

Según han explicado fuentes del consistorio, el alcalde ha obsequiado el Rey con un ejemplar de la edición especial del cómic de 'Mortadelo y Filemón' que se publicó con motivo de la celebración de los Juegos Olímpicos de 1992, cedida para la ocasión por la viuda de Francisco Ibáñez, Remedios Solera. También le ha entregado el libro de fotografías 'Barcelona', coeditado por el Ayuntamiento de Barcelona y La Fábrica. El libro hace un recorrido a la historia de la ciudad desde el siglo XIX a través de imágenes de autores reconocidos y ciudadanos anónimos.

Felipe VI se ha reunido también durante la mañana de este lunes con el comité ejecutivo de Seat y con el consejero delegado de la Copa América de Vela, Grant Dalton. Por la tarde ha recibido en audiencia a varios equipos españoles que participarán en el Campeonato del Mundo de Fukuoka 2023. Al atardecer, el rey Felipe VI y la reina Leticia se trasladarán al Museo Nacional de Arte de Catalunya (MNAC) para presidir el acto de entrega de la primera edición de los Premios La Vanguardia.

La oposición carga contra el encuentro

Desde los grupos municipales de BComú, ERC y Trias por BCN han cargado contra el encuentro entre Felipe VI y Collboni. El portavoz de BComú, Jordi Martí, ha recordado al alcalde que “Barcelona siempre ha sido una ciudad mayoritariamente republicana”. Lo ha dicho en una rueda de prensa en la que ha valorado que el alcalde barcelonés no tendría que olvidar esta cuestión “incluso cuando es recibido por el rey Felipe VI”.

Martí ha admitido que el encuentro de Collboni con el monarca se enmarca en la idea de que las relaciones se tienen que dar entre todas las instituciones, pero ha dudado de los beneficios reales que la reunión puede tener sobre Barcelona o sobre sus habitantes. “No sé exactamente qué alcance o qué mejoras puede aportar a la ciudad”, ha comentado.

Por su parte, la concejal de ERC Elisenda Alamany también ha cargado contra el encuentro. Ha acusado el socialista “de arrodillarse ante un Borbón” y ha cuestionado que sea un “alcalde socialista”. “Hoy confirmamos que será la primera vez que esta ciudad conocida como una ciudad defensora de derechos y libertades se arrodilla ante un rey que tiene el padre huido de la justicia y manchado por la corrupción”, ha criticado.

En la misma línea, Alamany ha defendido que “ningún personaje de estas características es bienvenido” en Barcelona- y ha exigido a Collboni que “reconsidere” la decisión de encontrarse con Felipe VI.

A su vez, la concejal de Junts Neus Munté ha calificado el encuentro de “teatralización”. “Mientras hoy el gobierno municipal quiere que se hable tanto de esta audiencia, la ciudad tiene muchos problemas sin resolver”, ha subrayado Munté. Así mismo, la concejal ha considerado que el encuentro “estaría bien que sirviera para que el Rey conociera por boca del alcalde la opinión de miles de barceloneses sobre el papel, el rol y las declaraciones del rey de España el 3 de octubre de 2017”.

Por otro lado, desde el grupo municipal del PP han celebrado la recuperación de la “normalidad institucional” entre ambas partes. El portavoz del grupo en el Ayuntamiento de Barcelona, Juan Milián, ha afirmado que la audiencia de Felipe VI al alcalde de Barcelona “es una buena noticia que recupera la normalidad institucional en Barcelona”. “No tendría que ser noticia, nunca se tendrían que haber interrumpido esta neutralidad y normalidad institucional”, ha defendido.