Mas riñe a los diputados por pedirle que se disculpe por la corrupción de CDC: “Si me quemo en una hoguera, se quejarán porque quedan cenizas”

Ni autocrítica, ni disculpas y una interpretación particular y favorable al extesorero de Convergència de la sentencia que lo condenó por cobrar comisiones ilegales en el caso Palau. Así ha transcurrido la comparecencia del expresident de la Generalitat y exlíder de Convergència Democràtica de Catalunya (CDC) Artur Mas en el Parlament sobre el mayor caso de corrupción de la historia reciente de Catalunya.

“Si me quemo en una hoguera, se quejarán porque quedan cenizas”, ha lanzado Mas a los diputados tras abroncarlos por haberle pedido que se disculpara por la corrupción de Convergència. En un duro turno de réplica, Mas ha reclamado a los partidos que tengan “solo la mitad de exigencia” con la corrupción del rey emérito de la que, a su juicio, han tenido con él y su antiguo partido.

Mas ha defendido que ya ha asumido todas las responsabilidades políticas que podía asumir porque está fuera de la primera línea política, si bien su renuncia a volver a presidir la Generalitat en 2015 vino motivada por el veto que le impuso la CUP y no por la causa del Palau. Sí tuvo relación con el caso su dimisión de la presidencia del PDeCAT en febrero de 2018, cuando solo faltaba una semana para hacerse pública la sentencia.

“No presumo de nada ni quiero dar lecciones, pero hago notar que esto de que los políticos renuncien a sus posiciones no es la norma habitual”, ha sostenido Mas este jueves. “Por diversas razones, y este caso también –ha proseguido el expresident– yo entendí que mi trayectoria política en primera línea había acabado”. “Políticamente yo he renunciado a todo”, ha sentenciado.

El expresident ha llegado a reivindicar la “reconversión” de Convergència en el PDeCAT. “He asumido todas las responsabilidades políticas, y lo digo con toda la humildad. La primera fue entender que había tantas sospechas de irregularidades en un partido como Convergència que hacía falta reconvertirlo de alguna manera u otra”, ha argumentado.

A esa “reconversión”, de hecho, se agarra la Fiscalía para pedir al tribunal del caso Palau que las sedes del PDeCAT sirvan para devolver los 6,6 millones que Convergència cobró en comisiones ilegales de Ferrovial en el caso Palau, tal y como ha adelantado este diario.

La oposición en pleno ha reclamado a Mas que pida disculpas y repare el daño causado por la corrupción de Convergència. Lejos de complacer a la oposición, Mas ha dicho que el partido ya devolverá el dinero en el trámite de ejecución de la sentencia y ha echado una bronca a los diputados: “No me digan que no he asumido responsabilidades ni actos de reconocimiento porque los he hecho como nadie. Yo me he marchado, que es la mayor disculpa”.

Tanto en su intervención inicial como en la réplica, Artur Mas ha realizado una particular interpretación de la sentencia del Palau plagada de medias verdades cuando no directamente de mentiras. Según Mas, no puede hablarse de “comisiones” sino de “donaciones” de Ferrovial a Convergència porque en las obras públicas del caso no se alteraron los precios. La sentencia sin embargo concluye que Ferrovial pagó comisiones al partido a través del Palau simplemente para poder recibir los contratos, sin necesidad de incrementar el coste de las adjudicaciones.

“La sentencia a Convergència se basa en las confesiones de dos delincuentes, Millet y Montull”, ha afirmado Mas. Ha obviado Mas que las confesiones de Millet y Montull solo dieron la puntilla a Convergència, pues el tribunal no solo valoró la tirada de manta de los exresponsables del Palau sino una alud de documentos incautados en el auditorio. Entre ellos, sobresalieron los documentos hallados en los ordenadores del Palau con los sutiles nombres de “Factures convergents” y “pagos a Daniel”, que no era otro que Daniel Osàcar, extesorero de CDC condenado.

Es más, el expresident ha apremiado a los partidos de la oposición a que “se fijen” en quién firmó los primeros convenios de colaboración entre la fundación Trias Fargas de Convergència y el Palau –Mas no lo ha dicho pero los firmó el extesorero de CDC Carles Torrent, ya fallecido. “Parece que para ustedes los que ideamos la colaboración con el Palau fuimos el señor Osàcar y yo, que somos los que recibimos todos los bofetones, pero esto no fue así”, ha abundado.

“Los criterios éticos y morales en política son muy complicados de resolver, porque yo podría hablar de que no me pareció ético que no votaran la investidura de Jordi Turull un día antes de que entrara en prisión”, ha afeado Mas al diputado de la CUP Carles Riera, que le había pedido al expresident “no tapar la corrupción con la bandera”.

El diputado de Ciudadanos Carlos Carrizosa ha pedido a Mas que deje la oficina de expresident “por haber sido corresponable junto a Jordi Pujol de la corrupción de Convèrgencia”. “Le ha hecho tal 'lifting' a la sentencia del Palau que no se la reconoce”, ha lamentado la representante del PP Esperanza García. “Igual que Rajoy es responsable de Gürtel, usted es responsable del caso Palau”, ha expresado la diputada de los 'comuns' Susanna Segovia. “La ciudadanía todavía espera sus disculpas”, ha recordado desde el PSC Jordi Terrades. A juicio de Mas, ya se disculpó hace mucho tiempo.