Un robo de cobre esta madrugada en las instalaciones de Montcada Bifurcació, en las afueras de Barcelona, genera afectaciones de manera generalizada en casi todos los trenes del servicio de Rodalies que llegan a a la capital catalana. No existe una previsión de cuándo se podrá normalizar el servicio, según han explicado los responsables ferroviarios.
Renfe recomienda el uso otros medios de transporte debido a que buena parte de los vagones ni salen ni pueden llegar a Barcelona este domingo en el que los catalanes están llamados a las urnas.
El robo de cobre ha provocado que aumentara la tensión en toda la red ferroviaria, lo que, a su vez, ha generado pequeños incendios en varios túneles de Barcelona. Los Bomberos han podido sofocar las llamas, pero la estación de la Sagrera ha tenido que cerrar durante parte de la mañana de este domingo.
El nuevo caos ferroviario ha protagonizado el inicio de la jornada electoral. El Govern ha calificado de “intolerable” las incidencias generalizadas, y ha alertado de que pueden “afectar” al derecho de a voto de los catalanes. ERC y Junts han pedido la ampliación de la jornada electoral en Catalunya. Los republicanos han confirmado que reclamarán a las Juntas Electorales de zona que amplíen el horario de votación en todos los municipios afectados por el incidente, y el partido de Carles Puigdemont se suma y amplía la petición de ERC: presentará en las cuatro Juntas Electorales Provinciales una solicitud para ampliar el horario de votación de la jornada electoral en toda la comunidad autónoma.
En una comparecencia para informar sobre el inicio de la jornada electoral, la vicepresidenta del Govern, Laura Vilagrà, ha pedido al ministro de Transportes, Óscar Puente, que “restablezca” la normalidad “cuanto antes” en el servicio ferroviario, tras el “caos” “intolerable e inaceptable” de este domingo, al tiempo que le ha instado a pedir disculpas a los ciudadanos. El Ministerio de Transportes, por su parte, cree que se trata de un robo “intencionado” por su difícil acceso ya que se ha producido en sitios de difícil acceso y, además, no se han llevado mucha cantidad de cobre. Fuentes del Ministerio han apuntado a EFE que las características del suceso no concuerdan con un robo de cobre ordinario.
Por su lado, el candidato de Junts, Carles Puigdemont, ha expresado su “solidaridad” con los usuarios afectados. “Espero que, hoy que Catalunya se juega tanto, todo el mundo pueda ejercer su derecho a voto con toda libertad”, ha agregado.
La afectación en el servicio ferroviario de Rodalies de este domingo es la más grave registrada en los últimos años como consecuencia de una sustracción de cobre en Catalunya, que en los cuatro primeros meses del año contabiliza ya 46 robos de este tipo. De estos 46 robos, 32 se han dado en la provincia de Barcelona, en especial en el entorno de la capital catalana.
Algunas líneas, como la R3, están completamente sin servicio mientras que otras circulan solo en tramos muy reducidos. La R1 solo presta servicio entre Badalona y Mataró, la R2 Sur entre la estación de Sants y Sant. Vicenç de Calders, la R2 Norte entre Maçanet y Montcada, la R4 sur entre Sant Vicenç de Calders y l'Hospitalet y la R4 norte presta su servicio solo desde Cerdanyola. Las líneas de alta velocidad no están afectadas.
En declaraciones al programa Via lliure de Rac1, la portavoz de Renfe en Catalunya, Anna Vinyals, ha señalado que la avería supone una “afectación importante” y no ha podido dar ninguna previsión de cuando se va a restablecer el servicio. Protección Civil, por su parte, ha activado en fase de prealerta el plan FERROCAT.
Según ha informado Adif, el robo de un cable del sistema de electrificación ha provocado desde las 4 de la madrugada diversos incendios en el cableado del sistema de señalización y de enclavamientos en el entorno de Barcelona, afectando a todas las líneas de la red de cercanías.
El incidente ha afectado a las instalaciones de señalización, comunicaciones y seguridad, cambios de agujas y otros equipos, lo que impide la circulación. También se han evacuado los andenes de la estación de Passeig de Gràcia por la presencia de humo en el túnel.