Salvador Illa descarta un confinamiento domiciliario y se abre a negociar cambios en los horarios del toque de queda
El ministro de Sanidad, Salvador Illa, ha comparecido este sábado desde Barcelona, después de las cifras de contagios récord registradas por España en los últimos días, para anunciar que mantendrá la actual estrategia sanitaria, basada en la aplicación de medidas a través “cogobernanza” con las comunidades autónomas y en las restricciones previstas en el último decreto de estado de alarma.
“No contemplamos ningún confinamiento domiciliario”, ha asegurado Illa, en respuesta a las peticiones que le habían llegado desde algunas autonomías en los últimos días. El ministro se ha abierto a tomar medidas más duras, sin llegar al confinamiento total, y se ha abierto a negociar cambios en los horarios del toque de queda. Con todo, el responsable sanitario reclama esperar algunos días para observar cómo funcionan las actuales restricciones. Además Illa ha apostado la estrategia del Ministerio a continuar adelante con el plan de vacunación.
“Tenemos el conocimiento y la experiencia, sabemos cómo doblegar esta curva”, ha indicado. “En su día solicitamos un estado de alarma de 6 meses. Lo hicimos para aplicar un conjunto de medidas comunes en las comunidades autónomas y para dotarnos de un marco legal común y previsible que funciona”, ha recordado. De esta forma, Illa ha indicado que todas las medidas se tomarán “en contacto permanente con las comunidades”, pero ha advertido que las que tengan que ver con restricciones de derechos fundamentales tienen que tener un amparo legal adecuado.
Según ha explicado, el Ministerio no se cierra a modificar el estado de alarma para dar respuesta a las peticiones de las autonomías que reclaman ampliar de los horarios de toque de queda. “Si hay que revisar esta franja horaria vamos a escuchar a todo el mundo”, ha indicado. Illa respondía así a la ofensiva lanzada desde el Gobierno de Castilla y León, que después de reclamarlo al Gobierno y obtener una negativa, este sábado ha seguido adelante y ha impuesto una ampliación del toque de queda desde las 20 horas.
Sin citarlo directamente, el ministro se ha abierto a negociar la cuestión planteada por el Gobierno castellanoleonés más adelante. En cambio, el ministro no se plantea el confinamiento domiciliario que le plantean comunidades como Asturias, Andalucía o Murcia porque, según ha dicho, no lo considera necesario.
El ministro además ha anunciado que seguirán dando pasos en el plan de vacunación, en una estrategia con la que Illa ha asegurado que el 70% de la población española estará vacunada antes del verano. “El ritmo de vacunación es optimo”, ha asegurado el responsable sanitario, refiriéndose a los buenos datos que cosecha España en relación a otros países europeos y pese al atraso en algunas zonas. Unido a esto, Illa ha asegurado que en los próximos días se darán a conocer los “grupos diana” sobre los que se continuará vacunando a la población una vez cubiertos los grupos de riesgo.
Sobre el retraso de las vacunas de Pfizer a Europa, el ministro ha confirmado que España recibirá la semana que viene solo el 56% de las dosis que estaban previstas. Sin embargo Illa ha restado importancia a esta situación y ha asegurado que una vez pase esta bajada de la distribución la farmacéutica podrá aumentar el suministro, por lo que espera recuperar el ritmo de vacunación en España.
Las cifras de los últimos días, con récord de contagios y un aumento de los ingresos en cuidados intensivos, apuntan a que España ha entrado con fuerza en la tercera ola de la pandemia. En la última semana se han detectado 201.804 casos, una cifra de transmisión que no se había llegado a registrar ni en la primera ni en la segunda ola, y que aún podría ser mayor debido al retraso en las notificaciones. En palabras del ministro Illa, estas cifras expresan una “situación muy preocupante de tercera ola en nuestro pais”.
La explosión de los contagios ya se está haciendo notar en la presión hospitalaria y en la ocupación de las UCI, que roza de media el 30% de pacientes con COVID. Esta semana se han producido además desprogramaciones de cirugías, una medida que ilustra la saturación que vive ya el sistema sanitario.
El mapa epidemiológico de España es también revelador sobre la situación de la pandemia. La práctica totalidad de las provincias superan los 250 casos por cada 100.000 habitantes en 14 días, considerado un riesgo “extremo” según el semáforo de las comunidades autónomas. Solo Asturias, Las Palmas y Santa Cruz de Tenerife se sitúan ahora por debajo de esta nivel. En el otro extremo, Badajoz, Segovia y Ciudad Real superan los 1.000 casos por cada 100.000 habitantes, lo que significa que más del 1% de la población se está contagiando cada dos semanas.
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