Barcelona pone en marcha su primer Plan de Salud Mental

Entre 2005 y 2014 ha aumentado un 7% el número de vecinos de Barcelona afectados por un trastorno mental severo. Según la Encuesta de Salud de Barcelona de 2011, el 11% de los hombres y el 17% de las mujeres presenta riesgo de sufrir un trastorno mental. Por estos motivos el Ayuntamiento de Barcelona ha decidido dar importancia a este tema en las políticas municipales.

El Consistorio ha presentado este miércoles el primer Plan de Salud Mental de la ciudad que estará vigente los próximos siete años y que contará con 51,2 millones de euros para los primeros 12 meses. El resto del presupuesto se irá definiendo según las necesidades y el estado de las cuentas municipales de cada ejercicio.

El plan propone 111 acciones a desarrollar a corto y medio plazo y define las líneas estratégicas que marcarán las actuaciones dirigidas a afrontar este tema. “Por primera vez la salud mental no es la hermana pobre de las políticas sociales”, ha manifestado Laia Ortiz, segunda teniente de alcalde del consistorio, durante la presentación del documento.

“No podemos abordar el bienestar de los vecinos sin abordar los determinantes sociales”

La primera de ellas es la de mejorar el bienestar psicológico de la población abordando los determinantes sociales de la salud mental, es decir, llevando a cabo acciones preventivas que ayuden a trabajar todos aquellos aspectos de la vida que pueden provocar trastornos de salud mental de la población. “No podemos abordar el bienestar de los vecinos sin abordar los determinantes sociales”, ha asegurado Ortiz.

El documento presentado hoy es el resultado del trabajo elaborado durante seis meses por la Mesa de salud mental de Barcelona, constituida el pasado enero y que incluye distintos agentes del sector como la Agencia de Salud Pública de Barcelona (ASPB), grupos políticos municipales, representantes de entidades sociales en salud mental o el Consorcio Sanitario de Barcelona, entre otros.

Para ello este plan propone que las acciones vayan mucho más allá de los servicios sanitarios y que se lleven a cabo de forma transversal y no sólo desde el comisionado de salud. Para ello se verán implicadas otras áreas del Gobierno municipal que pueden llevar a cabo proyectos que prevengan los problemas que causan estas enfermedades, como puede ser el área de vivienda, derechos sociales, infancia y juventud u otros.

Los determinantes sociales de la salud mental

El plan hace hincapié, según ha explicado este miércoles la comisionada de salud, Gemma Tarafa, en tres grupos de población que se encuentran en una situación más vulnerable: los niños, los adolescentes y los adultos jóvenes.

Según el documento presentado, las condiciones de vida adversas durante la infancia están asociadas a problemas de salud mental. El acoso escolar también puede tener un impacto importante en la salud de la población infantil y adolescente. Por eso una de las acciones que plantea este plan es ampliar los recursos de los Centros de Salud Mental Infantil y Juvenil (CSMIJ) y garantizar una cartera de servicios equitativa, y sobre todo, adaptada a la realidad de cada barrio.

Otro determinante de la salud mental que afecta a las adultos jóvenes es sobre todo el paro. Y es sobre todo el desempleo de larga duración lo que se asocia a un peor malestar. En enero de 2016, el 49,4% de las personas paradas en Barcelona llevaba dos años o más buscando trabajo, mientras que esta cifra en 2007 era sólo del 8,1%. Para hacer frente a ello el Ayuntamiento propone planes como el de reforzar la inserción laboral de jóvenes en los distritos con más necesidad de inserción.

La vivienda es otro de los factores que determina la vulnerabilidad de las personas. El 13,4% de los hogares con menores ha tenido algún retraso a la hora de pagar el importe de la hipoteca o el alquiler durante los últimos 12 meses, una situación que puede influir en la salud mental. Para ello el ayuntamiento también propone en este nuevo plan acciones dirigidas a paliar esta cuestión, tales como prevenir e intervenir en los desahucios ofreciendo mediación entre las partes -ya en marcha- o adjudicar 2.000 viviendas públicas a colectivos en situación de vulnerabilidad. Además el ejecutivo de Colau quiere potenciar los programas dirigidos a facilitar el acceso a la vivienda a las personas que padecen una patología psiquiátrica.

El documento recuerda que la mayoría de recursos dedicados a hacer frente a este tema se habían destinado hasta ahora a la atención y al tratamiento de la enfermedad. Unas políticas que según este gobierno no habían puesto suficiente énfasis en la prevención comunitaria.

Otros ejes del plan de salud

Además de abordar los determinantes sociales, este plan propone acciones para garantizar el acceso a los servicios de salud mental sin que haya discriminación de ningún tipo. Además la iniciativa apuesta por respetar los derechos de las personas con enfermedad mental, luchar contra el estigma, asegurar la evaluación del impacto de las actuaciones y garantizar la gobernanza del plan.

Para garantizar esta gobernanza, Gemma Tarafa ha explicado que la previsión es reunirse periódicamente con el grupo promotor del plan para ir evaluando la efectividad de las acciones llevadas a cabo.

Tarafa también ha explicado que algunos de los proyectos que incorpora el plan ya se están llevando a cabo, como es el caso de las actividades dirigidas a reforzar la convivencia vecinal con personas con enfermedad mental o a consolidar la inserción laboral de las personas con una enfermedad psiquiátrica en el mercado ordinario.