Los saqueadores del Palau de la Música vuelven al juzgado. El primero en hacerlo ha sido Jordi Montull, número dos de Fèlix Millet, conducido por los Mossos d'Esquadra porque se encuentra cumpliendo pena de prisión por el saqueo. Montull ha negado al juez que urdiera un plan junto a su mujer, Mercè Mir, y su hija, Gemma Montull, para ocultar a la Justicia ingresos de alquileres y evitar indemnizar así las indemnizaciones al auditorio.
Los coletazos del caso Palau siguen casi quince años después de su estallido. Millet y Montull fueron condenados a penas de hasta nueve años de cárcel. Gemma Montull fue condenada a cuatro años, pero esquivó su ingreso en prisión. Ahora todos ellos vuelven a estar imputados por ocultar supuestamente ingresos que obtenían del alquiler de fincas embargadas
Según han informado fuentes jurídicas, la declaración de Montull ha sido muy breve debido a que su estado de salud es delicado tras una operación de corazón a la que se sometió la semana pasada. Más extensa ha sido la de su esposa, Mercè Mir. Gemma Montull también estaba citada para este miércoles, pero un error en su citación ha hecho suspender su declaración.
En síntesis, la defensa de los Montull pasa por negar por cualquier plan para no pagar al Palau y alegar que los ingresos obtenidos de las dos fincas alquiladas (una de ellas a su hija Gemma, otra a un particular) en el Masnou (Barcelona) se declararon siempre a Hacienda y no reportaron beneficio alguno, ya que se dedicaron a gastos en reparaciones e impuestos de las propias fincas.
En cambio el Palau de la Música, que denunció el caso y viene observando con lupa todos los ingresos de sus saqueadores para que devuelvan hasta el último céntimo, tiene dudas de la versión de los Montull. Para empezar porque, tal y como quedó constancia en la ejecución de la sentencia del Palau, Montull no dijo que ingresaba nada por alquileres y alegó que sus únicos ingresos provenían de su pensión.
Pero además, el Palau ha descubierto que en los contratos de arrendamiento se incluyó una cláusula poco habitual por la que Gemma Montull tenía un derecho de tanteo cuando se vendiera la finca. Ello hace sospechar que la familia quería asegurarse la conservación de parte de su patrimonio embargado y que se debe subastar para indemnizar al Palau.
Esta es la segunda causa abierta que tienen Millet y Montull por ocultar ingresos a la Justicia. La Fiscalía Anticorrupción solicita dos años de cárcel para Montull y Mir por eludir la devolución del saqueo ocultando a la Justicia el cobro de 31.500 euros de alquiler de una de las fincas embargadas en la causa del expolio del auditorio.
La fiscal mantiene que Montull y su mujer decidieron alquilar la vivienda de El Masnou (Barcelona), propiedad de Mir desde 2001 pero cuyo arrendamiento se repartía el matrimonio, “sin poner en conocimiento” de la Justicia el cobro del alquiler. El matrimonio, según la acusación, tuvo “evidente intención de no hacer frente” a la devolución del saqueo del Palau, y por ello ocultó el alquiler de la vivienda “puestos de común y previo acuerdo y teniendo pleno conocimiento de las cantidades económicas a las que fueron condenados, y con evidente intención de no hacer frente a las mismas”.