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El sector turístico de Barcelona supera el bache del 'procés' y vuelve a cifras de récord

Los hoteles de la provincia de Barcelona cerraron el pasado mes de enero con 1.635.602 pernoctaciones. Se trata de una cifra récord (1,2% superior al mismo mes del año pasado), algo a lo que la capital catalana está más que habituada en cuanto a turismo. Esta vez, sin embargo, es noticia. La caída de visitas registrada durante los meses más críticos del proceso independentista, posteriores además al atentado en la Rambla, encendieron todas las alarmas, pero parece que han quedado atrás a falta de unos días para empezar Semana Santa. 

“La sensación es que el mal trago ya ha pasado”, valora Joan Torrelles, director general de Turismo del Ayuntamiento de Barcelona, que augura una Semana Santa y un verano como los anteriores en la ciudad. “Las reservas vuelven a recuperarse y nada hace pensar que va a ser una temporada diferente”, sostiene. Pero desde el sector no las tienen todas y aseguran que la recuperación de las pernotaciones se ha conseguido en parte a costa de bajar los precios de las habitaciones. 

Los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) para Catalunya muestran unos ingresos por habitación de 41,48 euros de media el pasado enero, un 3,9% superior a los 39,89 de enero de 2017. El ritmo de crecimiento es con todo inferior al de temporadas anteriores, cuando lo que se pagaba por una cama de hotel podía subir de año a año más de un 10% de media. “Hay que ser muy prudente, hemos tenido que bajar precios para atraer a gente, y eso es muy negativo”, valora Enrique Alcántara, presidente de la asociación de apartamentos turísticos Apartur. 

Ni hoteles ni agencias de viajes tienen todavía previsiones para la Semana Santa y mucho menos para verano. Pero todas están lejos del catastrofismo manifestado en octubre y noviembre. Martí Serrate, presidente de la Asociación Corporativa de Agencias de Viajes Especializadas (ACAVE), asegura que “la tranquilidad es absoluta” y que “la gente ya no pregunta, lo del 1-O fue algo mediático pero puntual”. Menos optimista se muestra Alcántara, que asegura que no tienen “grandes expectativas” y que temen un verano que no alcance les cifras del anterior. 

Desde el consistorio creen que el normal funcionamiento de los servicios de la ciudad, algo que se demostró también en las jornadas de plena ocupación del Mobile World Congress, es lo que tiene en cuenta el turista. “No son las circunstancias políticas lo que afecta a las estancias, sino el funcionamiento de la ciudad, algo que quedó afectado el 1-O por ejemplo, pero ahora todo va bien”, sostiene Torroella. 

La recuperación que se vio el pasado mes de enero, y a la espera de publicarse las cifras de febrero, se debe sobre todo al turista extranjero y no al español. Según las cifras del INE, de hecho, mientras las pernoctaciones de los extranjeros aumentaron respecto a enero de 2017 un 2,9%, las del turista autóctono descendieron un 3,6%. 

Bajón por el 1-O

Que el turismo se resintió por las imágenes del 1-O y las huelgas posteriores pocos lo ponen en cuestión. Entre octubre y diciembre las pernoctaciones cayeron un 6,5% en la provincia de Barcelona y los ingresos por habitación en los hoteles catalanes fueron de media un 11% inferiores que en 2016. El Gremio de Hoteles de Barcelona llegó a cifrar en un 18% la caída de su facturación durante ese trimestre que calificaron de “fatídico”, aunque ni eso les impidió cerrar el año con un aumento global de los ingresos. 

“Nosotros registramos un bajón de entre el 8 y el 10% de la facturación”, asegura el presidente de ACAVE, aunque no lo atribuye solo al “impacto mediático” del 'procés' o a los atentados. “Hay que tener en cuenta que algunos países del Mediterráneo, como Turquía o Egipto, se están recuperando y vuelven a estar en el mercado europeo, con lo que puede que se lleven una parte del turismo que teníamos prestado”, sostiene.

Uno de los actores del sector turístico que pudo tomar mejor el pulso de los visitantes durante los meses posteriores al 1-O son los guías turísticos. “Mucha gente canceló sus viajes por culpa de las imágenes impactantes del referéndum”, recuerda Agnès Rodríguez, presidenta de la asociación de guías AGUICAT. “Desde Estados Unidos nos llegó algún correo electrónico preguntando si había guerra civil”, asegura. 

“La gente oye campanas y quiere saber si la situación está bien, pero sobre todo lo que les preocupa es que la Sagrada Familia o el Camp Nou no estén cerrados por huelgas o disturbios”, explica. Algunos operadores extranjeros evitaron Barcelona como destino para sus clientes precisamente por esto, añade.

El Aeropuerto de Barcelona-El Prat también notó cierta relajación de pasajeros en el tercer trimestre, pero no le impidió cerrar 2017 con un récord histórico de 47,2 millones de usuarios. Octubre fue, por ejemplo, el mes en que menos subieron las visitas respecto al año anterior (un 3,9%), mientras que en noviembre y diciembre la subida ya se fue acercando más a la media anual, con un 5% y un 6,4%, respectivamente.