Miles de profesores y sanitarios se concentran en Barcelona: “Lo hemos dado todo y no hemos recibido nada”
El blanco de las batas se mezcla con el verde de las pancartas y banderas de los maestros en la plaza Sant Jaume de Barcelona. Este es el lugar que miles de médicos, enfermeras, personal sanitario, docentes y estudiantes han elegido para manifestarse juntos en una jornada de huelga que reivindica la calidad de los servicios públicos y el fin de los recortes. Según la Guardia Urbana, en total se han concentrado unas 6.500 personas.
La paleta de colores que se veía en la plaza Sant Jaume se completa con los de los diversos sindicatos convocantes, mostrando la unidad de la jornada fuerte de esta semana de huelgas en Catalunya. También se le suma el amarillo fosforito de algún chaleco reflectante, procedente de los taxistas que están colapsando el centro de la Gran Via.
El sindicato Metges de Catalunya ha cifrado en un 75% el seguimiento de la huelga durante las primeras horas de esta jornada reivindicativa de los facultativos. El Departament de Salut ha rebajado la cifra en el turno de mañana hasta el 17,5% de los médicos.
El Departamento de Educación ha cifrado en un 7,70% el seguimiento de la huelga de personal docente funcionario, interino y laboral de la enseñanza pública que depende de la consellería y del Personal de Administración y Servicio hasta las 12 horas. Este seguimiento corresponde a la información que le han reportado el 85,5% de los centros. La huelga la convocó inicialmente el sindicato USTEC-STEs y se ha acabado adhiriendo la mayoría de las organizaciones sindicales del sector.
“Nos sentimos maltratadas”
Un megáfono guía la comitiva, que se dirige al Parlament, con cánticos como “Educación y Sanidad, pública y de calidad” o “revirtamos los recortes o huelga”. Jaume, Ada, Arantxa y Gemma son enfermeras y este es su segundo día de huelga. Aseguran que están “muy maltratadas” y reivindican que esta no es sólo una huelga de médicos. “Todo el mundo habla solo de ellos, pero esto es para todo el sector sanitario”, dice Jaume.
Se lamentan de que están realizando tareas facultativas y que no se les retribuye en función de eso. “Tenemos mucha responsabilidad y hacemos cosas para las que no estamos formadas”, dice Arantxa. Gemma, a su lado, reivindica que no quieren ser “la mano de obra barata de la sanidad”.
Ella pertenece al sindicato SATSE, que no se ha sumado a la huelga debido al convenio firmado entre el Departament y los principales sindicatos para equiparar salarialmente a los profesionales del sistema integral de utilización pública de Catalunya (Siscat) con los de la sanidad pública. “No podemos quedarnos con eso, la sanidad pública está en riesgo y no tenemos que olvidar que el dinero para la concertada sale de fondos públicos”, espeta, mientras, con el megáfono, suenan cánticos contra la privatización
Hasta 25.000 médicos y personal sanitario del Instituto Catalán de la Salud (ICS) y del Siscat han sido llamados este miércoles a la huelga en una convocatoria que también se repetirá mañana. Se espera que también se convoque una nueva manifestación el próximo sábado.
Según el sindicato Metges de Catalunya, el seguimiento ha sido del 79% en la atención primaria y del 73% en los hospitales. Por provincias, se ha llegado a un 77% de los facultativos parados en Barcelona, un 75% en Tarragona, un 72% en Lleida y un 77% en Girona.
Los médicos de la sanidad pública catalana reclaman un incremento en sus sueldos así como de la cantidad que perciben por sus guardias. También reclaman una jornada laboral de 35 horas semanales, menos carga de trabajo (especialmente en la atención primaria), más plazas de MIR para algunas especialidades y una mejor planificación del relevo en las jubilaciones. Otra de las reivindicaciones de la huelga es que todos los facultativos estén contratados directamente por la Administración pública.
“Retallar en sanitat, és assassinat” [Recortar en sanidad es un asesinato, en su traducción]. Antoni corea esta y otras consignas, ataviado con su bata blanca y un estetoscopio al cuello. Es médico de familia en un CAP de Barcelona y asegura que se ha unido a la huelga “por puro hartazgo y agotamiento”. Relata que puede llegar a tener más de 50 visitas al día. “A veces se acercan peligrosamente a la setentena”, cuenta. Explica que este ritmo de visitas, así como tener tantos pacientes asignados, les produce “una frustración insoportable”. ·Es imposible que hagamos bien nuestro trabajo si, para cumplir el ritmo, tendríamos que atender a cada uno en segundos“. Reclama un aumento de las plantillas y una reducción de la carga de trabajo. ”Entre las visitas, las derivaciones y toda la burocracia, no llegamos. Pensaba que habríamos aprendido algo de la pandemia“, espeta Antoni, rodeado de personas que corean la consigna: ”Lo hemos dado todo y no hemos recibido nada“.
Andrea es maestra de primaria en una escuela pública. Ha venido a la huelga con sus dos hijas, que estudian en el centro en el que ella es docente. Las pequeñas bailan al ritmo de un cántico que ha adaptado la letra de la canción de Shakira con Bzrp. “Sí que hay dinero, pero lo dais al opus dei”, cantan. Esta maestra es miembro de USTEC, el sindicato mayoritario del sector, y se ha sumado a todas las huelgas de los últimos cursos. Asegura que está cansada, pero “las circunstancias lo merecen”, dice. Explica que no esperaba esta huelga y reconoce que el pacto firmado con Educación, que entre otras cosas incorpora 3.600 docentes más, le parece un buen acuerdo.
“Aun así, los servicios públicos están en crisis, nos sostenemos por un hilo y seguimos sintiendo los recortes”, por eso no dudó en sumarse a la huelga convocada por los médicos. “Es precioso vernos a todos juntos, los servicios públicos todos en la calle. Hoy nos escuchan sí o sí”, dice Andrea, mientras de fondo se corea.
Esther y Carles se suman a esta afirmación de Andrea. Ellos son estudiantes de Historia y explican que se suman a la huelga “reivindicando lo de siempre, rebajas en las matrículas y más becas, pero sobre todo para apoyar al sector público. Si no aseguramos unos buenos servicios esenciales, el futuro pinta muy negro”, aseguran.
Cientos de taxis parados en Gran Via
Los taxistas, por su parte, protestan este miércoles contra los “abusos” plataformas digitales como Uber, a los que acusan de incumplir la normativa catalana. Los taxis de Barcelona, que esperan movilizar 5.000 vehículos parados en el centro de la ciudad, empezaban a acumularse en la avenida Gran Via de la capital catalana sobre las 10 h de la mañana. Mientras tanto, el tráfico seguía circulando con algunas dificultades
El portavoz de Élite Taxi, Tito Álvarez, aseguraba esta mañana que el paro “va muy bien” y contabilizaba unos 2.000 vehículos parados en la Gran Via, desde plaza Tetuán hasta Paseo de Gracia, lugar en el que quieren celebrar una asamblea a las 11h.
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