Amenazas, insultos y publicación de datos personales: la nueva estrategia intimidatoria de Desokupa
“Tienes 48 horas para llamarme por privado, no haremos de esto un asunto nacional porque te llevo a todas las televisiones, pongo tu cara en redes sociales y no vas a poder salir ni a la calle. ¿Vale? Piénsatelo”. Habla a la cámara Daniel Esteve, el propietario de la empresa catalana de desalojos Desokupa. El vídeo, colgado el pasado 18 de junio en su cuenta de Instagram, tiene más de 74.000 reproducciones.
Pocas horas después de esta amenaza, el rostro del presunto okupa aparece publicado en el mismo perfil. “Aquí tenéis su cara, que la vea España entera. Se llama (...) ¡Compartid su foto!”, remacha. La imagen tiene 6.800 ‘likes’ y 377 comentarios, buena parte de ellos son insultos y amenazas.
El okupa abandonó el piso tras ver su foto publicada en las redes sociales. “Sabíamos que esa presión haría que se fuese”, admite Esteve en conversación con elDiario.es. “Ese formato nos ha servido en muchas ocasiones”.
Para lograr sus objetivos, Desokupa ya no solo utiliza la presencia de hombres hipermusculados a las puertas de un domicilio. Ahora también dispone de las redes sociales, donde acumula cientos de miles de seguidores, para intimidar.
El líder de esta empresa se ha acabado haciendo famoso al albor de programas matinales como el de Ana Rosa, en Telecinco, o el de Susanna Griso, en Antena 3, donde ha aparecido en directo en decenas de ocasiones explicando sus actuaciones más polémicas. Sus seguidores han subido como la espuma gracias a estos programas y ahora ya vuela solo. Dispone de dos cuentas de Instagram que suman 170.000 seguidores y de un canal de Youtube con casi 73.000 más. Su perfil de Facebook tiene más de 340.000 seguidores. Él mismo se define actualmente en su página web como un “influencer”.
Desde estas cuentas se dedica a publicar los rostros de los okupas a los que quiere expulsar para ejercer presión sobre ellos. En ocasiones también revela su nombre completo, el municipio en el que viven o incluso sus números de teléfono y pide a sus seguidores que le inunden a llamadas. También dispara mensajes racistas, tránsfobos y machistas y muestra apoyo a iniciativas y periodistas de extrema derecha.
“Aquí tenéis el teléfono de Abdulah!”. Esteve repite el número y lo muestra varias veces en pantalla en un vídeo en directo de Instagram. Le están viendo miles de personas, que van dejando comentarios racistas de todo tipo. “Ha bloqueado el Whatsapp pero tiene línea, así que espero que lo llaméis y le digáis lo buena persona que es”, añade.
Según diversos juristas consultados, este tipo de publicaciones vulneran claramente la normativa de protección de datos. “Utiliza la publicación de datos personales en una cuenta corporativa para ejercer presión social y coaccionar a personas”, apunta Pere Simón, abogado, doctor en derecho constitucional y consultor especializado en protección de datos. “Evidentemente esto no es una finalidad legítima prevista en la normativa”.
Al propietario de Desokupa no parece importarle mucho esta presunta vulneración de la normativa. “¿Ley de protección de datos? Me cago en la ley de protección de datos con casos como este”, dice en el mismo vídeo, justo después de revelar el teléfono de un okupa y pedir a sus seguidores que le llamen. “Si quieres me denuncias, pedazo de mierda”, concluye.
Esteve asegura que “de momento” no ha tenido ningún problema legal por la publicación de estos datos. “Todo lo hemos sacado de las redes sociales”, explica. “Entiendo que es mucho más grave la ocupación o el allanamiento de una propiedad privada”.
Los insultos machistas -“saludad a la okupa guarra esta”, dice en uno de sus vídeos en el que muestra a una mujer recién desalojada- y tránsfobos también son habituales en su perfil. A su vez, suele destacar el origen extranjero de los okupas en sus publicaciones, algo que no hace cuando son españoles.
Una fama labrada en la televisión
Antes de poder usar sus propias redes sociales para intimidar, Esteve utilizó durante años su presencia continuada en los programas matinales para ejercer el mismo tipo de presión y hacerse famoso. Era una relación en la que todos ganaban: los programas rellenaban minutos con imágenes sórdidas de pisos ocupados y escenas de tensión. Esteve, al mismo tiempo, ganaba seguidores y aprovechaba su influencia en televisión para amenazar a los okupas.
“Los últimos años nuestra influencia en redes se ha disparado”, confirma el líder de Desokupa. “Es verdad que la televisión ha ayudado mucho, pero la fuerza que tenemos [ahora] es por los vídeos en redes sociales”.
El 20 de noviembre del año pasado, Esteve se puso delante del móvil para explicar otro de sus casos. “Tenemos la cara de la tipa que la enseñaremos mañana”, aseguró en la grabación, publicada en la cuenta de la empresa. “Su nombre, sus redes sociales... lo tenemos todo: vamos a hacerte la vida imposible dentro de la legalidad (...) Entraremos a las 12 en directo en Telecinco, no os lo perdáis”.
Al día siguiente, Esteve se presentó en la casa de la mujer a la que había amenazado por redes sociales. Llegó junto a un abogado, varios matones y un equipo del programa de Ana Rosa, que durante toda la mañana anunció que habría una conexión en directo. Mientras se desarrollaba el programa, en una pequeña ventana aparecía Esteve y su equipo acercándose al domicilio. “Dani Esteve y su equipo están intentando desalojar a la conocida como la ‘ocupa violenta’”, anunciaban en el programa. “Hoy el cara a cara, en el programa de Ana Rosa”.
Cuando finalmente conectan con Esteve, se le ve discutir con la presunta okupa: ella desde dentro del domicilio, Esteve desde fuera del portal. “El problema ahora lo tienes tú, cuando salgas a la calle y la gente te reconozca”, le espeta el líder de Desokupa. “¿Quieres saludar? Te está viendo toda España”, añade. Telecinco le pixeló la cara a la mujer, pero después Esteve subió el vídeo en su cuenta sin censurar.
Situaciones como esta se han repetido hasta la saciedad durante los últimos años, engordando la fama de un hombre que para un sector de la población es percibido como un justiciero que ayuda a abuelitos y gente corriente a recuperar sus propiedades, aunque para lograrlo utilice la revelación de datos y la intimidación.
“Hay una serie de programas que han contribuido a legitimar la criminalización de la población que sufre la crisis de la vivienda”, señala Jaime Palomera, portavoz del Sindicato de Inquilinos. Palomera explica que los casos de ocupaciones de una vivienda habitual, como los que difunde Esteve, son totalmente marginales en las estadísticas. Algunas cadenas, sin embargo, magnifican estas situaciones como si fuesen la norma en lugar de hablar de desahucios, un fenómeno que sí ocurre a diario. “El género del miedo y el morbo venden mucho en según qué franjas”, añade Palomera.
El personalismo de Esteve ha ido en aumento al mismo ritmo que ganaba seguidores en redes. Su empresa ya no se llama Desokupa a secas, sino que ahora es “Desokupa de Daniel Esteve”.
Su última propuesta es una serie ‘online’ en Youtube en la que muestra los operativos más polémicos mientras su equipo los va comentando ante la cámara. Esteve ahora ya no necesita los programas matinales, tiene su propio show en Youtube: un cóctel de tensión, morbo y criminalización de la ocupación y de los activistas antidesahucios. Algunos capítulos tienen casi un millón de reproducciones.
“Teníamos cientos de miles de seguidores que siempre han pedido ver nuestras actuaciones en directo”, señala Esteve sobre su iniciativa 'youtuber', producida por un equipo de su empresa. “Así que decidimos hacer nuestros propios capítulos y nuestros propios directos”.
Connivencia con los Mossos
Del análisis de sus publicaciones también se desprende que el cuerpo parapolicial liderado por Esteve colabora habitualmente con los Mossos en sus operativos, un extremo que la policía catalana sigue desmintiendo a día de hoy y que el exconseller de Interior, Miquel Buch, negó en sede parlamentaria en 2019.
Las cuentas de Esteve indican lo contrario. Se ve a miembros de Desokupa entrando en pisos junto a los agentes de la policía catalana y el propio líder de Desokupa se jacta en múltiples publicaciones de su colaboración con la policía.
“Un placer cada vez que colaboramos con ellos en nuestras actuaciones semanales”, escribe en una publicación de octubre de 2020. “Piso recuperado donde dos argelinos intentan agredir a dos mossos y ayudamos a reducirlos y acaban detenidos”, apuntó en marzo de 2020. “La sinergia Desokupa-Policía Nacional funciona”, escribió en febrero de 2020 tras una desokupación.
“Los Mossos no es que colaboren con nosotros, lo que pasa es que coincidimos en cientos de desocupaciones y muchas veces les pasamos información que les sirve para hacer detenciones”, precisa Esteve. “Eso es innegable porque hay muchísimos vídeos donde se demuestra”.
Esteve finaliza afirmando que ha “recuperado” 167 pisos junto a agentes de Mossos d'Esquadra, Policía Nacional y Guardia Civil. “La relación con ellos es muy buena”, apunta. “Pero con los de la calle. Otra cosa es que los mandos policiales políticamente no reconozcan nuestra legalidad porque no les interesa”.
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