El incendio que el fin de semana pasada quemó alrededor de 1.700 hectáreas en las comarcas de la Conca de Barberà (Tarragona) y la Anoia (Barcelona) ha dejado multitud de bosques y campos totalmente calcinados. La agencia ACN ha sobrevolado con dron la zona quemada y las imágenes permiten hacerse una idea de los efectos de las llamas en la zona.
El municipio más afectado es Bellprat (Anoia), donde se han quemado más de un millar de hectáreas. Precisamente, el dron ha podido grabar el desolador paisaje que hay en el entorno del Castell de Queralt, que ha quedado rodeado por un mar de ceniza y todo el bosque que lo rodea ha quedado calcinado. Un entorno natural que tardará años en recuperarse. El fuego, que todavía no está extinguido del todo, se declaró el pasado sábado y el lunes al atardecer ya se dio por controlado.
Según los datos facilitados por los Agentes Rurales, las llamas han afectado un total de 1.657 hectáreas, 1.272 de las cuales corresponden a vegetación forestal, 380 son agrícolas y las cinco restantes son de vegetación urbana. En total, han estado seis los términos municipales afectados por el incendio: Bellprat, Sant Martí de Tous y Santa Maria de Miralles (en la Anoia) y Les Piles, Santa Coloma de Queralt y Pontils (en la Conca de Barberà).
A pesar de que los Bomberos dieron por controlado el fuego lunes al atardecer, todavía no está extinguido y se calcula que podrían pasar unos cuántos días hasta que se pueda dar por finalizado. Varios efectivos siguen remojando y vigilando la zona para apagar cualquier punto caliente que haya podido quedar.
El fuego también obligó a desalojar más de un centenar de personas de urbanizaciones próximas al perímetro del fuego y de masías aisladas. El dron ha podido grabar una de las masías que quedó rodeada por las llamas en el término municipal de Bellprat. Aun así, la casa no se vio afectada por el fuego.
En cuanto al origen del incendio, los Agentes Rurales trabajan con la principal hipótesis que fue causado por un accidente mecánico. El jefe del área regional de los Agentes Rurales de Tarragona, Cándido Rincón, ha explicado que, a pesar de que la investigación no está cerrada, “la intencionalidad tiene muy poca fuerza” y aseguró que el cuerpo está trabajando con la hipótesis de un accidente mecánico “que puede ser muy variado”: desde un tubo de escape de un vehículo a una avería de un tractor.