Eudald Carbonell (Ribes de Freser, 1953) es arqueólogo, antropólogo, historiador y geólogo. Hace más de cuatro décadas empezó a estudiar los yacimientos de Atapuerca y es uno de los referentes internacionales en investigación sobre la evolución de la especie humana. Carbonell, muy crítico con la globalización, advierte de que nos hemos equivocado y mucho en nuestra adaptación al planeta y eso explica que el coronavirus haya podido provocar esta pandemia. Defiende que la alternativa al actual modelo debería ser la “planetización”, un sistema más respetuoso con la diversidad y que redistribuya bien la riqueza.
¿El coronavirus nos ha puesto ante el espejo como especie?
Sí, esta es un expresión que he utilizado porque la gente la entiende rápidamente. Nuestra especie, tanto en Oriente como en Occidente, se ha puesto ante el espejo y ha visto que alguna cosa iba muy mal y que no lo estábamos haciendo bien. Esta pandemia es un aviso, un autoaviso que nos hacemos. Cuando las cosas no se hacen bien, las cosas no van bien y por lo tanto hay que cambiar la manera de hacerlo. La pandemia hará una presión selectiva sobre nuestra especie, pequeña porque todos los países intentamos combatir la selección natural, pero nos ha puesto ante el espejo como una especie que se está equivocando en la manera de adaptarse al planeta.
Afirma que el coronavirus es un aviso y en alguna ocasión ha advertido de que si no se toman decisiones se producirá un colapso como especie. ¿Qué decisiones?
Los colapsos se producen cuando un sistema se desestructura y deja de funcionar. Es como una catarsis. Todo el mundo comprende que es un colapso en las UCI: se produce un excedente de pacientes y no hay ni los medios ni la estructura de personal para hacerle frente. Aplicado este ejemplo a nivel universal significa que no existen las capacidades para continuar haciendo una vida normal.
Una pandemia como esta, que se podría haber evitado en un mundo monitorizado como este, prueba que algo hemos hecho mal. Tenemos una globalización con pies de fango. La uniformización de nuestra especie en el planeta es un error estratégico. Planteo desde hace más de 15 años la planetización frente a la globalización, el mantenimiento de la diversidad frente a la uniformidad, el progreso frente al desarrollo.
Por lo tanto lo que estamos pagando son los errores de una globalización mal planteada.
Sí, con una gran probabilidad es eso.
¿Y cómo se puede plantear de otra manera?
Es que la globalización es un error. Tenemos que parar la globalización porque tenemos que hacer una planetización. Esta globalización nos hace perder la memoria de los sistemas y culturas diversos, que nos da un pensamiento único. Mientras no tengamos más inteligencia operativa tenemos que trabajar para integrar la diversidad. Cuando desintegras, como está haciendo actualmente la globalización, destruyes la memoria del sistema humano y del sistema Tierra.
¿Un ejemplo de esa desintegración podría ser lo que está pasando con el cambio climático?
Sí, es un ejemplo. Cambios climáticos ha habido ya antes porque estamos en un sistema termodinámico. Ahora bien, en estos momentos nosotros somos conscientes de que nuestra forma de adaptarnos provoca que intervengamos en la aceleración del cambio. Y al acelerarlo puedes provocar muchos problemas a nuestra especie para readaptarse al cambio. Este es otro de los efectos de la globalización con pies de fango.
Si la alternativa es la planetización, ¿quién debe liderarla?
Debe hacerlo el pensamiento y el conocimiento. No deben hacerlo ni los intereses políticos ni los geopolíticos ni las clases extractivas. La planetización implica mantener la diversidad y ello incluye también culturas, lenguas...todo. Es un proceso para generar una interdependencia en el planeta.De esta manera el sistema no pierde memoria sino todo lo contrario porque tiene muchas memorias colectivas diferentes que pueden aportar información. Se trata de crear un conjunto de nódulos que son interdependientes y no de tener nódulos anulados y con una jerarquía que provoca que no funcionen.
¿Esta es la revolución como especie que propone?
Sí, Hablo de una revolución evolutiva, es decir, no hablo en términos políticos sino en términos de especie. Se trata de crear las estructuras necesarias para socializar la revolución científico-tecnológica sin que haya muchas pérdidas humanas como pasó en la Revolución Industrial.
¿Hemos corrido demasiado en la revolución tecnológica?
No, al contrario. Vamos demasiado lentos. Cuanto más rápido vayamos en la socialización de la tecnología más rápido se incrementará la sociabilidad. Este confinamiento hará que esa socialización de la tecnología vaya más rápido y esto es muy importante porque la tecnología y el lenguaje es lo que nos ha hecho humanos. Hará que vayamos más rápido y que no tengamos que sufrir las muertes que hubo en la Primera y Segunda Guerra Mundial para que pudiesen circular las materias primas y estabilizar el capitalismo. Ahora es al revés. Probablemente esto será el final de un sistema como el capitalismo que no resuelve los problemas que genera.
¿El final del capitalismo?
Sí, obvio. Todos los sistemas colapsan, desde el esclavismo a las sociedades medievales. El único que se intentó establecer de forma artificial fue el socialismo y también colapsó porque los humanos aún no tenemos unas capacidades suficientes para funcionar en un sistema racional.
Y si el capitalismo ha colapsado, ¿qué viene después?
La planetización se basa en la interdependencia y la redistribución de la materia y la energía en el planeta. De esta manera cada uno lo utiliza en función de cómo tiene planeada su estructura cultural. Esto sería el nuevo sistema, un sistema universal basado en la diversidad.
Se acabe o no el capitalismo, ¿el riesgo es que esta crisis la acaben pagando los de siempre, las clases más desfavorecidas?
Siempre ha sido así. Funciona la selección natural y en este caso se trata de los que tienen el poder, las clases extractivas, las que disponen de medios y de redes de resistencia. Esto es lo que se tiene que acabar. La globalización ha empoderado sistemas que son anacrónicos, fósiles y viejos. El capitalismo es un sistema caduco que no soluciona los problemas que genera. Tenemos que ir a nuevos sistemas derivados por la propia lógica humana. Si no lo hacemos nosotros, lo hará la propia evolución.
¿Cree que los actuales dirigentes políticos, sea en Estados Unidos, Europa o China y las grandes corporaciones económicas estarían dispuestas a abordar esa planetización que usted defiende?
No. Lo peor que nos está pasando en la humanidad es tener líderes. Si los eliminásemos probablemente podríamos cambiar el sistema. Además, los líderes que elegimos son los más imbéciles. Son los más ignorantes y nos llevan a estas decisiones.
Pero también será culpa de los ciudadanos porque son los líderes que escogemos.
Sí, claro. Porque somos los responsables. Es lo que tienes si tú eliges a los más imbéciles para dirigir.
¿Qué opinión tiene de cómo se está gestionando esta crisis en España?
Se está gestionando tarde y mal, como en todos sitios. España en esto no es especial. Es una ineptitud general de todos los líderes.
¿Si algún presidente le pidiese asesoramiento, usted qué le aconsejaría?
No soy partidario de dar consejos, prefiero dar opiniones.
¿Qué opinión le daría?
Que esta experiencia desgraciada le sirviese para pensar cómo puede contribuir para ir hacia la planetización y no resolverlo con un parche que lo que provocará es que mañana volvamos a estar igual. Es lo que seguramente pasará. Una vez que la gente vuelva a tener solucionadas las cosas básicas, regresaremos al estadio de antes porque somos conservadores. Esto es un error. No pueden volverse a poner parches. Y que se deje asesorar por los científicos. Eso no significa que sean infalibles. El pensamiento científico es un método y también puede estar cargado de errores. Pero una cosa es un error y otra es la incapacidad.
¿O sea que la gente nos acabaremos olvidando de lo que ha pasado y no aprenderemos ninguna lección?
Sí. Pero lo que pasa es que a lo mejor deja sustrato en la conciencia crítica de la especie y esta se va agrandando. Si eso pasase se produciría una ola que provocaría el cambio. Sería una etapa de mejor bienestar para nuestra especie.