¿Difundir una noticia falsa es delito? Así lo sostiene la Fiscalía contra los delitos de odio y discriminación de Barcelona, que ha interpuesto la primera querella en España contra una usuaria de Twitter que publicó un mensaje en esta red social en el que denigraba a los menores extranjeros no acompañados que viven en España con un vídeo falso.
“Te mando un vídeo de un centro educativo para los emigrantes menores de edad que entran ilegalmente en España. Te ruego que lo difundas para que España se entere de una vez como nos agradecen que los acojamos”, tuiteó la querellada, que acompañó su mensaje de una grabación de un minuto y medio en la que, dentro de un aula de un centro educativo, varios alumnos gritaban y lanzaban papeles a la profesora, y tiraban y tumbaban las mesas y sillas, entre gritos y risas de burla.
El fiscal Miguel Ángel Aguilar, que dirige el servicio contra los delitos de odio del Ministerio Público de Barcelona, expone en su querella que el vídeo que tuiteó la querellada no sucedió en España sino en Brasil y “no tiene nada que ver con menores de edad que hayan emigrado” a nuestro país, y considera la difusión de la 'fake new' un delito de odio en su modalidad de lesión de la dignidad de las persona por motivos de discriminación relativos a la nación u origen nacional.
La querellada, argumenta el fiscal Aguilar, pretendía vincular una supuesta violencia en las aulas con los menores no acompañados procedentes de otros países que vienen a España “con el fin de denigrarlos”, asociando a los jóvenes “de forma generalizada con actos incívicos, violentos y de falta de respeto a la autoridad del profesorado”. Todo ello, añade el fiscal, con el objetivo de “desacreditar” a los menores y de “despertar o aumentar entre la población los prejuicios y estereotipos contra este colectivo especialmente vulnerable”.