El Govern defiende la compra de mascarillas que investiga Antifraude: “Había que asumir el riesgo”

“Es difícil hacerse cargo de cómo de crítica era la situación si no se estaba en primera línea”. Con frases de este tipo, el conseller de Salut, Josep Maria Argimon, ha justificado en comisión parlamentaria la compra de material sanitario por 35 millones a una empresa sin experiencia en el sector. Un contrato que está siendo investigado por la Agencia Antifraude de Catalunya, que lo ha calificado de “temerario”.

“Era una operación de riesgo, pero había que asumirlo porque no nos podíamos quedar sin elementos de protección fundamentales para nuestros profesionales”, ha señalado el conseller, que en el momento de firmar el contrato era el director gerente del Institut Català de la Salut (ICS). “Si hubiésemos decidido lo contrario, habríamos tenido problemas de material y me estarían preguntando ahora por qué otras Comunidades Autónomas sí lo consiguieron”.

Argimon ha descrito en varios momentos las dificultades que tuvo el Govern para encontrar material de protección para el personal sanitario cuando estalló la pandemia en todo el mundo. “A última hora y a pie de pista se acababa decidiendo adónde iban los aviones cargados de material”, ha explicado. “Era una subasta al mejor postor y todos los países y Comunidades Autónomas tenían dificultades”.

Sin querer desvelar del todo las respuestas que su departamento ofrecerá a la Oficina Antifraude (que ha concedido un plazo de 30 días), Argimon ha detallado una cronología de las reuniones que se llevaron a cabo con la empresa Basic Devices S.L para cerrar un contrato de 35 millones que en un principio iba a ser casi del doble.

Argimon también ha dado explicaciones sobre los tumbos que dio el Govern (especialmente el Departament de Economía y el de Salut) a finales de marzo respecto a la contratación con esta compañía, que no tiene experiencia alguna en la gestión de material sanitario.

Según su relato, fueron las entidades financieras las que advirtieron a la Generalitat el 20 de marzo de 2020 que podía estar siendo víctima de un fraude y por eso el Govern paralizó la ejecución del contrato e incluso presentó una denuncia a los Mossos d'Esquadra.

El 22 de marzo, tras reunirse con los representantes de la empresa y sus abogados, recibieron las suficientes garantías para comprobar que no estaban siendo engañados y retiraron la denuncia. El 28 de marzo llegaron los primeros materiales de protección comprados a esta empresa.

“No nos equivocamos”, ha remachado el conseller. “Los materiales llegaron, se distribuyeron y sirvieron para proteger a los profesionales en un momento de máxima escasez y presión asistencial”.