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El líder del grupo 'pilla-pilla' niega que amenazara y humillara a homosexuales: “No somos neonazis”

Mykola Z. no para de mover las manos durante su declaración como acusado. Se enfrenta a 21 años de cárcel por liderar el proyecto 'pilla-pilla', el intento de exportar a España el movimiento neonazi ruso 'Occupy Pedofilya', dedicado a perseguir y humillar a homosexuales. En su declaración como acusado este lunes, este joven nacido en Ucrania se ha defendido presentándose como un abanderado contra la pedofilia. Según la versión de Mykola Z., la humillación a las que sometió a tres hombres, grabándolos en vídeo y amenazándolos, no buscaba perseguirlos por su condición de homosexuales, sino denunciar y castigar la pedofilia.

El fiscal contra los delitos de odio de Barcelona Miguel Ángel Aguilar y el resto de acusaciones lo tienen claro: bajo la excusa de combatir la pedofilia, en realidad Mykola Z. y los otros cinco acusados del grupo 'pilla-pilla' querían humillar y vejar a homosexuales, y difundirlo a través de vídeos en sus perfiles en la redes sociales que contaban con miles de seguidores ultraderechistas. El grupo quedó con sus tres víctimas en la población barcelonesa de Granollers a través de chats de Internet. Las víctimas pensaban que acudían a una cita con Mykola Z., pero en realidad eran una decena de atacantes les esperaban en plena calle para acorrararlos y obligarlos a decir ante las cámaras que eran “pederastas abusadores de niños”, así como a mostrar su nombre completo y DNI para poder irse del lugar.

Mykola Z. ha intentado sembrar la confusión en su declaración como acusado. Ha mencionado a un tal Sergi, que no está ni citado como testigo, y que según Mykola Z. era la persona que creó el grupo de Facebook del 'pilla-pilla' y quien subía los vídeos de los ataques a las víctimas. Según la versión de Mykola Z., el tal Sergi también era quien grababa los vídeos, y no César A., otro de los acusados a quien la Fiscalía, al igual que al líder del grupo, pide 21 años de prisión.

La versión de Mykola Z. sobre cómo creó el grupo 'pilla-pilla' también ha sido particular. Según su explicación, el grupo surgió “en el colegio, en una conversación”, cuando tenía 14 o 15 años, si bien las agresiones se produjeron en 2013, cuando Mykola Z. ya tenía 19 años. Preguntado por su defensa sobre los objetivos del grupo, Mykola Z. ha vuelto a presentarlo cómo unos altruistas antipederastia: “El 'pilla-pilla' consistía en descubrir el tipo de personas que querían mantener relaciones sexuales con menores de 15 años”. Incluso ha dicho que los ataques buscaban “un cambio en la legislación” para endurecer las leyes contra la pederastia.

Según Mykola Z., el grupo no escogía a sus objetivos “por si la persona era gay o no”. “Nosotros nos metíamos en el chat y ya”, ha apostillado. Casualmente, todos los chats que forman parte del sumario eran páginas de contactos entre homosexuales a las que entró Mykola Z. para concertar citas con las víctimas. “No somos neonazis”, ha dicho después, para desmarcarse de cualquier relación con el grupo ultra ruso 'Occupy Pedofilya'.

También ha dicho que a las dos semanas de crearse la página de Facebook del 'pilla-pilla' cambiaron su símbolo porque era igual que el de 'Occupy Pedofilya'. Desde que los miembros del grupo fueron detenidos por los Mossos d'Esquadra tras perpetrar tres ataques en Granollers en noviembre y diciembre de 2013 no se han producido agresiones similares en España.

Para intentar que quedé probado el componente neonazi de los ataques, las acusaciones han aportado a la causa fotos en las redes sociales de Mykola Z. haciendo el saludo fascista, así como la amistad en las redes sociales que el líder del 'pilla-pilla' mantenía con líderes de movimientos internacionales de la extrema derecha como 'Restrukt'. También con otros ultras locales, como el condenado por agredir a un asiático en el metro de Barcelona en 2014.

Preguntado por las redes sociales en las que colgaban los vídeos, Mykola Z. ha dicho que el 'pilla-pilla' sólo tenía una página de Facebook, ningún perfil en Twitter, y que la gestionaban cinco o seis personas, aparte de él. Sobre otros perfiles de Facebook y otras páginas web donde se ven vídeos del grupo y que según las acusaciones fueron subidos por el propio Mykola Z., el acusado ha dicho que son falsas.

El segundo acusado, César A., que supuestamente grababa los vídeos, ha negado haberlo hecho. De hecho, ha acusado a uno de los abogados de la acusación de que una víctima lo señalara como autor de las grabaciones porque, según ha dicho, se cruzaron en el juzgado cuando fue a declarar en fase de instrucción. Otros acusados lo han señalado como la persona que grababa. También ha negado cualquier relación con el 'pilla-pilla' y ha negado que sea homófobo: “Tengo amigos y familiars que son homosexuales”.

Un tercer acusado, que aparece unos segundos en uno de los vídeos, ha alegado que él estaba “de paso” por allí pero no tiene nada que ver con el 'pilla-pilla'. No quedó con el grupo ni se dirigió a la víctima y, según su relato, terminó en medio de la agresión porque vio a su primo pequeño. Los otros tres acusados se han acogido a su derecho a no declarar, aunque para la sentencia se tendrán en cuenta sus declaraciones en instrucción, donde se ratificaron en lo que contaron a los Mossos.

Miedo en todo el colectivo LGTBI

Además de la declaración de los acusados y del visionado de las grabaciones de las agresiones, este lunes ha declarado como testigo María Dolores García, que en 2013 era la presidenta de la Federación Estatal LGTBI. García ha dado cuenta ante el juez del “miedo, inquietud y alarma” que generó el grupo 'pilla-pilla' en todo el colectivo LGTBI. La respuesta en el plano penal ha sido que por primera vez todas las asociaciones LGTBI de Catalunya y España comparten acusación popular en una causa. La ejerce la letrada Laia Serra, que ha confiado en que la judicatura “esté a la altura de la gravedad de estas agresiones fascistas” y dé una respuesta “rigurosa y adecuada” a los hechos.