Recta final de la investigación de la violación múltiple a una joven de 18 años en febrero de 2019 en una nave abandonada de Sabadell (Barcelona). El juez que investiga el caso ha procesado a dos de los presuntos autores –uno de ellos fugado de la Justicia– de la violación por agresión sexual y a otro de los ocupantes del edificio como cooperador necesario porque, según el instructor, contribuyó a crear una “intimidación ambiental” contra la joven para posibilitar la agresión.
En un auto, el titular del juzgado de instrucción número 2 de Sabadell ve indicios para llevar a juicio a tres de los nueve investigados: K.O. –el fugado– y M.A., como autores de un delito de agresión sexual –en la que intervino una tercera persona que no ha podido ser identificada– y J.B., como cooperador necesario porque estaba en la nave si bien no participó materialmente en la violación.
Por el contrario, el juez deja fuera del caso a los otros seis investigados, entre ellos M.B., identificado por la víctima como uno de los autores materiales, al no hallar indicios suficientes, y R.O., que llegó a estar en prisión preventiva como supuesto autor pero a quien exoneran las pruebas del Instituto Nacional de Toxicología.
La agresión múltiple se produjo la madrugada del pasado 2 de febrero de 2019, en un ataque sexual en que la víctima fue forzada a mantener relaciones no consentidas por turnos y durante las cuales sintió angustia y temió por su vida, ya que se llevaron a cabo con intimidación, según el juez.
La chica, de 18 años de edad, se encontraba en un bar junto a unos amigos y, al salir del establecimiento, un joven la siguió, la cogió por el cuello, la puso contra una pared y la manoseó y posteriormente se la llevó por la fuerza a una nave abandonada en Sabadell, que un grupo de personas sin hogar utilizaban como vivienda. Una vez en esa nave, la chica, pese que no paraba de llorar y repetir “no”, según el juez, fue violada por turnos por tres personas: el que ya había abusado de ella en la calle y otras dos.
De los tres autores materiales de la violación, uno sigue en prisión provisional y otro no ha podido ser identificado. El tercero, K.O., llegó a estar en prisión provisional pero está fugado desde que quedó en libertad antes de que se conocieran los informes del Instituto Nacional de Toxicología que le incriminan. El juez le procesa igualmente por dos delitos de agresión sexual, ya que baraja la posibilidad de que fuese el joven que agredió a la chica en la calle y en la nave.
El tercer procesado es J.B., sobre el que se estima que no hay indicios de que agrediera sexualmente a la víctima pero el juez, en consonancia con una resolución de la Audiencia de Barcelona, le procesa como cooperador necesario al concluir que con su presencia en la nave contribuyó a la “intimidación ambiental” que sufrió la víctima. Al igual que en el caso de M.A., en el auto de procesamiento el juez mantiene la situación de prisión preventiva para J.B.
Pese a que M.B. también se encontraba en la nave, el juez no ha encontrado ningún indicio suficiente que desmienta su versión de que se encontraba durmiendo y de que no se percató de lo que ocurría, por lo que, en su caso, tampoco le procesa como cooperador. Lo mismo ocurre con R.O, que llegó a estar en prisión preventiva como supuesto autor, aunque las pruebas científicas lo han descartado.
De los otros cuatro investigados en esta causa, que llegaron a ser detenidos por los Mossos d'Esquadra como sospechosos de haber estado en la nave cuando se produjo la violación múltiple, el juez acuerda no procesarles porque la víctima no reconoció a ninguno de ellos y no se ha demostrado que estuviesen en el lugar la madrugada de la agresión sexual.