El juez del Tribunal Supremo Pablo Llarena ha rechazado la petición de la exconsellera de la Generalitat Meritxell Serret y la exdiputada de la CUP Anna Gabriel, que permanecen en Bélgica y Suiza respectivamente, para reabrir el procedimiento contra ellas por desobediencia en el 1-O y remitir sus casos a los juzgados de Barcelona.
En dos autos, el juez desestima la pretensión de ambas políticas independentistas de que el procedimiento quede en manos de un juez ordinario de Barcelona. Según argumenta Llarena, no puede reabrir la causa que suspendió en julio de este año si no hay nuevas evidencias o las “rebeldes” se pone a disposición judicial.
Gabriel y Serret fueron procesadas en marzo de 2019, pero el juez Llarena no cursó una petición de extradición contra ellas, al contrario de lo que sí hizo con el expresident Carles Puigdemont y los exconsellers Toni Comín, Clara Ponsatí y Lluís Puig.
El juez rechazó extraditar a Gabriel ya que la 'cupaire' solo está procesada por desobediencia y no es legalmente posible lograr una entrega por un delito que no comporta penas de prisión. El mismo criterio siguió para Serret, que ahora es la delegada de la Generalitat ante la UE, tras atender al criterio de la Fiscalía sobre que su responsabilidad en los hechos tras la sentencia del procés solo encajaría en un delito de desobediencia pese a que también está procesada por malversación.
Llarena, de acuerdo con el criterio de la Fiscalía y la Abogacía del Estado, que pidió que se desestimara la petición de Serret y Gabriel, sostiene que lo que ambas pretenden es que se proceda a reabrir una causa que está suspendida y que fue archivada “por haberse agotado todas las vías de investigación”.
El juez recrimina que las dos políticas independentistas pretendan que se reabra el caso “únicamente” para analizar si la competencia corresponde a otro juez, “con la peculiaridad de que este estaría igualmente imposibilitado de proseguir el proceso”, ya que, a su juicio, se mantendrían el resto de obstáculos para culminar el proceso al permanecer ambas procesadas fuera de España.
La defensa de Gabriel ha lamentado la decisión del juez. “El mensaje del Tribunal Supremo es muy nítido: Anna Gabriel ha sido declarada en rebeldía y como tal se tiene que entregar. Solo en ese momento se podrá proseguir la causa contra ella y valorar entonces la responsabilidad criminal que pueda derivarse de una eventual actuación delictiva de naturaleza pública”, ha criticado Free Anna Gabriel, el grupo de apoyo de la 'cupaire'.