El Constitucional ordena reabrir la investigación por malos tratos a un menor detenido en las protestas del procés

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El Tribunal Constitucional reabre una de las causas más conocidas de las protestas que se produjeron tras la sentencia del procés, en octubre de 2019. El tribunal ha revocado la decisión de un juez de Barcelona que archivó una querella por malos tratos interpuesta por un menor detenido contra agentes de la Policía Nacional. Según indica el auto, al que ha tenido acceso este diario, los magistrados consideran que no se ha respetado el derecho a la tutela judicial efectiva del demandante, Guillem S., conocido como “el chico de la sudadera naranja” por llevar ese atuendo en el momento de su detención.

Los hechos se remontan a hace dos años, cuando el joven fue arrestado en el marco de las protestas en la zona de Via Laietana, cerca de la comisaría de la Policía Nacional. Las imágenes de la detención del joven se hicieron virales. En los vídeos se observa como, tras varios momentos de tensión entre manifestantes y agentes de la Policía, los antidisturbios deciden avanzar para dispersar a los centenares de jóvenes que previamente habían lanzado varios objetos al cordón policial y reducen a Guillem S.

El detenido, que fue conducido posteriormente a la comisaría, denunció malos tratos y torturas por parte de los agentes. En concreto, Gulliem S. relató que un agente le “abofeteó” en la nuca “y lo hizo sentarse de rodillas mirando a la pared”, además de proferirle insultos y amenazas durante su detención.

El juez no menciona otra de las denuncias del joven, consistente en que una vez en el edificio de la Jefatura de Policía, un agente “abofeteó” en la nuca al menor “y lo hizo sentarse de rodillas mirando a la pared”. “'¡Qué te calles la boca, niñato!”, le habría gritado otro antidisturbios, según el menor.

Sin embargo un juez de Barcelona cerró el caso el año pasado, al considerar que las lesiones sufridas por el joven eran “compatibles” con su detención por parte de los antidisturbios. Las “leves lesiones” del menor, consideró entonces el magistrado de instrucción, “fueron consecuencia de la reducción realizada por la Policía” en un contexto de “extrema violencia” por parte de los manifestantes.

Posteriormente, la audiencia de Barcelona ratificó la decisión del juez, al considerar que la detención no fue desproporcionada y que los agentes vieron al joven “arrojar objetos” contra ellos, por lo que lo inmovilizaron, lo tumbaron al suelo de espalda y le pusieron los grilletes. “Obviamente la acción es violenta porque el menor no quería ser detenido, pero no podemos tacharla de desproporcionada”, resaltaron entonces los magistrados de la Audiencia.