892 personas durmiendo en la calle en Barcelona, contadas una a una
Unos setecientos ciudadanos con conciencia social se han dedicado, la noche del martes al miércoles, a hacer un recuento discreto de las personas que duermen en la calle, en Barcelona. Se han dividido en un centenar de grupos y han recibido las instrucciones de los colaboradores de Arrels para hacer este trabajo.
Sobre las 23 horas, una veintena de personas, la mayoría mujeres jóvenes se han dado cita, al pie de la Sagrada Familia, para rastrear una de las zonas en que se ha dividido la ciudad para hacer este recuento. Cora y Ernest les han dado las instrucciones básicas: Discreción, no estorbar a las personas que duermen, evitar riesgos, ser lo máximo de exhaustivos posible en el repaso de portales, oficinas bancarias, accesos a aparcamientos o parques y comunicar a la sede central de Arrels si encuentran algún menor durmiendo en la calle.
La discreción a menudo conlleva la imposibilidad de descifrar si bajo la manta duerme un hombre o una mujer. Imposible también, claro, intentar esatblecer un perfil de la nacionalidad, origen o razones por las que esa persona está pasando la noche al raso.
Cora y Ernest encabezan los grupos de unas 8 o 10 personas que se ponen en marcha a las 12 de la noche, bajo la iglesia iluminada de Gaudí, subdivididos en grupos de cuatro o cinco miembros. El objetivo, terminar el trabajo a las dos de la madrugada. A esa hora ya se puede hacer una primera aproximación al dato buscado: En la zona estudiada de Barcelona duermen casi 900 personas. Hace tres años cuando se hizo el anterior estudio se localizaron 838. Son más. Hay espacios de la ciudad donde es demasiado difícil saber si hay gente durmiendo: los parques cerrados, como el de la Ciudadela, Montjuïc o Collserola. Ciutat Vella, Eixample y Sants-Montjuïc han sido los distritos con mayor concentración de personas durmiendo a la intemperie detectadas.
Arrels Fundación bastante hace movilizando setecientos voluntarios para hacer el recuento. Evidentemente, esta tarea corresponde a la Administración pública. El pasado día 6 de mayo, el Parlamento de Catalunya aprobó por unanimidad una moción de ICV-EUiA, instigada por Arrels Fundació, para que este recuento se haga a nivel de toda Catalunya antes de que termine 2015. ¿Se hará? Muchos activistas lo dudan vista la apatía administrativa demostrada hasta ahora.
En la calle, tecleando el ordenador
Algunos de los voluntarios conocen la zona por donde buscan sin techo. Abundan las educadoras sociales, sensibilizadas lógicamente por esta problemática. Una de ellas, al ver a un hombre durmiendo explica que ha llegado hace unos meses al portal donde ahora está, cubierto por una manta ajada. Le acompañan un gato y un perro que también duermen. “Utiliza un portátil”, dice la educadora social para sorpresa de todos. “Lo ves pidiendo dinero mientras con una mano teclea el ordenador”, explica. “¡Y está encendido!”, insiste ante la incredulidad de los miembros del grupo que lo acompañan.
A lo largo de la hora y media con que han cubierto su zona, el grupo de Cora ha localizado nueve sin techo. Además de la educadora social en activo, hay estudiants de esta especialidad, un estudiante de Psicología, una terapeuta ocupacional y una maestra jubilada. Uno de los grupos ha encontrado una especie de local abandonado, donde hay gente durmiendo. ¿Son sin techo? No los incluyen en el recuento pero es evidente que su techo es muy precario. Mucha gente no duerme en la calle pero lo hace en estas condiciones.
Los locales que están cerrados son las oficinas electorales de los candidatos a alcalde Alfred Bosch y Ada Colau. Justo al lado del del candidato de ERC-Més duerme una persona. Dentro de un cajero hay una mujer (o quizás es un hombre), con una brecha en la cabeza. Quien quiera sacar dinero esta noche, tendrá que pasar por encima suyo. Los colaboradores de Arrels se preguntan si el nuevo consistorio, dirigido por 'Barcelona en Comú' podrá resolver un problema que se arrastra desde siempre y que muchos dan por insoluble.
“El número de personas que duermen en la calle es un indicador de la calidad de la sociedad en la que vivimos y la nica pobreza que se puede cuantificar con un mínimo margen de error. Cuantificar la realidad de los sin techo en Barcelona y conocer su evolución es imprescindible para plantear soluciones”, explica el director de Arrels, Ferran Busquets.
Cora entró en contacto con esta problemática porque le dedicaba su tesis universitaria. Participó en el primer recuento hace tres años. Entre los setecientos voluntarios hay de todo. Muchas personas vinculadas a asociaciones del tercer sector, una conductora de ambulancias de la Cruz Roja, trabajadoras de residencias de ancianos o discapacitados mentales o una trabajadora de ESADE. Muchos de ellos son voluntarios que están a disposición si el Banco de Alimentos organiza una recolecta o si hay que echar una mano a Amics de la Gent Gran.
Todos los voluntarios han aguantado bien el esfuerzo. Consideran que ha valido la pena. La pelota está, una vez más, en el tejado de los políticos. Arrels agradece su ayuda a los voluntarios con una nota que termina diciendo: “¡Seguimos gritando!”. Confían en que no sea en el desierto.