La huelga de Johnson Controls Eurosit para tres líneas de producción de Seat por falta de asientos
La huelga de 7 días convocada por los trabajadores de la empresa Johnson Control Eurosit, que fabrica los asientos para muchos modelos de Seat, ha supuesto que la compañía automovilística detenga al menos tres líneas de producción en dos turnos, el de tarde y el de noche, según fuentes sindicales.
Los aproximadamente 500 empleados de Johnson Control Eurosit han iniciado este miércoles la huelga decidida en asamblea. Se han concentrado a las puertas de la empresa, en Abrera, y también se han desplazado a las puertas de acceso de Seat, donde han recibido la solidaridad de sus compañeros de la empresa automovilística.
El paro ha afectado de entrada a las líneas que fabrican los modelos Ibiza, León y Q3, lo que ha hecho que Seat avisara a los trabajadores que se encargan de estas producciones para que no se presenten al trabajo. Y en previsión de que el conflicto no quede resuelto hoy mismo, también se ha desconvocado el turno de noche. Solo funcionarán algunos servicios como pintura y plancha en la factoría de Martorell.
Los trabajadores de Johnson Control Eurosit han declarado a este diario: “estamos esperando que la empresa nos convoque para negociar y detener, si así se decide, la huelga”. La firma trabaja en exclusiva para Seat. Como la sociedad automovilística no tiene stocks, el desabastecimiento le supone detener su producción, que actualmente podía llegar a 2.500 unidades al día.
El conflicto en Johnson Controls Eurosit nace de la pérdida de uno de los pedidos más importantes, que corresponde a los asientos del nuevo Ibiza. A consecuencia de la pérdida del encargo, toda la atención de la sociedad se trasladó al concurso para conseguir el pedido del Audi A1, un nuevo modelo a fabricar en la planta de Seat en Martorell. Para asegurar este encargo Johnson Controls Eurosit comunicó a los trabajadores que debían hacer un esfuerzo para, al menos, igualar la otra oferta económica que se rumoreaba que se presentaría. Por tanto, la dirección reclamó a los empleados una reducción de gastos que permitiera conseguir el nuevo trabajo. Esto, según anunció, suponía una reducción de costes de estructura, tanto productiva como indirecta, no cuantificados.
La empresa propuso que la plantilla aceptara una reducción salarial, haciendo que se aplicara el convenio del sector en lugar del de la compañía. Esto, según fuentes sindicales, equivalía a una reducción de unos 8.000 euros al año para cada empleato. Frente a esta perspectiva el comité, en el que están CCOO, UGT y CGT, instó una negociación. En los contactos mantenidos, los trabajadores querían un acuerdo con la empresa que fijara las indemnizaciones que esta pagaría en caso de tener que prescindir de parte de la plantilla. Para intentar llegar a un acuerdo se hizo una sesión de mediación el martes pasado, sin llegar a ningún acuerdo. Según fuentes laborales la dirección de la compañía no se ha querido comprometer a mejorar, en caso de que tenga que reducir personal, lo que fija la reforma laboral. Ante esta falta de concreción los representantes de los trabajadores han convocado siete días de huelga. Y como era de prever la huelga ha hecho, de rebote, que Seat deba parar una parte de su producción.
Los empleados quieren que el grupo Johnson se comprometa con el futuro de la planta de Abrera. Recuerdan que hace poco la dirección anunció su intención de vender la división de automoción. Por lo tanto, reclaman un plan de futuro que asegure la apuesta del grupo por la factoría catalana.