La entrevista a Javier Pacheco, secretario general de CCOO de Cataluña se inició a finales de julio y se actualiza a mediados de agosto, antes de los sangrantes atentados acaecidos en Barcelona y Cambrils. El líder sindical habla del conflicto del verano, que afecta a los trabajadores de Eulen y también de las negociaciones salariales en el ámbito estatal y de la estrategia de Comisiones después de su último congreso.
¿Qué le parece el conflicto que se ha dado en el conflicto de los trabajadores del Aeropuerto de Barcelona?
En primer lugar quiero valorar positivamente la decisión de los trabajadores de defender sus condiciones de trabajo llegando a la huelga, porque están en su derecho. Dicho esto, hay que enmarcar el conflicto en una política de privatizaciones de servicios públicos que afecta algo con tanta significación como la seguridad aeroportuaria. Creo que no valen tampoco excusas como la apelación a la seguridad para atacar el legítimo derecho de huelga de los trabajadores, utilizando la Guardia Civil para hacer una especie de esquirolaje, que atenta directamente contra el legítimo derecho de huelga.
En tercer lugar creo que imponer un laudo arbitral vulnera el derecho legítimo de negociación colectiva. Recurrir a esta posibilidad, con la excusa de la seguridad es desde mi visión totalmente ilegal, porque deberían haber agotado antes otros caminos, pero también porque no permite la posibilidad real de negociar, ya que se rompen los equilibrios que deben darse en todo conflicto laboral. Además, la decisión del gobierno de recurrir al laudo lo que hace es exonerar la empresa principal Aena y la subcontratada, Eulen, de su responsabilidad en la precarización que han hecho de la plantilla.
Después del congreso que le nombró, y pasados ya unos meses, ¿cree que se ha cumplido la consigna de estar más en la calle que en los despachos?
No. Yo creo que CCOO no ha dejado de estar en las empresas, en el conflicto, en la calle. Si vemos los casos con conflictividad, podemos observar que CCOO está en ellos de manera continuada. Lo que sí se está viendo es un incremento del carácter reivindicativo por parte de los trabajadores y trabajadoras organizados. Ahora lo que tenemos que hacer es ser capaces de organizar más gente del mundo del trabajo para que esto tome más extensión.
¿Y a ello ha contribuido el empuje del congreso?
Yo creo que hay un cambio de actitud fruto del desarrollo del congreso en una parte importante de los trabajadores.
¿En las negociaciones con la gran patronal se hablaba de unos incrementos salariales determinados, pero parece que el elemento clave es la cláusula de revisión salarial?
Hablar de negociación es decir mucho. Lo que está pasando es el intento de establecer sobre un marco informal de conversaciones una solución de compromiso en relación con un acuerdo que todavía está vigente, como es el pacto de negociación colectiva, que tenía vigencia hasta diciembre de 2017 en el que le faltaba la referencia salarial para este año.
Lo primero que queremos denunciar es el formato, que ha sido propiciado por una patronal que tiene probablemente poca voluntad de fijar un pacto de referencias y que está evitando cumplir con su función de agente social y tampoco quiere plantear un modelo de representación que certifique la realidad, es decir, lo que está pasando con la firma de los convenios colectivos.
Yo creo que es importante fijar una referencia salarial, y para nosotros es ineludible que esta referencia supere el simple mantenimiento del poder adquisitivo de los trabajadores y trabajadoras. !La cláusula de revisión es una garantía! El suelo en una banda de incremento salarial también puede ser una garantía. Sea como sea, nosotros queremos cerrar una referencia en cuanto a salarios y queremos también que quede claro que la apuesta de los trabajadores y trabajadoras de este país es cambiar la tendencia de pérdida de retribución salarial y recuperar la capacidad de compra. Dicho esto, afirmamos que la referencia es importante, y decimos también que se agota el tiempo. Y lo decimos porque los convenios colectivos en septiembre están en su fase final de negociación y se pierde el sentido de referencia.
¿Qué hay que hacer entonces?
Lo que nos tocaría sería preparar la renovación de este acuerdo estatal de cara a 2018 y los años siguientes y empezar a cambiar la correlación de fuerzas, acumulando desde la movilización, para así hacer propuestas para este nuevo Acuerdo Nacional.
En Catalunya existe una versión más pequeña del acuerdo estatal, el Acord Interprofessional de Catalunya (AIC), ¿cree que dicho pacto debería entrar también en el apartado salarial, teniendo en cuenta que el coste de la vida aquí es diferente?
En Catalunya hemos respetado siempre los criterios salariales que se han establecido en el ámbito interconfederal. Aquí en lo que hemos avanzado, incluso en algunos momentos nos hemos adelantado a los acuerdos confederales es en las políticas retributivas y en los modelos de retribución, que también influyen al final en las retribuciones de los trabajadores, yo creo que en Catalunya tenemos avanzar en eso, en qué tipo de relación se establecerá en los ámbitos de negociación de los convenios colectivos, cuál es la política de las estructuras de negociación que se deben llevar a cabo, más allá de lo que apunta el legislador con las reformas laborales, por ejemplo, reforzando la negociación de los convenios sectoriales.
Hay que seguir avanzando en las políticas de igualdad que se han de plasmar en los convenios colectivos. La ley de igualdad es insuficiente para garantizar la participación paritaria de las mujeres en el en el mundo del trabajo, hay que resolver y reforzar las medidas de prevención de riesgos laborales y los instrumentos que tenemos en Catalunya para dotarnos de recursos suficientes para la lucha contra la siniestralidad. Debemos acabar mediante un acuerdo de estructura de negociación, con la precarización que los convenios de empresas multiservicio incorporan en un modelo de externalización y de subcontratación salvaje en el mundo del trabajo... Creo que tenemos muchos temas que pueden desarrollar aquí, que tienen quizás tanta importancia como la referencia salarial, que tenemos que acordar en el ámbito interconfederal.
La reforma de la ley de cooperativas en relación con dichas falsas cooperativas, ya se ha hecho, ¿tiene alguna información de los resultados de las inspecciones de trabajo instadas desde CCOO?
Aún no. No tenemos información sobre un plan específico de la inspección de trabajo. Debemos tener en cuenta que la inspección elabora sus planes de trabajo anualmente. A finales de año, cuando la gente vuelva de vacaciones, se deberán llevar adelante estas tareas, tal como acordamos en el espacio de concertación establecido al respecto. Yo creo que en los planes de trabajo de 2018 se incorporará hacer efectivos los cambios de la nueva ley de cooperativas estudiando sectores, como el de las industrias cárnicas, pero también en algunos otros donde se empiezan a apuntar intentos de crear estas falsas cooperativas. En algunos hoteles se ha empezado a plantear esta fórmula, al igual que en el de los cuidados de las personas. Hay una orientación hacia la falsa autoempleo que debemos cortar de manera radical
Después de la reunión con USOC hablaron del Frente Sindical Unitario, que habían planteado en su congreso, ¿se ha hablado de ello también con la UGT?
Con la UGT mantenemos reuniones bilaterales con asiduidad y las mantendremos también en el futuro, en nuestra apuesta histórica hacia la unidad de acción, para reforzar el protocolo de unidad de acción entre las dos organizaciones. En este sentido les pensamos plantear para trabajar conjuntamente esta propuesta de ampliar la unidad de acción sindical. Nosotros lo hacemos desde la perspectiva de refuerzo de la centralidad del trabajo y el carácter unitario de los trabajadores en un contexto en el que la precariedad se ha instalado en las relaciones laborales y también en las relaciones sociales. Por ello, creemos que hay que plantear la centralidad del trabajo para salir de las desigualdades, de la pobreza y la precariedad. Y poner en valor la centralidad del trabajo, por lo que hay que poner en primer plano la unidad.
Por lo tanto, creemos que el frente es importante y que habría que ponerlo en marcha este otoño. Las conversaciones con UGT tse mantienen, creo que coincidimos en el diagnóstico y que podremos sacar adelante el proyecto con el resto de sindicatos para crear esta alternativa para afrontar la hegemonía neoliberal que está acabando con un modelo de sociedad.
¿El frente sindical unitario que preconizan podría acercar los nuevos sectores como los repartidores de pizzas a una dinámica más unitaria?
Yo creo que no tiene nada que ver una cosa y la otra. La organización de los trabajadores en los nuevos espacios que se puedan generar: plataformas digitales o nuevos espacios de descentralización de la cadena de valor, es decir, toda esta realidad que se produce alrededor de algunos colectivos se basa en hechos que se reproducen a lo largo de toda la historia del movimiento obrero y que adoptan su expresión en relación con la actualidad real. Las primeras comisiones obreras se crearon para trabajadores que estaban al margen de la sindicalización y comenzaron a crear espacios comunes para resolver los intereses del trabajo. Nosotros ahora tenemos ventajas que antes no se tenían, como es que ahora las organizaciones están estructuradas y hay capacidad de establecer un espacio de interlocución directa. Lo que se debe hacer es canalizar sus luchas con la participación y la presencia directa en sus conflictos.
Pensamos que los trabajadores de los colectivos emergentes deben encontrar en el sindicato la referencia para poder resolver sus problemas. Tenemos también claro que los problemas que tienen estos grupos no tienen una solución individual, tienen una solución de clase, y para poder resolver el conflicto de una manera sólida es necesario afrontarlo con carácter reivindicativo y de clase.
¿Puede explicar esto?
Sí, el problema del transporte en una ciudad no se soluciona creando un convenio para los riders estrictamente, sino vincularlos a un convenio sectorial. La solución del problema de las Kellys está en el convenio de hostelería. Hay que buscar soluciones de clase, soluciones confederales, que deben dar una vía de salida a sus conflictos, lo que pasa es que como son nuevos espacios de trabajo no tienen referencia en la respuesta que deben asumir los convenios sectoriales en sus articulados , ya que son las nuevas realidades del mundo del trabajo. Si no estos sectores quedan al arbitrio de una legislación que no va en favor de los intereses de la gente.
En septiembre la Renda Garantida de Ciutadania será un hecho. ¿Cree que la Generalitat ha hecho todo lo posible para que los ciudadanos que lo necesiten se acojan?
Por lo que yo sé, podrán ir a las oficinas del Servei d’Ocupació de Catalunya (SOC), que está reforzando sus plantillas para garantizar que los trámites se puedan hacer con agilidad.
¿Cree que en este caso se va por buen camino?
Si, pero los sindicatos haremos una campaña de información propia que garantice que los ciudadanos saben qué es la Renda Garantida y qué implica. Esto lo deben conocer todos los beneficiarios y que estos, por desconocimiento, no dejen de ejercer su derecho. La Renda Garantida es un avance importante de nuestro modelo de cohesión social y nuestra organización lo que tiene que hacer es ayudar a hacerlo efectivo.