Las sindicalistas de la CGT Laura Gómez y Eva Sánchez no entrarán en prisión. La defensa de las dos sindicalistas y la fiscalía, que pedía una pena de dos años y medio de reclusión, han llegado este martes a un pacto que implica la suspensión del ingreso en prisión de las acusadas. Según han informado fuentes de la CGT a Catalunya Plural, el titular del juzgado penal 26 de Barcelona ha condenado las dos sindicalistas a 13 meses de prisión, pero no entrarán en ningún centro penitenciario. Además, las dos acusadas han depositado 9.000 euros por daños.
Por otro lado, la Generalitat, que pedía dos años y medio de prisión (igual que la fiscalía), ha retirado este martes su acusación particular, en lo que supone un giro de 180 grados en la dura actitud que había mostrado hasta ahora, pidiendo penas iguales o más amplias que la fiscalía en otros casos de huelguistas. Por ejemplo, en el caso de Isma y Dani o los cuatro de Poblenou el ejecutivo sí ha mantenido su acusación particular.
Con la retirada de la acusación, la Generalitat empieza a imitar la actitud del Ayuntamiento de Barcelona, que antes del verano anunció que se retiraba de todas las causas por desórdenes públicos donde hasta ahora se mantenía personado como acusación. De hecho, el teniente de alcalde Jaume Asens, ha acudido a la vista en apoyo a las dos acusadas.
La protesta por la que han sido juzgadas las dos sindicalistas de la CGT tuvo lugar durante la huelga general del 29 de marzo de 2012 en el transcurso de una manifestación frente al edificio de la Bolsa de Barcelona a la que asistieron unas 300 personas. Durante la protesta, se quemaron de forma simbólica billetes ante la bolsa. Un mes después de la huelga, los Mossos detuvieron Laura Gómez cuando salía de casa para irse a trabajar y la sindicalista estuvo 23 días en prisión preventiva, por orden del juez instructor. Laura y Eva son dos del centenar de personas represaliadas tras la huelga general.