TV3 se plantea ir a la huelga en apoyo a un trabajador acusado de filtrar sueldos de directivos
El sistema informático de TV3 tenía hasta hace tres semanas un agujero de seguridad. El hallazgo, realizado por empleados del ente, da un giro al caso del trabajador a quien el consejo de la Corporación Catalana de Medios Audiovisuales (CCMA) pide 7 años de prisión por revelar secretos mediante el envío de un correo electrónico a la plantilla. En el documento enviado antes del ERE de la televisión pública en 2012 se hallaban los salarios de todos los trabajadores de la empresa pública y el coste que para compañía tendría su despido.
La plantilla de la televisión de Catalunya vota este jueves dar respuesta al mantenimiento de la petición de cárcel a su compañero. El comité de empresa plantea realizar paros de 10 minutos en varios días coincidiendo con momentos álgidos de la campaña electoral. La aparición del fallo de seguridad informática es un nuevo hito en una historia rocambolesca, si no estuviese involucrada una persona que, en este proceso, ha perdido la salud.
La presidenta del comité de empresa de TV3, Roser Mercader, ha informado este miércoles en rueda de prensa que “hace tres semanas trabajadores de la casa descubrieron un fallo de seguridad que permitía acceder al lugar del sistema informático de la corporación donde se guardan todos los nombres de los usuarios y sus contraseñas”. Inmediatamente, “escamados como estamos, se informó a la empresa que ha solucionado el problema”. No obstante, desde el comité se afirma que el agujero detectado habría permitido a cualquiera que entrase en el sistema informático del grupo acceder a las contraseñas y, por ejemplo, una persona con mala intención podría haber usado la huella digital de cualquier otro trabajador del grupo para cometer fechorías en el sistema.
Y de fechorías va la historia. El 1 de agosto de 2012 un mensaje enviado presuntamente desde el correo electrónico del presidente del consejo de la Corporación Catalana de Medios Audiovisuales (CCMA), Brauli Duart, se recibió en todos los buzones del correo interno del ente. Adjuntaba una hoja de cálculo con datos de todos los trabajadores como sueldos y cálculos de los costes de sus despidos. Una información que había sido pedida antes por el comité de empresa.
La información causó un gran estruendo e interpretaciones contradictorias. Desde entenderla como un globo-sonda de la dirección, hasta verla como una acción para desvelar un secreto atesorado con avaricia por la cúpula de la televisión pública catalana. La corporación encargó una investigación policial para encontrar al autor de la filtración. Así, durante 14 meses los trabajadores de Televisió de Catalunya (TVC) fueron escrutados en una investigación de la que se desconocen los límites.
Acusado por descubrimiento y revelación de secretos
En octubre de 2013 los Mossos entraron por sorpresa en casa de un empleado de TV3. La revolvieron durante horas y requisaron un ordenador. Después detuvieron al trabajador que fue interrogado durante 72 horas. Al salir estaba acusado de “descubrimiento y revelación de secreto”, ambos cargos relacionados con la filtración de la información sobre el ERE que se preparaba en la CCMA. Más tarde, contra lo que había asegurado la dirección de la CCMA, se realizó el ERE, que costó más de 300 puestos de trabajo en TVC. Los datos filtrados eran ciertos.
Sin embargo, el pasado marzo el consejo de administración de la CCMA y la fiscalía hacían públicas las peticiones de penas para el trabajador detenido: “7 años de cárcel: 3 años y medio por descubrimiento y 3 años y medio más por revelación de secretos”, explica Roser Mercader. Lo considera una petición desmesurada, más cuando actualmente los datos objeto de la denuncia se pueden consultar en la web de transparencia de la Generalitat, afirma la sindicalista.
A los trabajadores de la televisión pública catalana la petición les pareció exagerada y cruel. La hermana del detenido, Selena, presente en la rueda de prensa ha explicado la situación que vive el acusado. “Justo salir de la comisaría se le diagnosticó estrés traumático, y de resultas de ello, hace tres años que toma medicamentos y está de baja”, ha comentado. Pero mantiene su inocencia y cuando se le ha ofrecido aceptar la culpa a cambio de rebajar la pena, lo ha rechazado.
Los representantes de los trabajadores iniciaron una peregrinación para detener el juicio. “No entendemos que después de un tiempo de gran tensión marcado por el ERE, cuando todo parecía resituado, la CCMA mantenga esta petición de prisión, en vez de pasar página y pacificar la relación con la plantilla”, ha explicado la portavoz del comité.
Cúpula conservadora
El consejo de administración de la CCMA responde a una estructura previa a la actual correlación de fuerzas políticas: “procede de la regubernamentalitzación de los medios públicos”, afirma el representante del Sindicato de Periodistas en el comité de empresa. Efectivamente, la cúpula que gobierna el potente aparato audiovisual público, es fruto del momento en que en la Generalitat se dio un pacto implícito entre Artur Mas y la entonces líder del PP Alicia Sánchez Camacho. Más tarde cambiaron las alianzas, pero en la dirección de la CCMA se mantiene el pacto conservador.
Brauli Duart, según el comité, se habría tomado casi como un caso personal la acusación contra el trabajador de TV3. Tanto es así que al cesar como presidente de la CCMA restó en el consejo y su sucesora, Núria Llorach, ha mantenido la petición de penas a pesar del ruego expreso en sentido contrario de los representantes de los trabajadores.
El comité de empresa, siempre vestido con camisetas con el lema “no encarceles mi amigo”, se ha reunido con el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, con el anterior presidente, Artur Mas, y con Francesc Homs, todos de Convergència, para pedirles la intercesión en la solución del caso pero no ha habido resultado.
Nuevos aires
Ahora en la dirección de TV3 hay nuevos aires fruto del cambio de alianzas impuesto por el proceso soberanista. Esto ha hecho que en los diferentes órganos de gobierno de la CCMA haya miembros de ERC y también independientes que se han manifestado a favor de cerrar positivamente el caso. El diputado de ERC, Joan Tardà, ha lucido en TV3 adhesivos en favor del trabajador acusado. Y la oposición, excepto Ciutadans y el PP, tiene la misma posición. Pero nada ha movido a Llorach, que se mantiene firme en pedir prisión.
Algo habrá pasado cuando en Convergència intentan huir de la polémica. Así, explicaron que quien realmente mantiene la petición de 7 años de prisión es la fiscalía. En respuesta, el comité muestra dos informes jurídicos que afirman que si el consejo se retirara, no habría caso. “Y si ese es el problema, se pueden retirar y veremos si se mantiene o no la acusación” afirman desde el comité.
El juicio ya tiene fecha: el 30 de junio. Antes se han programado huelgas de 10 minutos en TV3. Estas nuevos paradas tienen como objetivo, “poner el problema en la agenda de quien puede influir en la actitud de la Corporación”. Más claro, agua.