El modelo de inmersión lingüística en la escuela catalana ha estado en el centro de la polémica en las últimas semanas debido a la sentencia que obliga a los centros a impartir un 25% de clases en catalán. Pese a eso, los datos de la última encuesta del Centre d'Estudis d'Opinió (CEO) de la Generalitat vuelven a arrojar que esta política educativa sigue sigue contando con un apoyo muy contundente entre la población catalana. Según el último sondeo, el 76% de los catalanes están totalmente de acuerdo o más bien de acuerdo en defender la inmersión, contra un 24% que se manifiesta en desacuerdo.
La mayoría a favor de la inmersión, además, se mantiene de forma bastante transversal entre una parte de las ideologías y lenguas de identificación. Como era de esperar, prácticamente la totalidad de los votantes independentistas son partidarios de la inmersión, un índice similar al de los votantes de los comuns. Pero también entre los que depositan la papeleta socialista la inmersión gana, con una aceptación de hasta el 64%. Diferente es lo que ocurre entre partidos como Vox, Ciudadanos y PP, cuyos votantes combaten el modelo de inmersión con entre un 71 y un 92% en contra.
La escuela con el catalán como idioma vehicular tiene también mayoría entre el grupo de ciudadanos que tiene como lengua de identificación solo el catalán, con un 95% a favor de la inmersión, también entre quienes tienen indistintamente el catalán y el castellano (78% a favor) y quienes se identifican con terceras lenguas (88%). En cambio, entre quienes únicamente se identifican con el castellano, las opiniones están divididas casi por la mitad, con un 50% a cada lado entre partidarios y detractores del modelo.
Más allá de la inmersión, cuando se pregunta en genérico por el catalán en la escuela, el 58% considera que su uso es el adecuado, el 22% creen que es excesivo pero el 20% también consideran que se queda corto. Esta sensación de insuficiencia del catalán se acentúa en otros contextos, como el de las plataformas digitales, donde el 65% de los encuestas echan de menos el catalán, el de la administración del Estado, donde el 49% lo considera insuficiente o el de los juzgados, donde el 47% cree que falta catalán. En el otro lado, el 24% de los encuestados considera que la Generalitat hace un uso excesivo del catalán, mientras el 66% lo considera adecuado.
Estos datos sobre las preferencias lingüísticas dibujan un estado de opinión en el que la mayoría de los catalanes está a favor de proteger el catalán pese a que las cosas se ven diferente dependiendo de la lengua de quien responda. Por ejemplo, el 68% de los catalanoparlantes creen que su lengua está en peligro de desaparición y hasta un 78% considera que su situación ha empeorado en los últimos años. En cambio, el 58% de los castellanoparlantes entienden que el futuro del catalán está garantizado y cerca de la mitad asegura que en los últimos años su situación no ha ido a peor.
También hay opiniones diversas sobre cuáles son las mejores medidas políticas para defender la lengua. Por ejemplo, hasta un 72% de los encuestados ve bien que se pida como requisito el catalán a los trabajadores públicos y, en el mismo porcentaje, que se hagan campañas de promoción. En cambio el apoyo baja hasta el 59% a favor de que se introduzcan cuotas en las plataformas audiovisuales. El 67% pide además campañas por el etiquetado en catalán.